OMS: MÁS CONFINAMIENTOS NO SERVIRÁN PARA CONTROLAR LA PANDEMIA

Sin recursos no habrá un efectivo sistema de salud: urge reactivar la economía.

Ángel Hernández
Bienestar
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La Organización Mundial de la Salud (OMS) desaconsejó nuevos confinamientos ante la expansión de la pandemia de Covid-19 y apuesta por las pruebas de diagnóstico y el rastreo de los contagios, además de apelar por la responsabilidad de la población para que observe las medidas de distanciamiento físico, higiene exhaustiva y empleo de la mascarilla en aquellos países con uso obligatorio.

El encargado de la OMS para el coronavirus en Europa, David Nabarro, afirmó que debe evitarse la tentación de aplicar nuevos confinamientos como “método principal” o como estrategia inmediata.

Nabarro aseguró que el único momento para justificar un confinamiento obligatorio será “para ganar tiempo” a fin de reorganizar, reagrupar y reequilibrar los recursos, porque los trabajadores sanitarios “estén agotados” o bien los hospitales “estén desbordados”.

La reactivación se ha convertido en una urgente necesidad debido al desastre humano y económico generado por el virus SARS-CoV-2, ante lo cual se hace necesario abrir las actividades para retomar el crecimiento lo más rápido posible y evitar mayores daños, en especial a la población más vulnerable.

Si bien en una primera etapa del confinamiento en varios países se controlaron los contagios con la aplicación de pruebas y rastreos, en la actualidad los casos positivos alcanzan niveles máximos y los rebrotes en naciones de Europa —como Francia y España— se agudizan.

Frente a esta situación los científicos y los organismos internacionales de salud coinciden en que el control de la pandemia solo podrá ser posible una vez que se cuente con una vacuna o se encuentre un tratamiento: mientras eso no suceda, afirman, la opción más viable y sensata es continuar con la reapertura sin descuidar los cuidados sanitarios que ya se ha visto funcionan, como distanciamiento social, lavado de manos frecuentes, uso de desinfectantes y protección con mascarillas.

Daños físicos y mentales

Pero la necesidad de regresar a las actividades y evitar nuevos confinamientos no se limita a la afectación a los sectores económicos ya que también causa graves problemas a la salud física y mental: un grupo de seis mil científicos en Estados Unidos firmó una petición para poner fin a los bloqueos por el nuevo coronavirus debido al daño irreparable que causan.Los signatarios expusieron que “como epidemiólogos de enfermedades infecciosas y científicos de salud pública nos preocupan mucho los impactos dañinos en la salud física y mental de las políticas vigentes de Covid-19 y recomendamos un enfoque que llamamos Protección enfocada”.En este sentido aseguraron que las políticas de bloqueo actuales producen efectos devastadores en la salud pública a corto y largo plazo.Altos costos

Los esfuerzos de la humanidad para tratar de contener la propagación del nuevo coronavirus detectado a finales de 2019 en Wuhan, China, propiciaron un confinamiento masivo y el cierre de casi la totalidad de las actividades: durante más de tres meses pararon la industria, el comercio, los vuelos comerciales, el turismo y la mayor parte de las labores de la humanidad.

El confinamiento al que se sometió el mundo para frenar la propagación del nuevo virus tenía el objetivo de proteger la salud de la población, pero esa medida trajo aparejado un alto costo humano, social y económico: ya suman más de un millón de muertos y los contagiados superan los 38 millones, aumentó el desempleo, colapsaron las cadenas productivas, entraron en crisis las finanzas de los gobiernos y las empresas, además de que genera un profunda recesión económica internacional que se prolongará durante varios años.

Ante este panorama inédito en por lo menos el último siglo se requiere de un gran esfuerzo global que permita reactivar la economía: la experiencia dejada por la pandemia es que las economías de la mayoría de los países no resistirán un nuevo encierro y paro de labores para detener los contagios.

El confinamiento masivo y la suspensión de actividades fue la respuesta de los científicos y los médicos para disminuir la propagación del Covid-19, meta que se logró en gran medida sobre todo en países de Oriente, como Corea del Sur y Japón, donde se pudieron controlar las zonas de contagios mediante la aplicación masiva de pruebas y seguimiento de casos con el uso de la tecnología.

También en Europa el confinamiento permitió que los contagios disminuyeran aunque no de manera rápida: antes de que hubiera una baja importante de casos positivos tuvieron lugar miles de muertes en Italia, España, Reino Unido y Francia, principalmente.

Estados Unidos, que pasó a ser el centro de expansión del nuevo coronavirus después de Europa, se resistió en un principio al cierre masivo de actividades pero al final con diversos niveles de intensidad en los estados y en medio de protestas de grupos que se oponían a ese medida detuvo su industria.

