La detección temprana ayuda en los resultados del tratamiento para los cánceres de endometrio y ovario, pero a menudo las mujeres son diagnosticadas en etapas avanzadas de estas enfermedades. A diferencia de muchos otros tipos de cáncer, no existen pruebas estándar para la detección temprana de los cánceres de endometrio y ovario. Incluso se espera que aumente la tasa de incidencia de cáncer de endometrio , impulsada por factores ambientales, de obesidad y diabetes.
La Ph.D. Marina Walther-Antonio y colegas del Centro para Medicina Personalizada en Mayo Clinic están en una misión para detectar estos cánceres temprano.
La investigación profundiza en la microbiota, una comunidad de billones de microorganismos -incluidas bacterias, hongos y virus- que influye en la salud y la enfermedad. A través de su investigación, el equipo ha descubierto firmas microbianas específicas relacionadas con los cánceres de endometrio y de ovario y están trabajando en el desarrollo de pruebas caseras innovadoras para mujeres para evaluar sus susceptibilidades.
“La detección de la microbiota para la detección temprana puede mejorar los resultados de los pacientes”, dice la Dra. Walther-Antonio, investigadora de los Departamentos de Cirugía, Obstetricia y Ginecología, y del Centro Oncológico Integral de Mayo Clinic.
El equipo ha descubierto un conjunto de 17 microbios bacterianos asociado con la presencia de cáncer de endometrio, con un “pararrayos” en el grupo: la Porphyromonas somerae.
Para validar esta asociación, trazaron paralelismos entre la Porphyromonas somerae y su pariente más cercano, conocido por estar relacionado con el cáncer oral. El equipo planteó la hipótesis de que la Porphyromonas somerae puede desempeñar un papel igualmente invasivo en el cáncer de endometrio. Después de pruebas prolongadas, confirmaron la capacidad de este microbio para invadir las células endometriales y alterar su función, especialmente bajo la exposición al estrógeno, un factor de riesgo común para el cáncer de endometrio.
En su investigación sobre el cáncer de ovario , el equipo encontró una distribución de microbios en el tracto reproductivo de las mujeres con la enfermedad. También encontraron cambios en las composiciones de la microbiota que se correlacionan con los resultados del tratamiento del paciente. Estos resultados pueden proporcionar medios de investigación sobre la aplicabilidad de estos marcadores para detectar y predecir la respuesta del paciente al tratamiento.
Según el Fondo Mundial Internacional para la Investigación sobre el Cáncer , el cáncer de endometrio está clasificado como el sexto cáncer más común entre las mujeres en todo el mundo, con 417.367 casos nuevos y 97.370 muertes reportadas en 2020. El cáncer de ovario sigue como el octavo más común, registrando 313.959 casos nuevos y 207.252 muertes en el mismo año.
Los científicos de Mayo también están colaborando con los agentes de la Junta de Salud del Distrito de Waitemata sobre las poblaciones de las Islas del Pacífico y la población Maorí en Nueva Zelanda, que tienen una de las mayores incidencias de cáncer de endometrio a nivel mundial. Factores como las altas tasas de obesidad, un factor de riesgo conocido, son los contribuyentes probables, pero las altas tasas de incidencia entre las mujeres más jóvenes siguen sin respuesta.
En los EEUU, hay una iniciativa a largo plazo dirigida a las mujeres negras, especialmente las que están en la posmenopausia. “Las mujeres negras no tienen una mayor tasa de incidencia de cáncer de endometrio, pero tienen una mayor tasa de mortalidad y morbilidad. Eso está influenciado por varios factores, incluido el acceso limitado a la atención médica.
Los síntomas no se reconocen con frecuencia o se atribuyen erróneamente a otras afecciones, como los fibromas, que son comunes entre las mujeres negras”, explica la Dra. Walther-Antonio.
A través del estudio a largo plazo, los científicos de Mayo esperan incluir participantes que puedan contribuir con muestras semestrales durante tres años, incluidas muestras vaginales con hisopos y muestras ambientales para identificar posibles factores de riesgo.
Finalmente, la Dra.Walther-Antonio y su equipo esperan utilizar estas firmas de microbiota para predecir e intervenir en el desarrollo del cáncer antes de que se manifieste.