En un marco de respeto y en apego a la ley orgánica del Congreso de la Ciudad de México se renovaron los órganos de gobierno para este segundo año de ejercicio: por primera ocasión el coordinador de la bancada de Acción Nacional, Mauricio Tabe Echartea, ocupará la presidencia de la Junta de Coordinación Política (Jucopo), con lo que se reafirma el Estado de Derecho y se fortalece la democracia.
“Asumo la presidencia de la Jucopo y en breve se creará un puente de comunicación con el gobierno de la ciudad para fortalecer la relación con el Legislativo, que fue respetuoso de la decisión del Congreso de entregar esta posición a un representante de la oposición, con lo que se cumplió la ley orgánica del Congreso”, señala el diputado Tabe Echartea.
Tiene razón: el cambio fue terso. Claro, hubo negociaciones internas. Pero se respetó la ley. Hay que reconocer que su antecesor, el diputado Ricardo Ruiz, quien suple en esa silla al actual subsecretario de Derechos Humanos, Alejandro Encinas, es un activista pero también un hombre de principios democráticos. ¡Afortunadamente!
El nuevo presidente de la Jucopo sostiene que la mayor apuesta que tiene por delante es “construir un calendario legislativo para dar ritmo y avance a las leyes constitucionales pendientes, en lo que empezaremos a trabajar con los presidentes de las comisiones para aprobarlas en tiempo y forma en este periodo ordinario de sesiones”.
Ahí estará a prueba su experiencia en las negociaciones ya que no se ve fácil: aun cuando los presidentes convoquen a los integrantes, en la mayoría de los casos no se logra el quórum mínimo para sesionar y se tienen que posponer las reuniones. Así se pasan los días que establece la Constitución local para aprobar dictámenes en comisiones para subirlos al pleno. ¿Cómo ve?
“Se trata de brindar absoluta transparencia y certeza del proceso legislativo porque debemos acabar con las sorpresas y chicaneos. De ahí que pretendamos una agenda que le permita a esta Legislatura apegarse a la Constitución e iniciar los procesos de discusión junto con los capitalinos y sociedad en general”, advierte Tabe.
Si el nuevo presidente de la Jucopo logra transparentar el manejo legislativo será un gran avance porque esta Legislatura se ha caracterizado por sacarse de la manga iniciativas que llegan en la mañana y en la tarde ya están dictaminadas, aunque la Constitución de la ciudad establece que la comisión tiene diez días para aprobarlas con el consenso de los integrantes. Y así van de sorpresa en sorpresa, razón por la que tienen un retraso de algunos centenares de iniciativas que esperan su turno. ¿Cambiará ese sistema? ¡Pronto lo veremos!
El bolso de Laura…
Le cuento que se comenta por los pasillos del Congreso que podría surgir un nuevo grupo parlamentario. No se sorprenda: esto se debe a las diferencias que existen desde el inicio de los trabajos del Congreso, todo por el control de ese órgano legislativo ya que unos se trajeron hasta el perico a laborar aquí, otro incluyó a todas las empresas proveedoras de insumos y en esa disputa están enfrascados. ¿Hasta cuándo? ¡Quién sabe!...La ley de Planeación y Desarrollo que debió aprobarse el jueves de la semana pasada deberá esperar porque no se consultó a los barrios originales y comunidades indígenas y varios grupos presentaron juicio de amparo en contra del proceso de dictaminación. Este fue admitido y, como es un caso inédito, no saben qué hacer. La Comisión de Normatividad, Estudios y Prácticas Parlamentarias lleva a cabo un análisis jurídico para definir la ruta a seguir, ya sea continuar con el dictamen o ampliar la convocatoria. Así se las gastan aquí. Ni hablar, pues…