Por J. Alberto Castro
La obesidad es una enfermedad de proporciones epidémicas en el mundo. Hace tres años más de mil 900 millones de adultos tenían sobrepeso y más de 650 millones eran obesos. Más alarmante aún es cómo esta patología —a veces mortal— también afecta a los más jóvenes ya que 340 millones de niños y adolescentes presentan sobrepeso y síndrome metabólico.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) pronostica que el número de niños obesos —de entre cinco y 18 años— a escala mundial alcanzará los 250 millones en 2030, frente a los 150 millones actuales.
Hasta uno de cada cinco de esos 250 millones de niños sufrirá obesidad severa, con un IMC equivalente, medido de manera diferente en niños, de 35 o más.
Es posible que necesiten ayuda médica, como cirugía bariátrica, y están en riesgo incluso en la infancia de diabetes tipo 2, que solía ser una enfermedad completamente adulta.
Miguel Murguía Romero, del Instituto de Biología, y un grupo multidisciplinario de la UNAM analizaron los casos de más de siete mil jóvenes de nuevo ingreso en la Facultad de Estudios Superiores de Iztacala.
Contactado por Vértigo el especialista en Inteligencia Artificial aplicada sostiene que “un porcentaje considerable de los estudiantes ingresan a la licenciatura con problemas de hipertensión, obesidad, hiperglicemia (glucosa alta), colesterol alterado y triglicéridos altos”.
También experto en síndrome metabólico, de los resultados obtenidos por la FES Iztacala destaca: 12.5% de los estudiantes de 18 a 24 años tiene obesidad y 26.5% preobesidad. De acuerdo con el académico estos índices no están alejados de los nacionales ya que se aproximan a lo asentado por la Encuesta nacional de salud pública, la cual establece que la obesidad afecta a tres de cada diez niños y a cuatro de cada diez adolescentes.
México es la región donde se concentran más jóvenes obesos del mundo. El Instituto Nacional de Salud Pública (INSP) revela que en la dieta de niños y adolescentes mexicanos de cinco a 15 años predominan el azúcar y la grasa. En la estadística mundial somos el país con mayor obesidad infantil en el mundo y el segundo en obesidad entre adultos, únicamente precedido por Estados Unidos.
Según la Encuesta nacional de salud y nutrición de medio camino 2018, casi 73% de los adultos mayores de 20 años presenta sobrepeso u obesidad, al igual que 38.1% de los adolescentes y 32.1% de los escolares.
A todas luces el origen de este grave problema de salud pública es el consumo desmedido de bebidas industriales, los populares refrescos y comida chatarra como tacos, sopes, enchiladas, quesadillas, tamales, hamburguesas, perritos calientes, pizza y nachos, entre otros. En los alrededores de los centros de estudio solo hay expendios de comida barata con alto contenido calórico y bajo valor nutricional.
Para Murguía el hecho de encontrar a un joven con síndrome metabólico representa una situación grave y dramática porque son personas con la probabilidad de sufrir en edades tempranas diabetes y enfermedades cardiovasculares, que a su vez se asocian a un aumento de probabilidades de muerte prematura y discapacidad.
El síndrome metabólico es un grupo de cinco afecciones que ponen a un individuo en riesgo de desarrollar una enfermedad cardiaca y diabetes tipo 2. Estas son: hipertensión arterial; glucosa (un tipo de azúcar) alta en la sangre; niveles sanguíneos elevados de triglicéridos (un tipo de grasas); bajos niveles sanguíneos de HDL, (el colesterol bueno), y exceso de grasa alrededor de la cintura.
Metabolódromo
Comprometido con esta urgente problemática, por la cabeza del investigador rondaba la idea de hacer algo para animar a los jóvenes universitarios a disminuir el sobrepeso y abatir la obesidad y para tal propósito diseña herramientas de fácil acceso, cuyo objetivo es crear en los usuarios una autoconciencia de su condición vulnerable.
Precisamente con el objetivo de despertar este autoconocimiento concreta el Metabolódromo (https://www.ib.abaco2.org/metabolodromo/), un simulador o App ubicable y accesible en la red “para conocer si tienes síndrome metabólico”. En la aplicación el usuario registra los datos personales en cada uno de los cinco parámetros que definen al síndrome metabólico.
“No solo es conocer cómo están los jóvenes sino guiarlos y apoyarlos a que mejoren su condición de salud. De ahí la construcción de dos herramientas. Una más didáctica, porque el objetivo del Metabolódromo está más orientado a que el joven conozca qué es el síndrome metabólico”, comparte.
De igual manera el experto en informática biomédica coordinó el diseño de una segunda herramienta, la plataforma Mi Salud (www.misalud.abacoac.org/), donde se puede obtener un primer diagnóstico y sugerencias para mejorar nuestro estado, una evaluación de peso, y dar autoseguimiento y vigilancia a los hábitos nutricionales.
“El usuario recibe su reporte en formato PDF de forma inmediata después de capturar su información; además puede consultar gráficas de seguimiento mensual. El sistema está disponible y ha sido usado por cerca de diez mil jóvenes mexicanos”, apunta.
A esto se suma el grupo de Facebook Mi Salud (abacoMiSalud), donde académicos y estudiantes mexicanos promueven hábitos saludables de nutrición y ejercicio.
El estudioso espera que al conocer de modo más profundo el grupo de alteraciones del síndrome metabólico el joven pueda tomar acciones para mejorar su estado de salud o revertir un posible daño. “La idea es orientarlo, incluso advertirle en el momento de detectar una señal de alerta la sugerencia de acudir al médico. Nuestras herramientas son solamente una guía didáctica, porque al menor indicio lo importante es ir al médico”.
Murguía Romero resalta que para combatir el sobrepeso y la obesidad antes se proponía modificar los hábitos alimenticios pero ahora se sabe que en este proceso y para lograr un verdadero cambio también es importante transformar el ambiente; es decir, procurar lugares saludables para comer en las escuelas y centros laborales, y tener instalaciones adecuadas que eviten el sedentarismo.
“Es necesario ir más allá del cambio de actitud: se debe trabajar en el ambiente ya que la situación es complicada debido a que la mayoría de la gente pasa mucho tiempo fuera del hogar, sin posibilidad de alimentarse en casa y rodeada de comida chatarra”.
En el mismo sentido la OMS promueve la actividad física regular, que ayuda a mantener un cuerpo sano.
Varios países concentran más de 50% de la población obesa
De acuerdo con la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) estas son las naciones con más obesos del mundo:
Estados Unidos (38.2% de la población adulta).
México(32.4%).
Nueva Zelanda (30.7%).
Hungría (30%).
Australia (27.9%).
Reino Unido(26.9%).
Canadá (25.8%).
Chile (25.1%).
Finlandia (24.8%).
Alemania(23.6%).