ESTADOS UNIDOS APRUEBA EL TMEC

Es una buena noticia porque este tratado significará más confianza en México.

Norberto Vázquez
Política
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A pesar de que México cuenta con doce acuerdos de libre comercio con 46 países, por su volumen de negocios proyectados para el Tratado México, Estados Unidos y Canadá (TMEC) se perfila como el más importante para consolidarlo como el más trascendental del mundo con 22.2 billones de dólares anuales en intercambio comercial, de bienes y servicios e integrado por casi 490 millones de potenciales consumidores.

Un paso más lo dio esta semana el Senado estadunidense al aprobar por una clara mayoría de 89 votos a favor y apenas diez en contra el acuerdo comercial que en su país impulsa el presidente Donald Trump, con lo que finalmente se cuenta con la ratificación de ambas cámaras del Congreso de la Unión Americana.

Así ahora únicamente se necesita la firma en los próximos días del presidente Trump para que ese país dé por culminado su procedimiento legal para la ratificación del acuerdo comercial trilateral, considerado el más importante del planeta.

Y solo queda pendiente el aval del Parlamento de Canadá, que regresa a sus labores el próximo 27 de enero y que podría ratificar el TMEC durante el primer trimestre de este año, para que el acuerdo entre en vigor de manera integral.

Cabe recordar que México fue el primer país en aprobar en 2018 el nuevo convenio comercial —que reemplazará al Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) vigente desde 1994— y lo ratificó ya en el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, primero el 19 de julio y luego el 12 de diciembre pasado con algunos ajustes, ambas aprobaciones hechas por el Senado de la República.

Beneplácito

Inmediatamente después de la aprobación del TMEC por parte del Senado norteamericano el presidente López Obrador externó su beneplácito y señaló que así queda atrás una etapa importante ya que el acuerdo cuenta con el visto bueno de Estados Unidos. “Las expectativas de que el TMEC sea aprobado en Canadá son altas y descartó que exista problema alguno. Esto es algo muy significativo, es una buena noticia porque este tratado va a significar más confianza en México”.

El mandatario prevé que haya inversiones, se instalen empresas y se ofrezca trabajo con buenos salarios después de que el TMEC sea un hecho. “Que haya bienestar para nuestro país y para su pueblo: es lo que quería transmitirles”, dijo.

De manera conjunta las secretarías de Economía y de Relaciones Exteriores dieron “la bienvenida” a la aprobación del tratado. Con ello, indicaron, el acuerdo “superó su última fase de ratificación tras varios meses de negociación. El TMEC coloca a México como un socio comercial a la par de Estados Unidos y Canadá. Cuando sea instrumentado iniciará una nueva etapa de inversión y crecimiento para la región de América del Norte”.

Para los mexicanos “el tratado será un factor esencial para el crecimiento de las exportaciones, inversiones y generación de empleo, lo que incidirá en el desarrollo económico del país”, concluyeron.

Significado

Un informe revelado por el congresista Richard E. Neal, presidente del Comité de Medios y Arbitrios de la Cámara de Representantes de EU, y algunos datos divulgados en México por el senador Ricardo Monreal, explican los alcances y significado del acuerdo.

Destaca la industria automotriz: entre los cambios sobresalientes del nuevo acuerdo respecto del TLCAN se incluye el establecimiento de un cupo de dos millones 600 mil vehículos exportados a EU en caso de que Trump imponga aranceles de autos globales de 25% por motivos de seguridad nacional. La cuota permitiría un crecimiento significativo en las exportaciones de automóviles libres de aranceles desde Canadá, por encima de los niveles actuales de producción, de alrededor de dos millones de unidades.

Como contraparte para ser exportados sin aranceles se requerirá que 75% del vehículo haya sido producido en alguno de los tres países (el TLCAN exige 62.5%). Se trata del único tratado a escala mundial que fija reglas de origen para vehículos. Además 40% del costo del vehículo deberá provenir de plantas que paguen salarios de 16 dólares la hora, con lo que EU busca evitar la deslocalización de fábricas a zonas de bajo costo en México.

En cuanto a derechos laborales los sindicatos estadunidenses acusaban al TLCAN de haberle robado empleos al sector manufacturero debido a que la mano de obra mexicana es más barata.

La demócrata Nancy Pelosi había advertido que no admitiría el nuevo acuerdo a menos que fijase garantías de que México cumplirá las normas laborales. Para reducir estas preocupaciones nuestro país aumentó recientemente el salario mínimo y aprobó leyes que le dan más poder a los sindicatos y los trabajadores.

