Las instituciones financieras necesitan incorporar los riesgos físicos y de transición hacia una nueva economía resiliente y baja en carbono

Con gran éxito concluyó el Festival de Financiamiento Verde e Incluyente 2022

Redacción
Bienestar
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Foto: GIZ México

Concluyó la tercera edición del Festival de Financiamiento Verde e Incluyente 2022 organizado por la Cooperación Alemana al Desarrollo Sustentable (GIZ) en México y el Tecnológico de Monterrey, donde se abordaron y analizaron temas como el impulso al financiamiento a mujeres empresarias; las juventudes ante las finanzas verdes; el financiamiento de energía solar térmica; el compromiso del financiamiento climático hacia la COP27; la inversión sustentable en estados y municipios; mecanismos de pagos por resultados, entre otros.

Durante tres días y de manera híbrida con alrededor de 100 panelistas y más de 2 mil asistentes en línea en México y otros países de América Latina, el Caribe, así como de España y Alemania, se llevó a cabo un intercambio de conocimientos de actores clave.

Por parte de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) participaron como ponentes el Subsecretario Gabriel Yorio, la Directora General de foros multilaterales y fondos verdes, Laura Aguirre, y el Director de Estabilidad Financiera, Arturo Sosa; de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT), asistió el Director de Financiamiento Climático, Eduardo García; y del Banco de México Rafael del Villar, Director de Análisis y Políticas de Riesgos Ambientales y Sociales; entre otras personas especialistas de la sociedad civil, academia y empresarios, por mencionar algunos.

Alicia Galindo Manrique; directora del programa de licenciatura en contabilidad pública y finanzas del Tec de Monterrey mencionó que de seguir las tendencias actuales de emisiones de gases efectos invernadero, incrementarán 130 millones de personas en situación de pobreza para el año 2030. A su vez, mencionó que: “hay que considerar otros costos difíciles de calcular como son los costos crónicos cómo es la baja en la rentabilidad agrícola o la baja en la productividad laboral causada por el aumento de las temperaturas”.

En la mesa sobre “Desarrollo de taxonomías verdes y sustentables en la región” las y los panelistas expusieron el papel que juegan las taxonomías sustentables en las economías en la región de América Latina. Santiago Lorenzo; jefe de la unidad de economía del cambio climático de la CEPAL, señaló que las taxonomías son la piedra fundacional de un sistema financiero verde y sostenible y que son un instrumento para el desempeño y no de impacto. En la política pública son una herramienta de largo plazo para la movilización de capitales a objetivos nacionales y dentro del sector privado representan un instrumento de análisis, gestión de riesgo y atracción de inversores.

Cabe señalar que, como parte central del festival, se contó con la presencia de las juventudes seleccionadas por sus proyectos en cuanto a la innovación, inclusión social y trascendencia ante la acción climática, mostrada a través de la convocatoria lanzada como parte del festival llamada: “Juventudes en Acción por las Finanzas Verdes”. En esta convocatoria las juventudes ganadoras fueron: Daisy Alvarez por el proyecto Construyendo espacios verdes y sustentables para todes, Graciela Rivera con el proyecto EnerYou, Daniela Carreón con el Proyecto ETF Verde e Iván Mendoza por el proyecto en comunidades Mazahuas SMAR JÑatjo,o.

“Las nuevas generaciones tienen que entender que hay una crisis existencial del planeta. Las implicaciones de un cambio estructural en la economía del país, en el paradigma de la competitividad y como en ese contexto se tiene que aprender a hacer las cosas de una manera diferente para generar una economía amigable con el medio ambiente y poder enfrentar así la emergencia climática”. Señaló Rafael del Villar, director de Análisis y Políticas de riesgos ambientales y sociales del Banco de México.

Durante la mesa “Alianzas para impulsar la ambición en la acción climática”, Álvaro Luna; asesor principal la Alianza Mexicana-Alemana de Cambio Climático de la GIZ México, dio a conocer que en cuanto al reverdecimiento del sistema financiero, la Alianza Climática desarrolla cinco ejes de apoyo técnico junto con el Gobierno de México: desarrollar un concepto de financiamiento climático; impulsar instrumentos financieros públicos; fortalecer al sector privado en la gestión de riesgos; apoyo a emprendimientos socioambientales en el territorio y apoyo a la banca mexicana en la transición y fortalecimiento del financiamiento climático.

Por su parte Gabriela Niño; asesora técnica y experta en financiamiento climático en la GIZ México expuso cómo se moviliza el financiamiento para lograr los objetivos climáticos de México y cuáles son las líneas estratégicas sobre financiamiento climático y sostenible en los que el Gobierno de México y Alemania coinciden.

Incentivar el desarrollo de capacidades en el sector financiero y no financiero para la integración de los riesgos físicos derivados del cambio climático. Seguir apoyando a la SHCP en el marco del comité de finanzas sostenibles la implementación de una taxonomía sostenible. Apoyar a los reguladores a que la información ambiental sirva para la toma de decisiones financiera. Crear condiciones habilitadoras para movilizar de forma más efectiva capital público y privado para la atención de los efectos del cambio climático y la inclusión social. Promover, mejorar o escalar el impacto de los mecanismos financieros de Blended Finance en sectores económicos estratégicos. Fortalecer los lazos para reducir las brechas de desigualdad en las mujeres, promoviendo la inclusión y la promoción de la mujer en puestos de toma de decisiones. Finalmente promover el uso de herramientas digitales en el sistema financiero a través de la inclusión financiera.

Rafael del Villar; director de análisis y políticas de riesgos ambientales y sociales del Banco de México, comentó sobre “las implicaciones de un cambio estructural en la economía del país, en el paradigma de la competitividad y como en ese contexto se tiene que aprender a hacer las cosas de una manera diferente para generar una economía amigable con el medio ambiente y poder enfrentar así la emergencia climática.

Concluyó que las nuevas generaciones tienen que entender que hay una crisis existencial del planeta. El cambio tiene que lograr la transición de ir estableciendo una hoja de ruta a nivel global a través de principios, taxonomías, de análisis de escenarios, de divulgaciones y de estándares de información para poder caer en un paradigma diferente en donde la función de la producción típica no es solamente capital y trabajo, sino debe ser capital, trabajo y capital natural. Además de buscar soluciones basadas en la naturaleza.

Laura Aguirre, directora General de foros multilaterales y fondos verdes de la SHCP, habló sobre “la importancia de apalancar fondos verdes provenientes de los mecanismos internacionales. Por ello es muy importante movilizar recursos con criterios ambientales, sociales y de gobernanza. Para alcanzar los objetivos se requiere de un esfuerzo coordinado y global que incorpore tanto a gobierno como a sector privado, sociedad civil y cooperación internacional”, concluyó.

Por último, Philipp Schukat, de la GIZ México durante la clausura identificó dos conclusiones claves: en la primera señaló que ya tenemos la innovación tecnológica, pero un punto clave es cómo financiamos esta transición ecológica y reducir las brechas sociales que existen. La segunda conclusión es la importancia de la cooperación multiactor entre gobiernos, sociedad civil y empresas para lograr los objetivos globales.