CDMX. 10 de diciembre de 2025. La época decembrina es un buen momento para compartir y pasar tiempo en familia, además de celebrar y pensar en los regalos para amigos y familiares. Cada año, durante esta temporada, aumenta la entrega de animales de compañía como regalos sorpresa. Aunque la escena pueda parecer entrañable, muchas veces esta práctica se debe a compras impulsivas y decisiones no consensuadas, que en la mayoría de los casos se convierte en una situación desafortunada para los animalitos porque terminan en abandono.
Adquirir un animal de compañía o regalarlo en esta época puede tener diversas complicaciones, si no se razonó previamente. La Dra. Claudia Edwards, directora de programas de Humane World for Animals México, nos da tres consideraciones a tomar en cuenta para no regalar animales en estas fechas:
1) NO SON JUGUETES U OBJETOS: Son seres vivos con necesidades físicas, emocionales y sociales. Estarán con la familia por lo menos de 10 a 15 años en el caso de un perro. Si se trata de un gato, puede vivir más de 16. Esto implica una gran responsabilidad y compromiso para mantenerlos en condiciones óptimas. No se les puede dejar o “botar” cuando se aburran de ellos.
2) LA FAMILIA NO ESTÁ PREPARADA: Muchos de los animales que terminan en situación de calle es por consecuencia de una compra por impulso, en la que no todos los integrantes de la familia están de acuerdo. Regalar un animal sin consultar al futuro responsable puede dificultar una convivencia adecuada y, en el momento en que pase la euforia, derivar en problemas de conducta, falta de cuidados y en el abandono. Un regalo sorpresa no permite evaluar si el hogar está preparado para tener a un integrante más de la familia.
3) COMPROMISO QUE DURA MÁS QUE UNA FIESTA: Adoptar o comprar un animal de compañía implica responsabilidades que se extienden más allá del entusiasmo navideño. La familia debe estar consciente que una alimentación de calidad, revisiones veterinarias, vacunas, esterilización, educación, tiempo de paseo o enriquecimiento ambiental forman parte de una rutina diaria y de un presupesto que se debe prever por mucho tiempo. Debe prepararse también para las eventualidades como las vacaciones, el periodo de destrucción normal de los cachorros, enfermedades o emergencias.
El estilo de vida de una familia también debe ser considerado para poder decidir si es momento de compartir la vida con un animal de compañía, si se tiene el tiempo, espacio y recursos económicos suficientes para destinarlo al cuidado de un ser vivo, sobre todo con aquellos animales que pueden requerir de más cuidados, como perros y gatos con hocicos muy cortos, o con enfermedades genéticas que no se ven cuando son cachorros.
Si has decidido adquirir a algún perro o gato conscientemente y fuera del impulso navideño, acude a un refugio de animales. Sería un gran detalle regalar el collar, la camita y un certificado de adopción. Recuerda que un animal es un miembro más de la familia, no una sorpresa de temporada.