Por el incremento de contagios en México la Secretaría de Salud primero y el Consejo de Salubridad Nacional después determinaron el cierre de todas las actividades no esenciales, con lo que nuestro país también detuvo la mayoría de su producción industrial y actividades económicas.

Evitar un segundo cierre

Ante los estragos causados a las economías por el cierre de la producción industrial mundial la directora general de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), Carissa Etienne, aseveró que hay formas de controlar la transmisión con las medidas adecuadas sin “presionar todavía más” a la economía.

“Hay que reconocer que esta pandemia representa un golpe sin precedente para la economía y para la gente. Hay que seguir las pautas adecuadas para evitar nuevos confinamientos. Si se relajan las medidas pasa lo que está sucediendo en Europa”, asegura.

Funcionarios de la Organización Mundial de la Salud se manifiestan ahora contra nuevos cierres masivos de ciudades o de un país entero, porque está en juego una estela de mayor pobreza y la inminente quiebra de múltiples negocios y empresas.

David Nabarro, encargado de la OMS en Europa para el coronavirus, advierte que no se debe olvidar “que los bloqueos solo están haciendo que la gente pobre sea mucho más pobre. Las consecuencias de las restricciones no hay que menospreciarlas: están dejando más pobres”.

La intención es que la economía mundial registre un salto a partir del segundo trimestre de 2021 y de ahí el interés por que ante los rebrotes no se tome la decisión de volver a cerrar. “La pobreza en el mundo corre el riesgo de duplicarse y todo lo que esto implica, como elevar los niveles de desnutrición infantil y el abandono escolar. Es una catástrofe terrible”, añadió Nabarro.

Ya en la etapa final del año la preocupación de cara a 2021 se enfoca en el daño económico que provoca el efecto expansivo de la pandemia y el impacto de los cierres derivados de la primera ola: todos los organismos internacionales llaman a evitar que la segunda ola lleve a otro lockdown como medida.

Recuperación difícil y desigual

La detención de la maquinaria productiva a nivel internacional a causa del nuevo coronavirus dio paso a una histórica caída de la economía mundial, ahondó el desempleo y aumentó la pobreza, además de que se corre el riesgo de que produzca “una generación perdida” en los países de bajos ingresos.

El Fondo Monetario Internacional (FMI) resalta que la recuperación económica solo será posible si se supera la pandemia del nuevo coronavirus en todo el mundo y añade que si bien en los meses recientes la pandemia se ha vuelto menos terrible, mantiene su visión de que la actual será la peor recesión mundial desde la Gran Depresión de 1929.

Indica que tan solo en 2020 el crecimiento de la economía global retrocederá -4.4%, en tanto que para los próximos cinco años se estima que la crisis podría costar aproximadamente 28 billones de dólares en pérdidas de producción.

Para el organismo financiero internacional la recuperación será un “largo ascenso”, un viaje difícil, desigual, incierto y propenso a contratiempos, por lo que recomienda continuar con las medidas esenciales para proteger vidas y medios de subsistencia a través de la intensificación de las medidas sanitarias y mantener el apoyo fiscal y monetario a hogares y empresas, así como construir una economía más resiliente e inclusiva.

El debate entre la comunidad científica y los líderes internacionales respecto de si existen posibilidades de regresar a una vida que se parezca lo más posible a la que se tenía antes de la pandemia de Covid-19 se centra sobre todo en que ello será posible si existe una vacuna o se encuentra un tratamiento médico que evite la muerte de las personas contagiadas.

Golpe

Con precauciones y diferentes niveles de reactivación los gobiernos en Asia, Europa, Estados Unidos y Latinoamérica echan a andar su maquinaria industrial y el intercambio comercial, proceso de gran importancia en un entorno económico global en el que prevalecen las cadenas de producción regional y del que depende la movilización de los productos y mercancías que se producen en el mundo.

El Banco Mundial afirma que el nuevo coronavirus asesta un duro golpe a una economía que ya se encontraba frágil y considera que el alcance total del impacto humano y económico de la pandemia no se conocerá hasta dentro de un tiempo, aunque señala que el costo en ambos casos será alto.

Recuerda el BM que con el fin de controlar la propagación del virus a comienzos de abril unos 150 países cerraron escuelas y cancelaron eventos, mientras que casi 80 impidieron además actividades en los lugares de trabajo, en tanto que las restricciones a los viajes se generalizaron.

“Los confinamientos obligatorios, junto con el distanciamiento social espontáneo de consumidores y productores, causaron estragos en las actividades y el comercio mundial, y estuvieron acompañados de volatilidad en los mercados financieros y fuertes caídas en los precios del petróleo y los metales industriales”, apunta.

Sumado a lo anterior, subraya, las vulnerabilidades macroeconómicas preexistentes hacen que las economías de mercados emergentes y en desarrollo sean susceptibles de estrés económico y financiero. Incluso con el apoyo de políticas de apoyo las repercusiones económicas del Covid-19 “serán profundas”.

