AVITURISMO: OPORTUNIDAD PARA REACTIVAR EL ECOTURISMO POSCOVID

Tan solo en 2019 más de un millón de observadores de aves que recorrieron el país dejaron una derrama económica de 329 millones de dólares.

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Martha Mejía
Bienestar
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El aviturismo es el ecoturismo de observación de aves silvestres, una actividad que se realiza en todo México y que dejó una derrama económica de 329 millones de dólares en 2019.

De acuerdo con el reporte Riqueza alada: el crecimiento del aviturismo en México, que realizaron Defenders of Wildlife de México, la Universidad Autónoma de BCS, la Escuela Nacional de Estudios Superiores de Morelia y la organización ambientalista Teyeliz durante 2019 más de un millón 183 mil avituristas salieron a observar aves en toda la República.

Juan Carlos Cantú, director de programas de Defenders of Wildlife de México, explica en entrevista cómo esta actividad ha crecido de forma exponencial en el país ya que el número de avituristas aumentó 1,501% al pasar de 78 mil 829 avituristas en 2006 a un millón 183 mil 95 en 2019.

“México tiene mil 120 especies de aves. De hecho estamos en el décimo quinto lugar del mundo en cuanto a cantidad de especies de aves, pero también somos el sexto país respecto de especies de aves endémicas con 118. Es decir, especies que solo viven dentro de nuestro país. Existe una gran biodiversidad”, indica.

Gran potencial

De acuerdo con el especialista la observación de aves cobra mayor relevancia en la península de Yucatán, en el sudeste de Veracruz, en Chiapas y en Oaxaca, gracias al apoyo de grupos de monitoreo comunitario de aves, microempresas, organizaciones civiles, investigadores y técnicos especialistas.

Aun así señala que hace falta camino por recorrer para proyectar al aviturismo como una actividad catalizadora de la conservación ambiental y el desarrollo económico local.

“Mientras que en 2006 la inmensa mayoría de los avituristas eran extranjeros, para 2019 la mayoría fueron mexicanos y los extranjeros solo representaron 35%, aunque el número de avituristas extranjeros creció a 416 mil 576, donde predominan los avituristas provenientes de Estados Unidos, seguidos por los de Canadá”, puntualiza el informe.

En el territorio nacional los estados que tienen mayor derrama económica por esta actividad son Yucatán, Quintana Roo, Baja California Sur, Nayarit, Jalisco, Veracruz, San Luis Potosí y Chiapas. Los avituristas observan principalmente aves acuáticas y marinas en las costas del país, pero también pericos, guacamayas, aves rapaces y aves tropicales.

De acuerdo con Riqueza alada hace diez años el aviturismo era apenas practicado en San Blas, Nayarit, o en Los Cabos, Baja California Sur, pero ahora estos dos sitios se han transformado en polos de desarrollo e incluso la actividad comienza a crecer en estados como Sinaloa, Sonora y Durango.

Lo más destacable, apunta la investigación, es el empoderamiento de comunidades y emprendedores mexicanos que toman las riendas del aviturismo y promueven la conservación de aves con proyectos de investigación apoyados por las universidades autónomas mexicanas y con el respaldo de algunos gobiernos locales.

“Pese a las cifras tan positivas esta actividad todavía puede crecer más, porque resulta que somos vecinos del mayor mercado de aviturismo en el mundo, que es Estados Unidos; ahí hay más de 85 millones de observadores de aves. Ellos gastan anualmente en la observación de aves más de 40 mil millones de dólares y México es el mayor receptor de ecoturistas de ese país. De hecho México está dentro de las diez naciones que más turistas internacionales retienen anualmente. Y no nada más de Estados Unidos sino también de Europa y Asia. Se calcula que turistas de todo el mundo realizan más de tres millones de viajes anualmente para observar aves. Por ello México podría fácilmente ganar 500 millones anuales y, por ende, duplicar esa cifra en el corto plazo si se impulsara desde el gobierno federal el aviturismo en todo el país”, explica Juan Carlos Cantú.

Trabas

La Secretaría de Turismo afirma que la industria de turismo de naturaleza ha crecido a tasas sostenidas cercanas a 65% por año desde 2013. Tan solo en Estados Unidos se estima que habrá 150 millones de observadores de aves para 2060.

En este sentido, de acuerdo con los especialistas, México tiene un recurso natural en las aves silvestres que es la envidia de la mayoría de los países del mundo y el cual puede mantener una industria económicamente creciente para beneficio de las comunidades rurales, así como para la conservación de las aves silvestres y sus ecosistemas.

No obstante existen diversas trabas que podrían significar grandes obstáculos si no se logran atender a tiempo.

“Para empezar se requiere que la Sectur reconozca al aviturismo como una actividad económica importante en todo el país y lo promueva tanto a nivel nacional como internacional. Hay muchísimos países en el mundo, pero especialmente en Sudamérica y Centroamérica, donde sus gobiernos federales impulsan esta actividad con grandes campañas y acciones concretas. Por otro lado la Secretaría de Medio Ambiente también tendría que impulsar al aviturismo porque es una actividad de aprovechamiento no extractivo, está regulado por la Ley General de Vida Silvestre y toca a la Semarnat regularla, así como reglamenta la observación de ballenas, tortugas marinas, mariposa Monarca, entre otras especies. Pero además también le toca fomentar el aprovechamiento no extractivo y tampoco lo ha hecho”, expresa Cantú.

Comenta que “la realidad es que para poder hacer detonar a la observación de aves silvestres se requiere del apoyo del gobierno federal para instruir a los guías cómo hacerlo bien, se necesita regular y fomentar esta actividad por medio de normas oficiales mexicanas”.

Otro problema, agrega el especialista, es que el tipo de especies de aves a las que los avituristas son adeptos son principalmente los sitácidos, es decir, pericos y guacamayas. Se hace muchísimo aviturismo especialmente con las guacamayas, tanto por la roja como por la verde en estados como Nayarit, Jalisco, Oaxaca, Chiapas, Veracruz y San Luis Potosí. Sin embargo estas dos especies están en peligro de extinción, “por lo que hay que poner mayor atención en la conservación de estas y otras especies de aves”.

Covid y ecoturismo

Sin duda la llegada del coronavirus a nuestra sociedad ha cambiado la manera de hacer turismo de las personas. Ya desde hace tiempo el ecoturismo se había posicionado como uno de los estilos de turismo más solicitados, pero ahora con esta nueva situación son cada vez más los que apuestan por este tipo de viajes debido al interés por encontrar lugares aislados, no masificados, donde poder disfrutar de unos días de descanso. Esas razones hacen que el ecoturismo sea la apuesta para acoger nuevos adeptos.

“Esperamos que ahora que ya existen las vacunas, no nada más en México sino en todo el mundo, el turismo levante rápidamente. Estamos seguros de que la gente está desesperada por salir y que especialmente quieren salir a lugares abiertos y zonas naturales. Y de que por ello van a regresar inmediatamente a observar aves silvestres y por tanto se disparará el aviturismo en nuestro país. Esa es la apuesta pero definitivamente debemos estar preparados para ello”, finaliza el especialista.