Historia del primer hispano ejecutado en Texas; robó un six-pack

Jesse de la Rosa fue el primer hispano ejecutado en el estado de Texas en junio de 1985, luego de matar a un dependiente durante el asalto a un 7-Eleven en 1979.

David Moreno
Todo menos politica
De la Rosa siempre negó haber matado al encargado de la tienda, pero dijo que prefería morir antes de delatar al asesino
Foto: Departamento de Justicia Criminal de Texas

Jesse de la Rosa fue el primer hispano ejecutado en el estado de Texas en junio de 1985, luego de matar a un dependiente durante el asalto a un 7-Eleven en 1979. El único crimen que había cometido antes de ser arrestado por asesinato fue intrusión en propiedad ajena.

Según Charles Brisbee, un psicólogo que testificó en el juicio, De la Rosa poseía un nivel de inteligencia ubicado entre el retraso mental y debajo del promedio normal.

De acuerdo a las versiones oficiales De la Rosa mató de dos tiros en la cabeza a Masaoud Ghazali, un ex capitán de la Fuerza Aérea Iraní, y cuando se disponía a reclamar el botín no fue capaz de abrir la caja registradora, por lo que lo único que se llevó en su asalto fue un six-pack de cerveza.

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Sus huellas dactilares fueron encontradas en una lata en la escena del crimen, y en el cuarto frío, donde también fue hallado al día siguiente el cuerpo de Masaoud Ghazali.

En una tienda próxima Patricia Johnson también recibió dos disparos, pero sobrevivió para identificar a De la Rosa.

En la apelación que presentó su abogado, Ron Guyer, se incluyó nueva evidencia de que la noche del asalto había 3 personas, en lugar de 2, como se creía.

Un testigo declararía que De la Rosa no fue quien tiró del gatillo, sino su cómplice, Alcorta García, quien ahora cumple una sentencia de vida por otro crimen. Sin embargo la apelación fue rechazada y la fecha de ejecución fue fijada inicialmente para el 15 de mayo de 1985.

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De la Rosa siempre negó haber matado al encargado de la tienda, pero dijo que prefería morir antes de delatar al asesino.

De acuerdo al sitio murderpedia.org, las últimas palabras de Jesse de la Rosa fueron: “Cristo, perdona a mis hermanos y hermanas por los pecados que he cometido. Dios perdóname. Dios, doy mi vida por mis hermanos y hermanas”.

Al momento de su ejecución en el condado de Bexar, de la Rosa tenía 24 años. Fue el séptimo hombre ejecutado por inyección letal, luego de que la pena de muerte fuera declarada constitucional en 1976. También era la persona más joven ejecutada en ese momento.