Durante este “mes rosa” el sector salud nacional y organizaciones sociales exhortan a la población femenina a prevenir y diagnosticar en forma oportuna el cáncer de mama haciendo énfasis en la necesidad de poner atención a los principales factores de riesgo: ser mujer, tener 40 años o más, haber empezado a menstruar antes de los doce, no haber tenido hijos y no haber amamantado, tener antecedentes familiares, la menopausia, ser genéticamente susceptible a este tipo de cáncer, tabaquismo, alcoholismo y presentar obesidad.
De hecho, el cáncer de mama es el tumor maligno más común y la primera causa de muerte por esta enfermedad en mujeres mexicanas. En 2020 se diagnosticaron 29 mil 929 nuevos casos de este tipo de neoplasia y se registraron siete mil 931 muertes por ese mal, según datos de Globocan.
El problema es que en el país 72% de las mujeres con cáncer de mama son diagnosticadas cuando están en la etapa 3 o 4 de la enfermedad, en las que se identifican tumores por arriba de cinco centímetros, cuando lo recomendable es incidir en la etapa 1, momento en que los tumores son menores de dos centímetros y que es el ideal del diagnóstico en el mundo.
Disminuir los casos
La primera estrategia es la autoexploración mamaria, la cual debe realizarse siete días después de la menstruación y en mujeres que ya no menstrúan hacerlo un día fijo del mes, explica la doctora Roxana Katia Avelino Solís, coordinadora de Programas Médicos de la División de Prevención y Detección de Enfermedades del IMSS.
Añade que el segundo mecanismo de detección es la exploración clínica de mama, que se realiza en las Unidades de Medicina Familiar (UMF) con la Cartilla Nacional de Salud. Hay que acudir al módulo PrevenIMSS y solicitar que se realice un chequeo, que incluye la detección de cáncer de mama y la exploración clínica.
En el marco del mes de la sensibilización sobre el cáncer de mama la especialista del Seguro Social indica que la tercera estrategia es un estudio de Rayos X de las mamas, que se llama mastografía. Con esta prueba es posible identificar tumores que no pueden detectarse en la exploración clínica.
“El periodo de mayor presencia de cáncer de mama está entre los 40 y los 59 años. Por eso es tan importante que hagamos acciones de detección a partir de los 20 años y hasta los 69”, subraya.
Avelino informa que el cáncer de mama es una enfermedad donde se desarrollan células malignas en los tejidos de la mama. Una vez que el cáncer se detecta, el médico hace una serie de estudios que complementan su diagnóstico para instaurar un tratamiento específico para cada paciente, ya que no todos los cánceres son iguales, no se detectan en las mismas etapas y por ello mismo no se pueden abordar de la misma forma.
“Se tiene que evaluar a la mujer desde sus factores de riesgo, debido a que incrementan las posibilidades de tener un cáncer de mama por diversos factores: envejecimiento (a mayor edad, mayor riesgo), historia personal o familiar de paciente con cáncer de mama en madre, hijas o hermanas, antecedentes de hallazgos de lesiones precursoras de cáncer, vida menstrual de más de 40 años (inicio de la menstruación antes de los doce y menopausia después de los 52), ser portador conocido de mutaciones en los genes BRCA1 o BRCA2… Incluso no haberse hecho la mastografía de detección es un factor de riesgo alto”, advierte.
Protectores
La doctora Avelino expone que los factores que disminuyen o protegen contra el riesgo de cáncer de mama son: hacer ejercicio de manera regular 30 minutos al día; tener una dieta alta en fibra que incluya verduras, frutas, cereales; no tener tabaquismo o alcoholismo; tener un bebé y lactarlo de manera prolongada; y, uno de los más importantes, realizarse la mastografía cada dos años a partir de los 40 y hasta los 69 años, principalmente.
Precisa que la detección a través de PrevenIMSS favorece la identificación de cánceres muy pequeñitos. “Es un carcinoma en el sitio, una lesión muy pequeña que es más fácil de atender, donde es más fácil de curar, donde tiene una sobrevida mayor y a eso abonamos: a que la mujer tenga una mejor calidad de vida”.
Comenta que, desafortunadamente, cuando el cáncer se detecta estando ya en una etapa avanzada la sobrevida disminuye y es más probable que ocurra una complicación importante. “Al cierre del 2021 en PrevenIMSS se realizaron poco más de cuatro millones de exploraciones clínicas de mama a mujeres entre 25 y 69 años”.
Métodos avanzados
Hoy existen distintos métodos de diagnóstico para el cáncer de mama, como el ultrasonido, la mastografía convencional, la tomosíntesis o la resonancia magnética.
Sin embargo, hay un método avanzado de imagen en particular: la mastografía contrastada, un método de imagen de Rayos X que permite a los radiólogos estudiar las mamas de manera similar a la mastografía convencional, administrando un medio de contraste a través de una inyección intravenosa, lo cual permite visualizar de una manera más fácil los vasos sanguíneos anormales que permiten el crecimiento de tumores malignos.
El doctor Jorge Enrique Monges Jones, jefe de Servicios Médicos de FUCAM, comenta que “disponer de métodos de diagnóstico avanzados permite afrontar de mejor manera la atención de esta enfermedad. Detectar el cáncer de mama en una etapa temprana y recibir el tratamiento adecuado son estrategias importantes para prevenir los decesos por complicaciones de esta enfermedad”.
Actualmente, con el empleo de técnicas moleculares, se puede dar un diagnóstico más preciso y con ello un tratamiento más efectivo contra esta enfermedad.
La doctora Kictzia Yigal Larios, jefa de radiología de FUCAM, comenta que en la actualidad se dispone de herramientas que permiten hacer un diagnóstico adecuado y a tiempo que, sin duda, marca toda la diferencia. La importancia de contar con un ojo entrenado para la revisión del tejido mamario y la detección del cáncer a través de los resultados de los estudios de imagen es fundamental.
El médico radiólogo juega un papel importante porque no solo elabora un diagnóstico para el paciente sino que también puede evaluar la extensión del padecimiento y compartir con el médico tratante los lineamientos para la mejor terapia, concluye.
La prevención salva vidas
Tener un peso adecuado.
Llevar una alimentación saludable.
Realizar actividad física diaria.
Evitar el consumo de alcohol y tabaco.
Evitar el uso prolongado de hormonas.
Factores que elevan el riesgo
Edad mayor a 40 años, aunque se puede presentar antes.
Antecedentes familiares.
Comienzo de la menstruación antes de los doce años y de la menopausia a edad tardía.
Mujeres que tienen su primer hijo después de los 30 años.
Mujeres que nunca estuvieron embarazadas.