Confinamiento más light

En el marco de la reunión de otoño del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional los expertos convocados expusieron sus pronósticos para el próximo año acerca del impacto que tendrá el coronavirus en la economía global.

El FMI predice que el PIB mundial tendrá una recuperación de 5.2% para 2021, que estará condicionada a que no vuelvan a repetirse confinamientos que paralicen nuevamente a los sectores productivos.

Se esbozó un escenario sombrío con mayor pobreza, desigualdad, inequidad, desempleo, exclusión y hambre.

La directora gerente del organismo, Kristalina Georgieva, resumió con una metáfora el momento actual: “Cuanto más oscura la noche, más brillantes son las estrellas”.

Expuso que la curva de recuperación, la famosa V de rebote, no será ni tan pronunciada ni tan resistente ni homogénea para todos sino desigual y a varios ritmos.

Con todo, se espera que haya buenas noticias antes de que finalice el año acerca de la posibilidad de que al menos surja una vacuna efectiva contra el Covid-19.

Entonces ¿qué esperar en el futuro inmediato? Para el FMI el primer trimestre de 2021 será clave y reflejará el ritmo de decisiones que se tomen en la recta final de 2020.

Destaca que se debe estar atento a la situación de los países europeos más industrializados, inmersos hoy en la segunda ola de contagios y que corren el riesgo de cerrar otra vez sus actividades.

Ante esta posibilidad los líderes europeos coinciden en que se debería prever un confinamiento más light y selectivo, ante datos que dan cuenta de 500 contagios por cada 100 mil habitantes.

La OMS, a su vez, asevera que la clave es que ya se tiene información más amplia y certera de qué es el SARS-CoV-2, por lo que si la gente entiende que no puede hacer su vida como antes sino adaptarse a una nueva normalidad, no tiene por qué haber razón alguna para nuevos confinamientos y pueden prevalecer la responsabilidad, la detección temprana de los contagios, el rastreo de los contactos y la prevalencia de la higiene y la distancia física.

México: ligera mejoría

La pandemia de Covid-19 en México provoca una fuerte afectación en la economía, como la pérdida de más de un millón de empleos formales y doce millones de informales, así como afectaciones severas en los distintos sectores productivos, por lo que las expectativas de organismos internacionales como el FMI y el Banco Mundial pronostican una contracción profunda para el presente año.El Banxico expone a su vez que en el peor escenario la economía se hundiría 12.8%, lo que significaría su peor declive en casi nueve décadas. El mejor escenario tendría una recuperación tipo V con una caída de 8.8%; y un tercer escenario sería una recuperación tipo V profunda en la que se prevé una caída de 11.3 por ciento.El Banco Mundial estima una contracción de 10% para el presente año, de una proyección inicial de 7.5% hace unos meses, lo que significó un ajuste drástico del comportamiento de la actividad económica en México.

El FMI prevé una contracción de 9% de la economía nacional, con lo que si se suman las expectativas de Banxico y del BM se tendría un panorama de caída del PIB aproximada de 10% a causa del nuevo coronavirus, un panorama complicado para una economía como la mexicana, que ya venía mostrando una desaceleración desde 2019.

Pese a este panorama poco alentador los recientes informes del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) muestran la recuperación de una parte de las actividades industriales, como la construcción, que tuvo un incremento de 11.2% por cuarto mes consecutivo.

El Indicador Mensual de la Actividad Industrial (IMAI) avanzó 3.3% a tasa mensual en agosto, por debajo de 7.1 y 18.1% de los dos meses previos, lo que significa que la producción manufacturera continúa con un menor dinamismo.

Para los analistas las cifras económicas del país reflejadas en la información del INEGI representan buenas noticias porque hubo un crecimiento de 5% en agosto respecto de julio, lo que permitió una menor contracción y mejores perspectivas de avance en lo que resta del año.

¿Qué tan letal es el Covid-19?

Hasta mediados de octubre el coronavirus provocó más de un millón de muertos y superó los 38 millones de infectados, lo que significa que ni siquiera se ha enfermado el 0.01% de la población global, formada por siete mil 700 millones de personas, y la inmunidad que ha generado en diversos países apenas llega a 10% de los habitantes.Si se toma al mes de octubre de 2019 como referencia de los primeros contagios de SARS-CoV-2 en Wuhan, China, se tendría que desde esa fecha unas 104 mil 109 personas al día se contagiaron de Covid-19 en el mundo.

Hasta el momento la tasa de mortandad sigue siendo preliminar, por lo que no permite tener un acercamiento real respecto de otras enfermedades que suelen matar anualmente a los seres humanos para compararla con credibilidad.

Pero si las estadísticas muestran que la mortalidad permanece menor a los 1.5 millones de fallecidos en un año significaría que anualmente mueren más personas por diarrea en el mundo que por coronavirus.