Para evitar manchas, cicatrices permanentes o desarrollar afectaciones en la salud mental por defectos percibidos en la apariencia corporal hay que acudir al dermatólogo.
El acné es un trastorno de la piel que ocurre cuando los folículos pilosos se tapan con grasa y células cutáneas muertas. Causa puntos blancos, negros o granos. Esta condición dermatológica es más frecuente entre adolescentes, aunque puede afectar a personas de todas las edades. Según su gravedad, el acné puede causar sufrimiento emocional y dejar cicatrices en la piel. Cuanto antes se inicie el tratamiento, menor será el riesgo de sufrir marcas permanentes.
Si no se acude a un especialista de manera oportuna el acné —que afecta a nueve de cada diez adolescentes— puede causar daños graves e irreversibles; e incluso provocar dismorfia corporal, un trastorno mental donde no se puede dejar de pensar en la mala apariencia, lo cual genera angustia y ansiedad a los pacientes, alerta la doctora Rossana Llergo, de la Fundación Mexicana para la Dermatología (FMD).
De acuerdo con la dermatooncóloga, para evitar manchas, cicatrices permanentes o, lo que es peor, desarrollar dismorfia corporal, se debe acudir al dermatólogo en los primeros síntomas de acné. “El especialista indicará el mejor tratamiento para así controlar las lesiones y evitar que los daños colaterales sean mayores”, añade.
Llergo Valdez recomienda, de la mano con el tratamiento dermatológico, consultar a un profesional de la salud mental “cuando la preocupación por la apariencia o los pensamientos excesivos pueden ser tan difíciles de controlar que causan una gran angustia o problemas en el desarrollo social, laboral, escolar y otras áreas de la calidad de vida del paciente y así tener una atención integral de la salud”.
No solo los jóvenes sufren acné, refiere, puesto que tiene una evolución variable y puede aparecer desde la adolescencia hasta la edad adulta, con cuadros leves o muy agresivos. “El tipo de tratamiento a seguir dependerá de las características particulares de cada persona. Además, se evalúa si existen cicatrices que requieran de la combinación de dos o más técnicas para mejorar su aspecto”.
Hay cuatro factores principales que causan el acné: exceso de producción de materia grasa (sebo); folículos pilosos obstruidos por materia grasa y células muertas de la piel; bacterias; e inflamación.
El acné suele aparecer en la cara, la frente, el pecho, la parte superior de la espalda y los hombros porque estas áreas de la piel tienen la mayor cantidad de glándulas sebáceas. Los folículos pilosos están conectados a las glándulas sebáceas.
Dice la especialista en salud de la piel que es posible que la pared del folículo sobresalga y se forme un punto blanco. O puede que el tapón se abra a la superficie, se oscurezca y forme un punto negro. Un punto negro puede parecer suciedad incrustada en los poros, pero en realidad el poro está lleno de bacterias y materia grasa que se oscurece cuando se expone al aire.
Los granos son puntos rojos que sobresalen con un centro blanco y aparecen cuando los folículos pilosos bloqueados se inflaman o se infectan con las bacterias. La inflamación y las obstrucciones profundas dentro de los folículos pilosos producen protuberancias similares a quistes debajo de la superficie de la piel.

Por lo general, no hay otros poros de la piel (que son las aberturas de las glándulas sudoríparas) relacionados con el acné.
Los factores que pueden desencadenar o empeorar el acné incluyen cambios hormonales, que aumentan en los jóvenes durante la pubertad y hacen que las glándulas sebáceas se agranden y produzcan más sebo. Los cambios hormonales durante la madurez, especialmente en las mujeres, también pueden provocar brotes.
Igualmente, ciertos medicamentos. Los ejemplos incluyen fármacos que contienen corticosteroides, testosterona o litio.
Además, la alimentación: estudios indican que el consumo de determinados alimentos, incluidos aquellos ricos en carbohidratos como panes, galletas, pasteles y papas fritas, pueden empeorar el acné. Aunque se necesitan más estudios para evaluar si las personas con acné se beneficiarían con algunas restricciones específicas de alimentación.
Y finalmente el estrés, que no causa acné, pero si se presenta puede empeorarlo.
Cicatrices
Respecto de las cicatrices o marcas la doctora Susana Canalizo, presidenta de la FMD, explica que “aquellas denominadas como de tipo picahielo son las más difíciles de tratar; son más comunes en pacientes que presentan acné severo, ya sea de tipo conglobata o inflamatorio; este último es de mayor cuidado porque deja secuelas graves en los pacientes y amerita incluso tratamientos específicos con algunos tipos de esteroides para minimizar el problema”.
Aclara que los exfoliantes que se utilizan contra el acné producen inflamación y pueden dejar secuelas pigmentarias, por lo que siempre se debe utilizar el filtro solar a la par del tratamiento que el médico indique y así evitar la aparición de manchas por uso de medicamentos como ácido salicílico o retinoides tópicos, los cuales pigmentan al mismo tiempo que producen una ligera descamación en la piel. “De ahí que sea el médico dermatólogo el único capaz de indicar los tratamientos y cuidados a seguir”.
Las especialistas de la FMD comparten principios básicos contra el acné para evitar manchas y cicatrices: evita tocar la piel; al “exprimir” granos o espinillas se promueve la aparición de cicatrices y manchas por hiperpigmentación; aseo; de acuerdo con el tipo de piel y las necesidades del paciente, el dermatólogo indicará el tipo de dermolimpiador y frecuencia con la que se deben limpiar las zonas afectadas; protector solar; además del tratamiento, usar un bloqueador que proteja la piel de la radiación ultravioleta y evite que se pigmente por el proceso inflamatorio.
Por último, las dermatólogas hacen hincapié en señalar que deben evitarse remedios caseros que lejos de ayudar pueden agravar la salud de quienes padecen acné. También la automedicación y hasta la limpieza excesiva pueden complicar gravemente un cuadro de acné, por lo que insisten en la conveniencia de acudir con un especialista.
Mitos
• Chocolate Comer chocolate o alimentos con alto contenido graso tiene muy poca o ninguna incidencia sobre el acné.
• Higiene La piel sucia no provoca acné. De hecho, frotar la piel con demasiada fuerza o limpiarla con sustancias químicas o jabones fuertes irrita la piel y puede empeorar el acné.
• Cosméticos Los cosméticos no siempre empeoran el acné, especialmente si usas maquillaje sin aceite que no tapa los poros (no comedogénicos) y te quitas el maquillaje con regularidad. Los cosméticos que no contienen aceite no interfieren en la eficacia de los medicamentos contra el acné.
Fuente: Mayo Clinic