Analgésicos: ¿Cuál medicamento de venta libre es el indicado para ti?

Los analgésicos de venta libre, también conocidos como analgésicos OTC, son medicamentos que puedes comprar sin receta

unnamed - 2025-12-02T140447.163.jpg
Flow
Bienestar
Compartir

CDMX. 2 de diciembre de 2025. Hoy en día, puedes conseguir aspirina a muy bajo costo, y el alivio para la fiebre, el dolor de cabeza y otras molestias está a solo una o dos pastillas de distancia. Un vistazo al pasillo de analgésicos basta para notar que la aspirina ya no está sola. Medicamentos como ibuprofeno, naproxeno y acetaminofén —comercializados bajo varias marcas— han ampliado enormemente nuestras opciones. Pero, irónicamente, también han hecho que elegir el mejor sea un dolor de cabeza en sí mismo.

¿Hay alguno que funcione mejor? ¿Y existe una opción correcta o incorrecta según tu estado de salud? Sí, dice el Dr. Sreedhar Gottiparthy, médico de atención primaria en el Hospital Houston Methodist, quien nos ayuda a entender los riesgos y beneficios de los analgésicos de venta libre.

“El dolor es una sensación desagradable que puede presentarse de muchas formas e intensidades, y nadie lo experimenta igual”, explica el Dr. Gottiparthy. “Mucha gente toma lo que conoce por amigos, familiares o comerciales. Pero tomar demasiado de un solo tipo o el equivocado según tu condición puede causar efectos secundarios importantes”. En un mundo donde todos sentimos dolor de vez en cuando, es clave saber cuáles son tus opciones para aliviarlo y qué cosas podrían hacer más daño que bien según el caso.

Comparando los analgésicos de venta libre más comunes

Los analgésicos de venta libre, también conocidos como analgésicos OTC (por sus siglas en inglés), son medicamentos que puedes comprar sin receta. Te sorprendería saber que literalmente cientos de medicamentos de venta libre —incluidos muchos para resfriados y gripes— contienen al menos un ingrediente para el alivio del dolor. Pero, a pesar de cuántos productos hay, en realidad solo existen tres categorías principales: acetaminofén, antiinflamatorios no esteroideos (AINEs) y lidocaína.

Acetaminofén: Beneficios, usos y efectos secundarios

El acetaminofén (conocido también como paracetamol) ayuda a aliviar el dolor y reducir la fiebre. Es la opción que el Dr. Gottiparthy recomienda como primera elección cuando se trata de analgésicos de venta libre. “Generalmente es buena idea comenzar con algo como el acetaminofén, que tiene menos efectos sobre el estómago y los riñones que los AINEs”, explica. “De hecho, cualquiera que esté pensando en tomar un AINE por primera vez debería hablar con su médico antes, incluso si va a usarlo solo por unos días”.

Con el acetaminofén, la línea entre aliviar el dolor y causar daño hepático es más delgada de lo que parece. Una sobredosis es una de las causas más comunes de insuficiencia hepática aguda en países como Estados Unidos. Las personas con problemas hepáticos o que toman anticoagulantes como warfarina deben evitarlo. El Dr. Gottiparthy recomienda no superar los 4,000 miligramos por día, lo que equivale a ocho tabletas extra fuertes. Y si tu médico te receta algo, asegúrate de contarle qué medicamentos de venta libre estás tomando.

“Es importante hablar con tu médico sobre todos los medicamentos que tomas sin receta”, afirma. “A veces los pacientes ya están tomando acetaminofén, y el médico puede recetar otro que también lo contenga, y así se supera fácilmente la dosis diaria recomendada”.

AINEs: Beneficios, usos y efectos secundarios

Los antiinflamatorios no esteroideos (AINEs) funcionan bloqueando enzimas específicas que causan inflamación, dolor y fiebre. De este grupo, solo tres están disponibles sin receta: aspirina, ibuprofeno y naproxeno.

La aspirina merece atención especial

“Mucha gente no sabe que no debe tomar varias tabletas o dosis altas a la vez”, sostiene el Dr. Gottiparthy. La FDA recomienda no tomar más de 650 mg cada 4 horas o 975 mg cada 6 horas —o sea, máximo dos tabletas normales cada 4 horas, o dos extra fuertes cada 6. Esto importa porque, a diferencia del ibuprofeno y el naproxeno, la aspirina puede provocar una sobredosis irreversible.

Por cómo se descompone en el cuerpo, no hay forma de revertir el efecto si tomas de más. Si crees que tomaste demasiada aspirina, no intentes automedicarte. Busca atención médica inmediata. Lo más probable es que te administren carbón activado, que impide que el cuerpo absorba la aspirina y reduce el daño.

La aspirina tiene efectos distintos según la dosis. En grandes cantidades sirve como analgésico, antiinflamatorio y antipirético. Pero en dosis bajas (como las tabletas de 81 mg o “aspirina infantil”), se usa a largo plazo para prevenir infartos y ACV, gracias a su efecto antiplaquetario, que disminuye la formación de coágulos.

Eso sí: aunque todos los AINEs pueden causar efectos gastrointestinales, el efecto antiplaquetario de la aspirina aumenta aún más el riesgo de sangrado estomacal.

