En México se reportaron 16 mil 82 casos y ocho mil 283 defunciones en 2022.
Cambios en el hábito intestinal; episodios de diarrea y estreñimiento; sangre en las heces y visitas frecuentes al baño, ya que la persona tiene la sensación de que su evacuación no fue completa; presencia de dolor abdominal; pérdida de peso sin motivo aparente; cansancio y debilidad: son señales de alerta de un probable cáncer de colon.
Este tipo de neoplasia se origina en el colon o el recto. Inicia con el crecimiento del tejido de neoformación o un tumor al que se le denomina pólipo, que se presenta en la superficie de la mucosa del intestino grueso.
Cabe destacar que el colon es la parte más larga del intestino grueso, que se encarga de absorber agua y algunos nutrientes de los alimentos; en esta zona se generan los productos de desecho; mientras que el recto es la parte inferior del intestino grueso y ahí el cuerpo almacena las heces antes de desecharlas.
Factores ambientales y estilos de vida como el sedentarismo, aumento en el consumo de carnes rojas y embutidos (jamones, salchichas, chorizos), dieta alta en grasas y baja en fibras, así como obesidad, son factores de riesgo para desarrollar este cáncer, por lo que disminuir el consumo de carnes rojas, consumir vegetales con fibra, realizar actividad física y evitar el tabaquismo ayudan a prevenir este carcinoma.
Especialistas del Instituto Nacional de Cancerología (INCan) informan que, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), en el mundo el cáncer colorrectal ocupa la tercera causa de incidencia y la segunda de mortalidad. En 2022 se registraron un millón 926 mil 425 nuevos casos y 904 mil 19 decesos a nivel internacional.
En México el cáncer colorrectal es la primera causa de mortalidad por neoplasias malignas. De acuerdo con la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer de la OMS, en el país se reportaron 16 mil 82 casos y ocho mil 283 defunciones en 2022.
Pruebas diagnósticas
El doctor Manuel Martínez, especialista en Gastroenterología y Endoscopia Digestiva de TecSalud, recalca la importancia de realizar estudios para una detección oportuna, como la prueba FIT (prueba inmunológica de sangre oculta en heces) y, a partir de los 45 años, la colonoscopía (donde se buscan tejidos anormales, pólipos o tumores cancerosos).
Destaca entre las variables de riesgo hábitos poco saludables como sobrepeso, una alimentación alta en alimentos procesados y carnes rojas, alimentación baja en frutas y vegetales, así como factores hereditarios. También padecimientos inflamatorios como la enfermedad de Crohn (enfermedad intestinal inflamatoria crónica) y la colitis ulcerativa; esta última puede favorecer la formación de tumores de la parte más distal del colon, advierte el especialista.
“Estos factores han ocasionado que la población se encuentre ante una epidemia de casos de cáncer de colon que amerita estudios de detección oportuna”, alerta por su lado el oncólogo médico Héctor Díaz.
Cabe resaltar que solo entre 5 y 10% de los pólipos detectados terminan en cáncer, pero es importante diagnosticar la naturaleza de estos para analizar si existe algún riesgo y definir el tratamiento que se debe realizar. Por tal motivo, los especialistas recomiendan realizarse exámenes de detección temprana y mantener hábitos de alimentación sanos, sumados al ejercicio.
Los expertos coinciden en señalar que estos factores se pueden modificar, pero lamentablemente la población no tiene mucha información al respecto y ello ocasiona que este carcinoma registre incremento en los últimos años.
En México existen programas que consisten en realizar una prueba denominada inmunoquímica fecal, que busca restos de sangre en las heces para determinar si las personas requerirán un estudio de colonoscopía y precisar si el carcinoma está presente.
La prueba se recomienda a la población de 45 años en adelante. Si sale positiva (más de 20 nanogramos) será necesario practicarse una colonoscopía para evidenciar si hay algún pólipo, adenoma y/o cáncer. Los especialistas explican que pueden presentarse pólipos en todo el tubo digestivo, incluso en el estómago, pero en el colon pueden presentar un desarrollo descontrolado y ello puede favorecer a que se genere un adenoma, que continúe el desarrollo descontrolado y termine en cáncer.
Añaden que los pólipos pueden ser pequeños y generalmente no presentan síntomas; además, hay factores hereditarios que pueden favorecer al desarrollo de estos tumores en ciertas personas.
La mayoría de los casos de cáncer colorrectal se presentan en la edad adulta y en personas adultas mayores; 70% son espontáneos; 20% se deben a factores familiares (antecedentes de otros tipos de cáncer en la familia); y 10% son por factores hereditarios (síndromes polipósicos, Lynch).
El tratamiento del cáncer colorrectal se determina en función de la etapa diagnóstica. Por ejemplo, a quienes se diagnostica de forma temprana se les practica una cirugía para retirar el tumor. Estas personas pueden alcanzar una sobrevida de 90%. Cuando el estadio del cáncer es intermedio, la sobrevida varía entre 40 y 70%, ya que requieren de cirugía, quimioterapia y, en algunos casos, radioterapia.
Sin embargo, en etapas avanzadas con metástasis (cuando el cáncer ya se dispersó a otros órganos) la sobrevida es de apenas 20%. Lamentablemente, 70% de los casos se detecta en estadios intermedios o avanzados.
Colonoscopía
El cáncer de colon y recto es un tipo de cáncer cuyo diagnóstico temprano permite que sea altamente curable. El doctor Mohammad O. Khalil, médico hematólogo y oncólogo del Hospital Houston Methodist, explica que “el cáncer colorrectal es uno de los más comunes que existen y una de las más importantes herramientas de detección es la colonoscopía, la cual es un método muy eficaz que se puede realizar a partir de los 45 años, o antes en caso de tener antecedentes familiares”.Agrega que “existen otros métodos que se pueden utilizar en determinadas situaciones, como las pruebas con base en heces. Cada tipo de prueba tiene sus ventajas y desventajas, pero básicamente lo importante es informar a las personas que deben hablar con sus médicos sobre cómo hacerse las pruebas de detección”.El especialista en cánceres gastrointestinales asegura que “si alguien tiene ciertos síntomas, tales como estreñimiento, dolor abdominal, sangre en las heces, o pérdida de peso sin motivo, se necesita una evaluación médica inmediata, ya que podrían ser síntomas de que algo anda mal”.Señala el especialista que “también existen ciertas condiciones médicas que pueden aumentar el peligro, como la enfermedad inflamatoria intestinal y algunas otras condiciones médicas o genéticas que pueden estar relacionadas a esta. Hay también factores ambientales, como el consumo excesivo de alcohol, el tabaquismo, la obesidad y la diabetes, entre otros”.Respecto de los tratamientos que existen para tratar esta condición, Khalil relata que “hay diferentes tipos que se pueden utilizar según el caso concreto, la condición médica del paciente y el estadio del cáncer. Los tratamientos pueden ir desde una intervención quirúrgica para extirpar el cáncer, hasta usar quimioterapia en ciertas situaciones y en otras también se puede utilizar radioterapia, aunque la mayoría de los casos de cáncer de colon que se detectan tempranamente generalmente se tratan mediante cirugía”.