Estas nuevas disposiciones obligarán a que México cumpla con reformas laborales que ya aprobó y admita la verificación de sus estándares laborales de bienes y servicios, so pena de sanciones. La verificación estará a cargo de “expertos laborales independientes” y México no admitió la inspección de fábricas.

La solución de compromiso que se consiguió fue establecer mecanismos para forzar la aplicación de las obligaciones laborales del acuerdo, junto con la verificación de su cumplimiento por parte de expertos laborales independientes, según un informe publicado por el Comité de Medios y Arbitrios de la Cámara de Representantes.

No obstante el subsecretario y negociador comercial de México para América del Norte, Jesús Seade, subrayó que no habrá “inspectores” laborales sino paneles, algo “normal en acuerdos comerciales”, defendió.

Los “agregados laborales” tendrán su sede en México y proporcionarán información in situ acerca de las prácticas laborales de México, señala en tanto el documento de la Cámara de Representantes.

Para la AFL-CIO, la principal federación sindical de Estados Unidos, los cambios introducidos sobre el acuerdo del año pasado representan una “vasta mejora: por primera vez habrá estándares laborales de cumplimiento realmente obligatorio”, expresó Richard Trumka, presidente de esa organización.

En cuanto a medio ambiente los demócratas insistieron en incluir también severas normas ambientales y mecanismos para vigilar su cumplimiento. Al igual que en lo laboral el acuerdo crea “agregados ambientales” para México, quienes se ocuparán de vigilar sus leyes y reglamentos.

Sobre el acero, otro cambio introducido por EU, significó adoptar una definición más estricta de acero y aluminio en las reglas de origen automotriz para evitar, por ejemplo, que México incorpore como propias estas materias primas procedentes de China u otros países. México aceptó el compromiso de aumentar el contenido regional de acero y aluminio, pero fijando una moratoria de siete y diez años, respectivamente.

Para las biomedicinas las exigencias de los demócratas también lograron la eliminación de una norma que establecía un plazo de diez años de exclusividad para la producción de biomedicinas, lo que impediría el surgimiento de competidores de bajo costo. Esta cláusula, que según sus críticos solamente beneficiaba a las grandes farmacéuticas, quedó cancelada.

El gobierno de México celebró esta decisión porque la norma local actual establece ese periodo de exclusividad por solamente cinco años, lo que permite una introducción más rápida de versiones genéricas del mismo medicamento y, por tanto, el abaratamiento de los precios.

Respecto de la solución de controversias, por insistencia de Canadá, EU admitió mantener el sistema de solución de diferencias entre los socios antes conocido como Capítulo 19, pero se introdujeron algunos cambios en el mecanismo conocido como Solución de Controversias Inversores-Estado. Los críticos indican que eso permite a empresas e inversores poderosos invalidar leyes o sentencias locales por medio de un mecanismo no sujeto a arbitrajes que demanden responsabilidad.

Y sobre el comercio digital, cuando nació el TLCAN en 1994 este casi no existía, pero cinco lustros después se convirtió en un factor clave de negociaciones para el nuevo acuerdo: el TMEC prohíbe aplicar derechos aduaneros a bienes distribuidos digitalmente, como software, juegos, libros, música y películas.

También restringe la potestad de los gobiernos de forzar a las compañías a revelar la propiedad del código fuente o imponer restricciones sobre dónde pueden ser almacenados los datos.

En torno de la cláusula china incluida en el acuerdo se incluye una disposición que parece pensada para impedir que México o Canadá busquen un acuerdo mejor con Pekín: si un signatario busca un acuerdo de libre comercio con una economía no considerada como “de mercado” —léase China— las otras partes pueden cancelar el acuerdo trilateral e instaurar uno bilateral.

Finalmente la llamada cláusula crepuscular determina que el nuevo acuerdo regirá durante 16 años pero se revisará cada seis; en tanto, si las partes deciden renovarlo regirá por otros 16 años, pero si surge un problema se abre un periodo de diez años para negociar una solución; y de no alcanzarse el TMEC expirará.

Comercio

De acuerdo con la embajada de México en EU las cifras ubican a nuestro país ya durante nueve meses consecutivos como principal socio comercial de la vecina nación del norte.

De enero a septiembre de 2019 el intercambio comercial entre ambos países ascendió a 464 mil 357 millones de dólares, lo que representó un incremento de 1.9 por ciento.

El mercado mexicano representó 14.9% del total de comercio exterior de Estados Unidos durante estos nueve meses, por arriba de Canadá (14.8%), China (13.5%), Japón (5.3%), Alemania (4.5%) y Corea del Sur (3.2%).

