Roncar puede parecer algo inofensivo, pero en realidad es una señal clara de un problema de salud grave.
La Apnea Obstructiva del Sueño (AOS) es un trastorno en el que la respiración se detiene y se reinicia repetidamente durante la noche. Esto ocurre porque las paredes de la garganta se relajan y colapsan momentáneamente, interrumpiendo el flujo de aire, lo que provoca microdespertares constantes que el paciente muchas veces no recuerda al día siguiente.
Es posible que las personas con esta condición ronquen, se ahoguen o suspiren. Este patrón se puede repetir de cinco a 30 veces o más por hora durante toda la noche, lo que dificulta lograr fases de sueño profundo para descansar.
Se estima que hasta 10% de los adultos mexicanos podría tener apnea obstructiva del sueño. En la mayoría de los casos es la pareja o los familiares quienes primero detectan el problema. Los ronquidos se intensifican, pueden aparecer jadeos nocturnos y episodios de apnea —cuando el flujo de aire cesa durante al menos diez segundos— evidentes.
Sin embargo, muchas veces estas señales se minimizan o se ven solo como una molestia, retrasando el diagnóstico y la atención médica.
Señal de riesgo
Roncar puede parecer algo inofensivo, apenas una molestia nocturna, pero en realidad es una señal clara de un problema de salud grave. La AOS es un padecimiento que al no tratarse puede tener consecuencias severas a la salud. Afecta no solo al paciente sino también a su entorno más cercano.Algunos de los síntomas más frecuentes de la apnea obstructiva y la apnea central del sueño son ronquidos fuertes; episodios en los que la respiración se detiene mientras duerme (algo que debería informar otra persona); jadear al respirar mientras se duerme; despertar con la boca seca; dolor de cabeza por la mañana; dificultad para mantenerse dormido, conocida como insomnio.
También somnolencia diurna excesiva, conocida como hipersomnia; dificultad para prestar atención mientras se está despierto e irritabilidad.
Según explica Sandra Mora, especialista de la Clinical Inovation Lead de Resmed, “los hombres presentan doble probabilidad de padecer el problema; personas mayores de 40 años; con sobrepeso u obesidad; y con determinadas características craneofaciales congénitas. Es importante crear conciencia sobre la importancia de atender esta condición, ya que al ser común las personas la minimizan por la creencia de que roncar es normal, que es signo de buen descanso y que se está durmiendo a pierna suelta”.
Opción de tratamiento
La mejor alternativa es el empleo de aparatos para la presión positiva continua en la vía aérea (Presión Positiva Continua en la Vía Aérea, CPAP, por sus siglas en inglés), que mediante una mascarilla colocada en la nariz genera una presión positiva que infla ligeramente la garganta impidiendo la obstrucción de la vía aérea y, con ello, la apnea.
En México ya está disponible el AirSense 11 de Resmed —un dispositivo CPAP que mantiene las vías respiratorias abiertas mediante una presión constante de aire—, permitiendo un sueño continuo y reparador.
Combinado con una mascarilla nasal u oronasal, según la más adecuada para cada paciente, el CPAP previene las pausas respiratorias que generan la desaturación de oxígeno. A largo plazo estos episodios repetidos sin tratar pueden afectar al corazón, al cerebro, al metabolismo y al estado de ánimo del paciente.De acuerdo con Mora “el uso de CPAP ayuda al paciente notar una mejora significativa, con más energía durante el día, sueño de mejor calidad, reducción o desaparición de los ronquidos y menos somnolencia durante el día; y a largo plazo a prevenir o controlar la presión arterial alta, disminuir el riesgo de accidente cerebrovascular, mejorar la memoria y otras funciones cognitivas”.No ignorar los síntomasLa apnea del sueño es más común de lo que se cree y aunque no existe riesgo de fallecimiento durante episodios de AOS, de no tratarse puede incrementar esta posibilidad por las patologías asociadas.Además del uso del CPAP los especialistas recomiendan cambios en el estilo de vida, como evitar el alcohol por las noches, adoptar una dieta saludable, perder peso y evitar dormir boca arriba. Estos cambios no solo ayudan a reducir los episodios de apnea, sino que también mejoran la salud general del paciente.
Para una evaluación integral se recomienda acudir a la Clínica de Trastornos del Sueño de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Asimismo, el servicio de Neumología Adultos de la Unidad Médica de Alta Especialidad (UMAE) Hospital General Dr. Gaudencio González Garza, del Centro Médico Nacional (CMN) La Raza, atiende a un promedio de mil 200 pacientes al año con apnea del sueño.
La doctora Zaira Romero López, jefa del Departamento de Neumología Adultos de esta UMAE), informa que entre los tratamientos que se ofrecen está el uso de CPAP y de presión binivelada en la vía aérea (BIPAP), mediante el cual se coloca una mascarilla al paciente durante las horas que duerme a fin de proporcionarle aire a presión para liberar la vía aérea superior y pueda respirar bien durante el sueño.
Por último, el doctor José Carlos Fuentes Juárez, neumólogo de adultos con especialidad en Medicina del Sueño, destaca que el CMN La Raza es la primera sede (desde 2001) dentro del Seguro Social que cuenta con especialistas en Neumología Adultos y Pediátrica, Otorrinolaringología y Psiquiatría en proceso de adiestramiento para obtener la certificación en Medicina del Sueño con aval del IMSS y la UNAM.