Por Félix Fuentes
El fallo de la juez décimo segundo de Distrito en materia administrativa para obligar al gobierno federal al suministro permanente de medicinas para niños con cáncer advierte la gravedad de los problemas en el sector salud, como el de la carencia de fármacos, entre otros.
La juez de referencia concedió una suspensión, de plano, a 65 familias que se acogieron a un amparo contra el desabasto de las medicinas oncológicas.
Aun con la decisión jurídica federal los mismos jefes de familia que recurrieron al amparo se preguntan qué sucederá si el gobierno carece de recursos económicos, como tantas veces se ha mencionado, para la adquisición de los fármacos.
En recientes semanas se desató una alarma general por la versión de que algunos laboratorios suspendieron las entregas de medicinas a los distribuidores porque no les eran pagadas. Y estos arguyeron que los directivos del sector salud son quienes no pagan.
El problema se agravó por la decisión oficial de adquirir los medicamentos de China e India, entre otras naciones, sin la supervisión sanitaria de autoridades de México.
Los propios distribuidores desataron la alarma de que los fármacos de países del Lejano Oriente no garantizan plenamente su utilidad y podrían causar peores males si son de mala calidad o están caducos.
El gobierno federal declaró que los fármacos orientales serán o son revisados por autoridades de prestigio mundial como la OMS. La respuesta fue que la OMS carece de facultades para realizar esa revisión.
Interviene la Función Pública
En tanto el gobierno del presidente López Obrador ordenó una vigilancia en los hospitales del país.
Durante un recorrido en los institutos de Neurología y Pediatría por la secretaria de la Función Pública, Irma Eréndira Sandoval, y el titular de Salud, Jorge Alcocer, una enfermera les dijo que en más de 30 años no faltaron guantes, batas, gasas, algodón, jabones y agua potable, como hoy sucede en los hospitales de ese sector.
En esa revisión se hizo ver a la señora Sandoval que en los nosocomios se habla mucho de una “mala administración” pero también de la falta de medicamentos e insumos básicos.
Doña Eréndira tomó nota de cuantas quejas escuchó y anunció muchas más visitas a los hospitales hasta lograr que se cumplan los servicios médicos y los suministros respectivos.
Se dijo que los problemas de salud vienen de anteriores sexenios y convino la secretaria de la Función Pública con el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en crear un “frente de combate global contra la corrupción” para lo cual habrá un permanente intercambio de información.
Se ha visto, por lo demás, que se supera el conflicto del gobierno federal con algunos gobernadores que se han negado a participar en el Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi), tras la afirmación del presidente de “o todo o nada”. Ciertos mandatarios estatales rectifican y el jefe del Ejecutivo federal les sugirió el diálogo común.
Si de diálogos se trata es importante realizarlos a la brevedad hasta lograr que el sector salud se recupere y tenga capacidad de pagar los sueldos a cuantos médicos se requieran y, a la vez, disponer de los recursos necesarios para la compra de medicinas suficientes y de calidad.
Debe tomarse en cuenta que con la salud no se juega.