Durante el mismo periodo de 2018 la participación de México era de 14.6% y se encontraba en la tercera posición: primero figuró China, con 15.6%, seguida de Canadá con 14.9 por ciento.

Entre enero y septiembre del año pasado los envíos mexicanos a territorio estadunidense registraron cifras históricas al reportar un acumulado de 270 mil 252 millones de dólares, lo que significó un crecimiento anual de 5 por ciento.

En contraste el monto de las importaciones fue de 194 mil 104 millones de dólares, cifra inferior en 2.1% respecto del mismo periodo del año anterior, por lo que la balanza comercial reveló un superávit de 76 mil 148 millones de dólares a favor de México, 28.8% por arriba de lo observado entre enero y septiembre de 2018.

Un análisis de la Comisión de Comercio Internacional de EU señaló que en seis años el TMEC elevará el PIB real estadunidense en 0.35% y generará 176 mil puestos de trabajo, especialmente en el sector manufacturero. Además estimó que el nuevo pacto aumentará las importaciones estadunidenses desde Canadá y México, y en igual cantidad las exportaciones a esos mercados.

En 2017 Canadá y México fueron de los mayores socios de EU, que exportó bienes por 292 mil millones de dólares a Canadá y por 243 mil millones a México. En comparación EU exportó a China, su tercer mayor cliente, bienes por solo 130 mil millones de dólares. En tanto la primera economía global recibió productos de Canadá por 314 mil millones de dólares en 2017 y por 299 mil millones desde México.

Para los expertos la aprobación del TMEC por parte de Estados Unidos —aunque sigue la espera para que haga lo propio Canadá— y sus modificaciones en capítulos como reforma laboral, medio ambiente, comercio digital y biomedicina darán una mayor viabilidad al futuro de México, lo que traerá consigo la generación de una política económica que impulse el desarrollo del país para enfrentar con mejores posibilidades de éxito los grandes desafíos financieros del futuro inmediato.

Diferencias

La principal diferencia entre el TLCAN y el TMEC es el número de capítulos con los que cuenta cada tratado: el primero consta de 22, mientras el segundo se compone de 34.

Con la modernización del TLCAN se eliminan los capítulos 6, Energía y petroquímica básica; 8, Medidas de emergencia; y 9, Medidas relativas a normalización.

Por el contrario, se agregan diez capítulos: el capítulo 8, Reconocimiento de la propiedad directa, inalienable e imprescriptible del Estado mexicano sobre hidrocarburos; 12, Anexos sectoriales; 19, Comercio digital; 23, Laboral; 24, Medio ambiente; 25, Pequeñas y medianas empresas; 26, Competitividad; 27, Anticorrupción; 28, Buenas prácticas regulatorias; y 33, Temas de política macroeconómica y de tipo de cambio.

Comercio

Entre los principales productos que México exporta a Estados Unidos se encuentran los automóviles, aparatos de grabación o reproducción de audio y video, así como el petróleo.

Por otra parte a Canadá exportamos principalmente automóviles, aparatos de grabación o reproducción de audio y video, y mercancías para ensamble o fabricación de aeronaves.

Mientras tanto, desde Estados Unidos, México importa principalmente gasolina, diésel y gas natural; y desde Canadá semillas de nabo, aleaciones de aluminio y vehículos automóviles.

Negociación

La renegociación del TLCAN comenzó de manera formal el 18 de mayo de 2017, cuando el gobierno de Estados Unidos dio a conocer al Congreso de su país la intención de iniciar negociaciones con Canadá y México para modernizar el acuerdo; un día después publicó un resumen de los objetivos para la renegociación.

Estos incluyeron la adición de un capítulo sobre economía digital y la incorporación y fortalecimiento de las obligaciones laborales y ambientales que actualmente cubre el TLCAN.

La primera ronda de negociaciones tuvo lugar en Washington del 16 al 20 de agosto y fue el 30 de septiembre de 2018 cuando Canadá, EU y México acordaron la modernización del TLCAN con la firma del TMEC en el marco de la Cumbre de Líderes del Grupo de los 20 en Argentina.

Aquel día se estipuló que se necesitaría la ratificación del documento por los respectivos Congresos para que pueda entrar en vigor, y mientras México y EU ya lo ratificaron sigue rigiendo el TLCAN para el comercio trilateral, así como las reglas de la Organización Mundial de Comercio (OMC) para eventuales conflictos entre los socios, en espera que Canadá lo corrobore.