Luego de que se estipuló que la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) entregará a laboratorios extranjeros permisos de importación de medicinas en dos días y certificados de condición sanitaria para medicamentos en cinco, la industria farmacéutica nacional afirmó que no le teme a la competencia porque sus medicamentos son de calidad y precio competitivos, pero demandó que el trato y el piso sean parejos para todos.
Por medio de la Asociación Mexicana de Laboratorios Farmacéuticos (Amelaf) la industria nacional del sector advirtió que ve con gran preocupación los resultados de la reunión celebrada hace unos días con la Oficina de Naciones Unidas de Servicios para Proyectos (UNOPS), en la que también participó la Cofepris, para informar sobre la licitación de medicamentos para el próximo año.
Y es que a decir de la Amelaf los datos que se proporcionaron concentran información orientada particularmente a farmacéuticas extranjeras, sin mencionar siquiera a la industria mexicana.
La agrupación señaló que la UNOPS indica que se promueve una competencia abierta y en igualdad de condiciones para el mercado mexicano e internacional, por lo cual es posible que en efecto el proceso de licitación se dé en igualdad de oportunidades y mismas reglas del juego para todos los interesados, pero la realidad es que las normas que favorecen a los laboratorios extranjeros impiden contar con verdaderas garantías para que haya piso parejo.
Alerta
La industria farmacéutica mexicana agregó que esas normas sin duda lastimarán sus operaciones y producción, lo que tendrá efectos y consecuencias en sus inversiones, constituyendo riesgos para los 100 mil empleos directos que genera el sector.
Cabe recordar que la UNOPS, a la que México le encargó la compra masiva de medicamentos de 2021 a 2024, publicó las bases de licitación pública internacional mediante la cual se adjudicarán poco más de mil claves de medicamentos de diversos grupos terapéuticos, como oncología, neurología, endocrinología, cardiología, ginecología, neumología, gastroenterología y hematología.
Ante ello se prendieron las alertas por parte de la industria farmacéutica nacional debido a que nadie garantiza la calidad de los medicamentos que entrarán a México el próximo año, además de que la Cofepris “ya está lista para autorizar todo lo que llegue al país sin mayor trámite”.
Juan de Villafranca Andrade, director ejecutivo de la Amelaf, expresó que a pesar de que en teoría la industria farmacéutica mexicana puede participar en esa licitación internacional no se ve con buenos ojos lo que está ocurriendo ya que a ellos se les ponen todo tipo de trabas para autorizarles trámites que llevan mucho tiempo, además de que la Cofepris ha encontrado la forma de cerrarles plantas a la menor provocación.
Por su parte el presidente de la Asociación Mexicana de Farmacovigilancia (AMFV), Josué Bautista, consideró que se abandonó a la industria farmacéutica nacional en lugar de fortalecerla.
Coincidió en el sentido de que la importación exprés de medicinas es inequitativa ya que a las farmacéuticas mexicanas les tardan hasta seis meses los registros sanitarios y deben cumplir con estrictos controles de calidad.
Además Bautista advirtió que la importación exprés puede afectar la salud de la población porque no se garantiza la calidad de los productos.
En este mismo sentido se pronunció Intercontinental de Medicamentos (Intermed), que reiteró su compromiso con la transparencia y rendición de cuentas, al mismo tiempo que señaló la importancia de considerar a las empresas farmacéuticas del país para fomentar el mercado interno y la creación de empleos para las familias mexicanas.
“Estamos convencidos de que se deben establecer mejores prácticas en el sector para eliminar la corrupción. La prioridad es que los pacientes y sus familias cuenten en tiempo y forma con los medicamentos que requieren”, detalló la empresa por medio de un comunicado.
En su oportunidad Patrick Devlyn, presidente de la Comisión de Salud del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), comentó que la industria farmacéutica establecida en nuestro país representa un sector que aporta importantes montos de inversión, es generadora de empleos y es contribuyente de impuestos.
Todo ello, dijo Devlyn, “nos invita a encauzarla para su éxito y también a efectuar las eventuales asignaciones de manera estratégica, de forma que esto maximice el impacto económico en beneficio de México”.
Iniciativa
Ante esta controversia el senador Miguel Ángel Osorio Chong propuso convertir a la Cofepris en una agencia descentralizada y con autonomía técnica, operativa, de gestión y presupuestal, lo que permitiría reducir la opacidad, hacer a la institución más eficaz, asegurar su efectiva transparencia, una mejor toma de decisiones y posicionarla a nivel internacional como un ejemplo en materia de salubridad y protección frente a riesgos sanitarios.
Precisó que las atribuciones de una Agencia Federal de Regulación sobre Riesgos Sanitarios serían las que actualmente desarrolla la Cofepris, pero se garantizaría su ejercicio autónomo, sin subordinación a la Secretaría de Salud.
Osorio Chong señaló que es imperativo que la Comisión Federal mute a una verdadera agencia del Estado mexicano ya que en últimas fechas el país se ha convertido en un paraíso para la ilegalidad por la limitada operación con la que cuenta.
Recordó que gran parte del personal con atribuciones de vigilancia se eliminó y hasta la fecha no se cuenta con personal con atribuciones necesarias para la emisión de registros sanitarios de medicamentos y dispositivos médicos, generando desabasto.
Puntualizó que las características otorgadas a una eventual Agencia Federal de Regulación sobre Riesgos Sanitarios vendrían aparejadas con una obligación de promover la rendición de cuentas y el combate a la corrupción en el quehacer público, mediante un sistema de prevención, investigación, detección y sanción de faltas administrativas o delitos relacionados con hechos de corrupción, entre otras medidas.