Ibuprofeno y naproxeno: Menos efectos secundarios, pero aún con riesgos

Aunque el ibuprofeno y el naproxeno suelen tener menos efectos secundarios que la aspirina, aún pueden provocar los problemas típicos de los AINEs. “Tomar mucho ibuprofeno o naproxeno durante mucho tiempo sin saber cuál es la causa del dolor puede llevarte a efectos no deseados”, afirma el Dr. Gottiparthy. “Desde problemas en los riñones, gastritis, hasta sangrado gastrointestinal”. “La etiqueta que dice ‘no exceder’ es súper importante seguirla”, señala, “pero también hay que considerar el tiempo de uso. Estos medicamentos no se deben tomar por períodos prolongados”.

Cuidado si tomas medicamentos para la presión

El Dr. Gottiparthy advierte que las personas que toman medicación para la presión arterial deben tener especial precaución con los AINEs. “Quienes tienen problemas de presión o de riñones no deberían tomar AINEs sin hablar con su médico”, apunta. “Pueden interactuar con diuréticos, inhibidores de la ECA (enzima convertidora de angiotensina) o bloqueadores del receptor de angiotensina, y causar insuficiencia renal, incluso en dosis pequeñas”.

No informar que estás tomando AINEs puede generar una combinación peligrosa de tres medicamentos (AINE + inhibidor de la ECA o bloqueador de angiotensina + diurético), conocida como la “triple amenaza” para los riñones. “Incluso tomar solo dos de estos tres ya puede ser riesgoso”, aclara el Dr. Gottiparthy.

“Y lo más difícil es que no es algo dependiente de la dosis — incluso dosis bajas de AINEs pueden ser peligrosas si se combinan con estos otros fármacos, salvo que el médico lo autorice”. “Incluso si tomaste un AINE solo una vez para el dolor de cabeza, deberías informárselo a tu médico”, insiste.

Por eso, el Dr. Gottiparthy recomienda elegir acetaminofén siempre que sea posible.

Lidocaína: Otra forma de alivio que vale la pena considerar

Si tienes dolor muscular, en la espalda o en las articulaciones por artritis, la lidocaína puede ser una buena alternativa a tomar pastillas. Es un anestésico local que se aplica sobre la piel y bloquea las señales de dolor que van al cerebro. Funciona de forma diferente al acetaminofén o los AINEs, lo cual puede ser una ventaja. “La lidocaína es muy útil, sobre todo en personas mayores o que toman muchos medicamentos”, comenta el experto.

“Ayuda a reducir la cantidad de pastillas que necesitas tomar y es una alternativa segura a los AINEs si tienes efectos secundarios digestivos”. “Así que, sola o en combinación, la lidocaína puede ser una gran ayuda”, afirma. Viene en forma de gel o parches que puedes aplicar directamente en la zona con dolor.

¿Se pueden combinar medicamentos? Sí, pero con cuidado Entonces, ¿qué pasa si mezclas un poco de esto y un poco de aquello? La respuesta: sí se pueden combinar, pero hay que tener cuidado, reitera el doctor. “El acetaminofén con ibuprofeno o naproxeno se ha combinado desde hace tiempo, incluso en algunos países venden esta combinación ya hecha”, comenta. “Pero yo no suelo recomendarlo, y por suerte, no muchas personas lo hacen”.

En cambio, si tomaste acetaminofén y el dolor o fiebre continúa, podrías tomar un AINE como ibuprofeno o naproxeno algunas horas después, sostiene el médico. “Mucha gente ya sabe que no debe excederse con un solo medicamento”, comenta. “Por eso eligen tomar ambos: uno con acetaminofén y otro con ibuprofeno o naproxeno”.

Evita combinar AINEs entre sí

Aunque puedes combinar acetaminofén con AINEs, no deberías combinar dos AINEs de venta libre, como aspirina e ibuprofeno. Algunas combinaciones pueden reducir la eficacia de ambos medicamentos y aumentar el riesgo de irritación estomacal o sangrado.

Las marcas no importan tanto

“Las versiones genéricas no son inferiores a las de marca”, explica. “Mientras estés en un país con buenos estándares médicos, es difícil que lleguen al mercado productos de baja calidad”. La FDA lo deja claro: los medicamentos genéricos funcionan igual que los de marca. Deben tener la misma dosis, seguridad, eficacia, potencia, estabilidad, calidad y forma de uso. Dicho eso, es útil recordar qué contiene cada marca:

  • Tylenol = acetaminofén
  • Advil y Motrin = ibuprofeno
  • Aleve y Naprosyn = naproxeno
  • Bayer = aspirina

Cuando el alivio del dolor ya no es de venta libre

Todo lo que mencionamos hasta ahora se refiere a medicamentos para dolores pasajeros. Pero, ¿cuándo es necesario algo con receta? Curiosamente, las mismas civilizaciones que descubrieron la corteza de sauce como precursora de la aspirina, también encontraron otra planta poderosa: la amapola, de donde se extrae el opio —hoy conocido como un narcótico altamente adictivo. Por suerte, la medicina moderna ofrece muchas más opciones.

“El tratamiento depende del tipo de dolor, su causa, la intensidad, las condiciones del paciente y cuánto tiempo se planea tratar”, explica el Dr. Gottiparthy del Hospital Houston Methodist. “El dolor nervioso, por ejemplo, muchas veces no requiere narcóticos ni AINEs con receta. En esos casos usamos medicamentos como gabapentina o pregabalina”.

Dolor de espalda, codos, jaquecas o dolor nervioso son ejemplos de molestias recurrentes que conviene consultar con un médico. “Si el dolor aparece en la misma zona más de un par de veces”, afirma el doctor, “vale la pena que lo revise un profesional, aunque por ahora se te esté aliviando con medicamentos de venta libre”.

×