CRIANZA SANA Y SEGURA EN EL MUNDO DIGITAL

Lorena Ríos
Bienestar
CRIANZA EN LA ERA DIGITAL

El país con mayor cantidad de casos de bullying en el mundo es México, con 180 mil.

Con las nuevas tecnologías llegaron conocimientos, facilidades, inmediatez y soluciones a los retos de la vida diaria, pero también nuevos riesgos como bullying, ciberacoso, troleo, grooming y sexting, entre otras acciones de violencia para los 25.5 millones de niñas, niños y adolescentes que cursan la educación básica en México.

A medida que los hijos crecen es probable que pasen cada vez más tiempo en internet, redes sociales, chats, juegos en línea o diversas plataformas.

Internet tiene muchas cosas positivas, como estar conectado con amigos y familiares, seguir intereses y formar parte de comunidades; pero no siempre es una experiencia segura y positiva para los menores, ya que existen ciberacoso, publicidad engañosa y contenidos inapropiados.

Los casos de bullying en el planeta aumentan: seis de cada diez niños sufren todos los días algún tipo de acoso y ciberacoso. En el orbe esta práctica es causa directa de más de 200 mil fallecimientos cada año por homicidio o por inducción al suicidio, de acuerdo con un estudio de Bullying sin fronteras realizado entre 2021 y 2022.

Según la investigación de la citada ONG el crecimiento del fenómeno es preocupante y el país con mayor cantidad de registros en el mundo es México, con 180 mil casos graves de bullying y ciberbullying (siete de cada diez). Le siguen Estados Unidos, con seis de cada diez; y China, 5.8 por cada diez.

“Estamos ante un problema fuerte que está en todos lados, que no es de ahora y que debemos revertir. Para erradicarlo se necesita cambiar comportamientos, la forma como nos relacionamos con los otros. En vez de usar mi fuerza con el fin de destruirte, debo utilizarla para construir junto contigo; pero entonces tengo que aceptar que eres diferente a mí, que tus expresiones y fortalezas son distintas a las mías y que se complementan. Solo así podremos construir de verdad una sociedad más humana”, explica la coordinadora del Seminario Universitario Interdisciplinario sobre Violencia Escolar de la UNAM, Nelia Tello Peón.

En ocasión del Día Internacional contra el Bullying o el Acoso Escolar, que se conmemora el 2 de mayo, la exdirectora de la Escuela Nacional de Trabajo Social (ENTS) afirma que no sabemos construirnos como una sociedad entre iguales, porque nadie nos enseña.

Por el contrario, varios tienen la idea de que es “malo”, “extraño” o “ajeno” ser diferente; y eso “hay que desaparecerlo”.

El acoso escolar, dice Tello, es una forma específica de violencia continua entre iguales, caracterizada por una relación de dominio y sumisión con un vínculo de orden emocional presente. No se trata de un hecho aislado, sino que acontece de forma persistente y genera ansiedad en los participantes.

Una persona que sufre y ejerce bullying generalmente ha vivido ese tipo de relaciones en su familia; se trata de comportamientos que se aprenden.

Por lo general, subraya, el agresor está rodeado de un grupo que lo sigue, apoya y lo hace más fuerte en la presencia del acosado. “Las personalidades débiles no se ven, se vuelven difusas, indiferentes para los demás; pero en el momento en que están en una situación en la que son el centro de atención, es como si comenzaran a existir, aunque de manera muy peligrosa, con miedo e incertidumbre”.

En el pasado esta práctica concluía junto con las clases, pero ahora, debido a las redes sociodigitales, prosigue, se hace grande y llena de angustia la vida de la víctima. “El anonimato, las redes y la rapidez con que ocurre ayudan a su crecimiento”, recalca.

El acoso, precisa la académica, está tipificado como un delito en la Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes, en la que también se establecen sanciones. Esas situaciones deberían estar bajo control social, pero como no ha funcionado así, se han vuelto de control legal.

Mundo digitalizado y violento

Con el uso de Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC), redes sociales, páginas web, correos electrónicos, blogs, mensajes de texto, videos o cualquier otro medio similar, sujetos pueden ejercer violencia contra mujeres, niñas y niños.

Por ello, la Secretaría de Seguridad Ciudadana de la CDMX y la Policía Cibernética ofrecen asesoría y apoyo a las víctimas de ciberacoso, sexting o grooming. La violencia digital es cualquier acción que lesione, denigre o ponga en riesgo el honor, la dignidad, seguridad, libertad o la integridad de las personas mediante la publicación y difusión de mensajes, imágenes, audios o videos con connotación sexual u otro aspecto de su vida privada.

Por desgracia, este tipo de violencia suele quedar en el anonimato social por el deshonor, las amenazas, el acoso y miedo a ser exhibidos y expuestos a la burla de los usuarios de las redes sociales; además, a pesar de que este acto se realiza con dolo, dicha conducta no es exclusiva de los hombres, sino que lamentablemente puede perpetrarla también alguien del sexo femenino.

El ciberacoso, en particular, se manifiesta en amenazas, palabras de odio y violencia sexual, convirtiéndose en un problema mundial con el avance en el uso de las tecnológicas de la información, computadoras y celulares.

Prevención y protección

Para evitar ser víctimas de abusadores en internet es importante que los padres e hijos mantengan conversaciones sinceras donde comuniquen qué y cómo publican en los espacios digitales, pues las fotos, videos y mensajes se quedan como una huella digital.

“Deben entender que los contenidos discriminatorios o inapropiados nunca serán aceptables. Nadie debe difundir rumores ni compartir historias o fotos hirientes o embarazosas. Lo que para alguien puede ser una broma inofensiva, para otra persona puede resultar hiriente”, comenta el sicólogo Óscar Castillero Mimenza.

Los menores a menudo conocen a los autores del acoso en línea, por lo que es importante que los adultos les ayuden a estar alerta y saber cómo responder a cualquier comportamiento problemático que encuentren. Antes de ello, activar los ajustes de privacidad configurados para minimizar la recopilación de datos, de modo que gente extraña no vea información delicada o que no se desea hacer pública.

El especialista recomienda mantener las cámaras web tapadas cuando no se utilicen; usar los controles parentales; hacer búsquedas seguras y ayudar a que la experiencia en línea sea positiva.

Por último, estar alertas si los hijos parecen alterados o reservados con actividades en línea. “Se debe asegurar que sufrir abusos o acosos nunca es culpa del menor y que no deben mantenerlo en secreto”.

Abusos digitales

Trolear Cuando alguien publica o comenta en línea con el fin de llamar la atención o causar angustia. Los autores se esconden en el anonimato o con nombres falsos.

Grooming Cuando un adulto mediante engaños y mentiras se gana la confianza del menor con el fin de obtener imágenes o videos con connotación sexual.

Ciberacoso Esta práctica se da de manera continua para molestar, humillar, acosar o avergonzar a otro menor con mensajes, correos electrónicos, videos, fotos en redes sociales o videollamadas.

Sexting Es la actividad de enviar fotos, videos o mensajes de contenido sexual o erótico a través de dispositivos tecnológicos. Puede dar lugar a la sextorsión cuando la información es vulnerada y cae en manos de delincuentes.