CIBERSEGURIDAD INFANTIL: AMENAZAS EN LÍNEA

“Los retos más peligrosos son dinámicas que invitan a cumplir ciertos comportamientos”.

Ciberseguridad infantil
Lorena Ríos
Bienestar
Compartir

El INEGI registró en 2023 que 3.3 millones de menores de doce a 17 años fueron víctimas de ciberacoso.

En la era digital la presencia en línea de la infancia es cada vez más notable: en México 50% de niños de seis a once años son usuarios de internet o de una computadora y en el caso de los adolescentes de doce a 17 años entre 80 y 94% usan internet o una computadora, de acuerdo con la UNICEF.

Al mismo tiempo, este incremento refleja una creciente exposición de los menores a riesgos digitales como el ciberacoso, la exposición a contenido inapropiado y el robo de identidad, pues según datos del Sistema Nacional de Protección Integral de Niñas, Niños y Adolescentes (SIPINNA) 22% admite haber tenido una situación que le incomodó y 53% señala que en sus redes sociales le siguen personas que no conoce.

Empresas digitales ofrecen asesoría y recomendaciones para proteger la integridad de los menores.

David González, investigador de seguridad del laboratorio de ESET Latinoamérica, dice que “las redes sociales y aplicaciones de mensajería instantánea que más utilizan las niñas y los niños en México son WhatsApp con 66% de uso, seguida por YouTube con 55%, TikTok con 49%, Facebook con 34% y Zoom con 17 por ciento”.

Riesgos digitales

El ciberacoso es un hostigamiento digital que se manifiesta a través de videojuegos, redes sociales, chats, foros, correos electrónicos, blogs, fotos, mensajes de texto, imágenes y videos que amenazan y atormentan a la víctima, provocando consecuencias sicológicas y emocionales como depresión, ansiedad, fobia escolar, trastornos de aprendizaje e incluso suicidio, explica el especialista.

En 2023, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) registró 3.3 millones de menores de doce a 17 años que fueron víctimas de ciberacoso, lo que equivale a 25.7% de los usuarios de internet en ese rango de edad.

González detalla que otro riesgo es el grooming, estrategia en la que una persona adulta desarrolla una conexión emocional con un niño o adolescente en redes sociales para pedirle fotos íntimas o información a través del convencimiento, extorsión o amenaza. Este proceso suele comenzar con una supuesta amistad, seguida de la obtención de datos privados e íntimos.

De acuerdo con un informe de la Internet Watch Foundation (IWF), durante los confinamientos por la pandemia de Covid-19 se registró un incremento de 1,000% en la circulación de imágenes relacionadas con abuso sexual infantil, específicamente de menores en edad escolar primaria.

“Esta cifra alarmante subraya la urgencia de abordar el problema del grooming en línea, una forma de explotación que a menudo comienza con interacciones manipuladoras en línea y puede llevar a graves consecuencias”, señala el investigador de ESET.

De igual forma, el sexting se refiere a la práctica de enviar mensajes o imágenes de contenido sexual a través de teléfonos móviles bajo presión. Una gran parte de quienes sufren esta situación son niñas y adolescentes, quienes son obligadas a compartir fotos que luego se difunden sin su autorización, lo que genera serias consecuencias en su entorno social y en su bienestar emocional.

Según datos de la Red por los Derechos de la Infancia en México (REDIM) en 2023 un total de 144 mil 200 adolescentes de doce a 17 años reportaron haber compartido, difundido, intercambiado o comercializado imágenes, audios o videos de contenido íntimo sexual, ya sea reales o simulados, sin haber dado su consentimiento.

Por otro lado, el doxing es una acción que implica recopilar y divulgar información personal de una niña o un niño, incluyendo datos, comentarios u otro tipo de contenido privado, con el objetivo de causar daño o ejercer venganza. Un informe de REDIM indicó que 247 mil adolescentes fueron víctimas de que se publicara información personal, fotos o videos (falsos o verdaderos) suyos para dañarlos en 2022.

Y, por último, los retos más peligrosos son dinámicas que invitan a cumplir ciertos comportamientos o acciones específicas, documentando su realización en redes sociales, porque durante estos desafíos a menudo se solicitan datos personales, lo que puede poner en riesgo la integridad física o emocional de quienes participan.

La Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) de la Ciudad de México identificó en 2022 alrededor de 500 incidentes vinculados a menores de edad asociados a retos virales peligrosos. Estos incluyen prácticas como saltar de vehículos en movimiento, dietas extremas y consumo de sustancias tóxicas.

“La protección de la identidad digital y la privacidad de los niños es responsabilidad de padres, educadores y la sociedad en general. Promover un entorno digital seguro es esencial para el desarrollo integral y el bienestar de las futuras generaciones”, agrega el investigador de ESET.

IA en la educación

Según el estudio Mitos digitales, de Kaspersky, 58% de los mexicanos considera que no utilizaría la Inteligencia Artificial (IA) como apoyo en la crianza de sus hijos. De hecho, con el crecimiento de los juguetes que incorporan funciones y tecnologías basadas en IA la preocupación de padres y cuidadores puede ser aún mayor, ya que estos dispositivos han dejado de ser simples objetos de entretenimiento para convertirse en herramientas activas dentro del desarrollo y la vida digital de los niños.Muchos de estos juguetes inteligentes funcionan de manera similar a asistentes virtuales, como Alexa o Echo Dot: se conectan a internet, se configuran mediante aplicaciones móviles y pueden interactuar directamente con los menores para responder preguntas, ayudar con tareas escolares o brindar compañía.

A pesar de sus beneficios potenciales, su funcionamiento con base en IA puede implicar riesgos si no se supervisa adecuadamente su uso.Investigadores de Kaspersky han identificado vulnerabilidades en juguetes inteligentes que permiten a los ciberdelincuentes tomar el control de su sistema y utilizarlo para comunicarse con los niños a través de un videochat, sin necesidad de consentimiento de los padres.

“Evitar el contacto de las niñas y niños con la IA no es la solución, pues limitará la comprensión y los peligros que conlleva no saber cómo funciona y las ventajas que su uso puede traer para su aprendizaje. Más bien es momento de facilitarles el conocimiento y acompañamiento adecuado, ya que desde muy pequeños interactúan con todo tipo de tecnología, a la que se suma la IA, que hoy no solo se integra en juguetes, sino también en videojuegos, contenido digital, redes sociales, chatbots, entre otras plataformas que seguirán sumándose a su vida digital en el futuro. Este es un momento clave para enseñarles cómo aprovechar esta tecnología de manera positiva y segura”, afirma Judith Tapia, gerente de Productos para el Consumidor para México en Kaspersky.Finalmente, se detectaron brechas en las aplicaciones utilizadas para su configuración que ponen en peligro datos sensibles de los menores, como su nombre, edad e incluso su ubicación. Estos pueden ser robados y ser perjudiciales en caso de caer en manos equivocadas. Por eso, es fundamental que niñas y niños aprendan a usar estos dispositivos de forma segura y responsable e identificar las amenazas.

Recomendaciones

Establecer normas claras Defina límites de tiempo y contenido para el uso de dispositivos y plataformas digitales.

Supervisar la actividad en línea Manténgase informado sobre las aplicaciones y sitios que sus hijos utilizan.

Fomentar la comunicación abierta Hable regularmente con sus hijos sobre sus experiencias en línea y posibles riesgos.

Utilizar herramientas de control parental Aproveche las funciones de privacidad y seguridad que ofrecen las plataformas y dispositivos.

Educar sobre ciberseguridad Enséñeles a reconocer y evitar amenazas como el ciberacoso y el grooming.

Fuente: ESET

×