CÁNCER DE PRÓSTATA: YA NO ES SINÓNIMO DE MUERTE

“Nuevas terapias mejoran la tendencia de la enfermedad y aumentan la esperanza de vida”.

Lorena Ríos
Bienestar
CÁNCER DE PRÓSTATA México

Las personas que presentan cáncer de próstata avanzado suelen manifestar los siguientes síntomas: dolor óseo, insuficiencia renal, sangre en orina, fracturas óseas, fatiga y pérdida de peso, lo que genera un impacto considerable en el estilo y esperanza de vida de quien lo padece.

En México siete de cada diez casos de este tipo de neoplasia se diagnostican en etapas avanzadas. De ahí que los especialistas en salud exhortan a la población masculina mayor de 40 años a que se realice los tamizajes correspondientes, una vez al año, para una detección oportuna que permita superar la enfermedad y mantener una vida saludable.

Por medio de la prueba de sangre para detectar el Antígeno Prostático Específico o mediante el tacto rectal se puede diagnosticar si hay presencia de la enfermedad, la cual surge cuando las células de la próstata comienzan a crecer fuera de control. Y si bien causa 9.8 muertes por cada 100 mil habitantes, hoy es un tema de salud tratable mediante diversas opciones médicas.

En el marco del Mes de la Salud Masculina, el Instituto Nacional de Cancerología (INCan) hace un llamado a la comunidad médica y a la población en general a atender el cáncer de próstata de manera integral, particularmente en etapas avanzadas, ya que entre 2014 y 2018 las tasas de incidencia aumentaron entre 4 y 6% al año.

En aras de brindar una atención dirigida a este sector de la población el Departamento de Urología Oncológica del instituto desarrolló el Programa de Atención Integral de Cáncer de Próstata OPUS, que tiene como objetivo recurrir a novedosas terapias, mejorar la tendencia de la enfermedad y aumentar la esperanza de vida.

Gracias a la innovación terapéutica este tipo de cáncer es controlable si se atiende de manera complementaria y tomando en cuenta las diversas terapias existentes se puede mejorar la calidad de vida de quien lo padece, señala el doctor Miguel Ángel Jiménez Ríos, jefe del Departamento de Urología Oncológica del INCan.

“Actualmente persiste la idea de que el cáncer de próstata no se puede atender, pero la realidad es que si una persona recibe un diagnóstico con este padecimiento no es el fin del mundo: hoy la innovación y los avances científicos encaminados a la medicina nos permiten tener otra visión y decir que es posible vivir con cáncer de próstata o que hay más vida después del cáncer de próstata”, destaca Jiménez Ríos.

Ahora esta enfermedad es un tipo de neoplasia que si se detecta en etapas tempranas tiene un pronóstico favorable de control, convirtiéndose en un tema de salud que ha pasado de ser una enfermedad terminal a una crónica. En este sentido, es factible reducir el panorama actual en que 70% de los casos se diagnostican en etapas avanzadas, dice a su vez el doctor Miguel Ángel Álvarez Avitia, médico adscrito al Servicio de Tumores Genito-urinarios del INCan.

Parte importante del tratamiento del cáncer de próstata avanzado es retirar el estigma que rodea a esta etapa de la enfermedad, que generalmente se asocia con la muerte. Asimismo, alternativas como la quimioterapia están rodeadas de mitos que hacen pensar que son tratamientos con alta toxicidad que derivan en efectos secundarios como náuseas o pérdida del cabello.

“El progreso en los medicamentos complementarios de la quimioterapia nos concede un horizonte completamente diferente al que teníamos décadas atrás y hoy podemos decir que se puede atravesar la enfermedad con un semblante distinto”, recalca Álvarez Avitia.

Otro de los aspectos a considerar dentro de la atención del cáncer de próstata es el acceso a la información, ya que se observa que en los estados del país considerados de muy baja marginación la mortalidad por este padecimiento muestra una reducción de 5% anual y ocurre principalmente entre los hombres más jóvenes.

Esto representa un signo de cambios culturales en las generaciones más recientes, en las cuales una percepción diferente acerca del cáncer de próstata y la importancia del acercamiento a los especialistas reduce su mortalidad.

Finalmente, los expertos destacan que es necesario impulsar la conversación sobre la salud masculina a fin de que este grupo poblacional cuente con más información sobre las opciones de tratamiento para el cáncer de próstata en etapas avanzadas y conozca que, gracias a la innovación terapéutica, se puede tener una perspectiva de vida distinta, en la que los pacientes disfrutan una buena calidad de vida y siguen siendo productivos e independientes.

Pruebas

La prueba más usada de detección de cáncer de próstata es la llamada antígeno prostático específico total, con una prueba de sangre, donde se identifica la cantidad de una proteína producida por la glándula prostática. Dado que la proteína está hecha de tejido prostático sano, detectar pequeñas cantidades en la sangre no es preocupante. De hecho, es algo normal. Sin embargo, la detección de niveles altos es señal de que algo puede estar mal en la próstata. Una biopsia de tejido prostático es la mejor herramienta de detección de cáncer de próstata. También es la forma en que se diagnostica oficialmente, pero se pueden realizar algunas pruebas adicionales: un examen rectal digital y, en algunos casos, un análisis de sangre nuevo y más sensible. Dicho estudio se complementará siempre con el tacto rectal.