Culminó con éxito la 12 Cumbre de Excelencia Médica Amgen (CEMA)

El cáncer colorrectal se posiciona como la causa número uno de muerte por cáncer en México, mientras que el cáncer de pulmón ocupa el tercer lugar

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Cortesía Amgen
Bienestar
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Mérida, YUC. 1 de septiembre de 2025. – Amgen, compañía líder en biotecnología, culminó con gran éxito la doceava edición de la Cumbre de Excelencia Médica Amgen (CEMA), un evento que este año se dividió en dos congresos especializados: el primero enfocado en hematología y el segundo en oncología, con énfasis en cáncer colorrectal metastásico (CCRm), cáncer de pulmón de células no pequeñas (CPCNP) y terapias de soporte.

CEMA Oncología 2025 se llevó a cabo del 29 al 31 de agosto con la participación de más de 150 oncólogos nacionales e internacionales. Este encuentro es parte de las acciones de Amgen que demuestran su compromiso inquebrantable con la educación médica continua.

“Nuestro objetivo con CEMA 2025 fue reunir a los profesionales de la salud más destacados en oncología para compartir las últimas innovaciones en el tratamiento y abordaje de una de las enfermedades más mortales de nuestros tiempos: el cáncer. En 2024, esta enfermedad se posicionó como la tercera causa de muerte en México con más de 95 mil fallecimientos registrados, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).

En Amgen, estamos comprometidos con impulsar el desarrollo científico de terapias innovadoras y biocomparables que transformen el abordaje de enfermedades graves como el cáncer, reafirmando nuestra misión de servir a los pacientes y mejorar sus resultados de salud”, Indicó el Dr. Max Saráchaga, director médico de Amgen México.

Una de las herramientas más importantes en el abordaje terapéutico del cáncer son las pruebas de biomarcadores. Los biomarcadores son moléculas biológicas encontradas en la sangre, fluidos o tejido que pueden informar sobre el funcionamiento anormal o normal de las células, la evolución de un tumor y ayudan a predecir la posible respuesta del tumor ante un plan de tratamiento específico o la falta de respuesta de este.

Mediante estas pruebas se detectan, por ejemplo, los genes RAS que son los oncogenes mutados más frecuentes en cánceres humanos. Dentro de esta familia, está la variante más prevalente y especialmente frecuente en los tumores sólidos. Una mutación específica denominada KRAS G12C representa aproximadamente el 13 % de los cánceres de pulmón de células no pequeñas, entre el 3 y el 5% de los cánceres colorrectales y entre el 1 y el 2 % de muchos otros tumores sólidos, haciendo de esta mutación una de las más representadas en los subgrupos de personas con cáncer.

“Cada tipo de cáncer presenta un perfil único de biomarcadores. Gracias a los avances científicos, hoy es posible analizar esta composición específica para seleccionar el tratamiento adecuado en el momento preciso, con el objetivo de mejorar los resultados clínicos del paciente” señaló el Dr. Max Saráchaga director médico de Amgen México.

En México, el cáncer colorrectal (CCR) ocupa el tercer lugar con mayor incidencia y el primer lugar en mortalidad. En 2022, se registraron 16,082 nuevos casos y 8,283 defunciones. Se trata de un tipo de cáncer que, por lo general, muestra síntomas en etapas avanzadas, por lo que es fundamental prestar atención a anomalías como evacuaciones con sangre o moco, cólicos o dolor abdominal que no desaparece, debilidad y cansancio y pérdida de peso inexplicable.

“El diagnóstico oportuno del CCR es esencial para lograr modificar el curso de esta enfermedad, por ello es recomendable que las personas que cuenten con factores de riesgo de padecer cáncer de colon y recto y estén alrededor de los 45 a 50 años, se realicen pruebas de detección, como la prueba sangre oculta en heces o una prueba FIT (inmunoquímica fecal), una sigmoidoscopia flexible, cada 5 años, o una colonoscopia, cada 10 8 , ya que es un cáncer que tiene la particularidad de ser muy agresivo y difícil de diagnosticar”, afirmó el doctor Max Saráchaga, director médico de Amgen México.

En los casos de CCR, las pruebas de biomarcadores facilitan el hallazgo de un oncogén específico llamado RAS no mutado o silvestre – wild type –, cuya presencia puede indicar al médico tratante, con mayor certeza el curso de tratamiento a seguir el cual puede incluir cirugía, radioterapia, quimioterapia, inmunoterapia y “terapia blanco”.

Las “terapias blanco”, como tratamientos contra el cáncer colorrectal en etapas avanzadas o cáncer colorrectal metastásico (CCRm) han impactado positivamente en la supervivencia global media de las personas que padecen esta enfermedad; actualmente existen diversos agentes que están dirigidos al tratamiento del CCRm como los bloqueadores del crecimiento tumoral mediante la inhibición de la angiogénesis o inhibidores del receptor de factor de crecimiento epidérmico.

Por su parte, en México, el cáncer de pulmón ocupa el noveno lugar en incidencia, y constituye la tercera causa de muerte por cáncer, con registros de más de 8,257 nuevos casos al año, y más de 7,808 muertes registradas.

El cáncer de pulmón se divide en dos tipos principales: el de células pequeñas (CPCP) y el de células no pequeñas (CPCNP), siendo este último el más frecuente, puesto que se presenta en el 85-90% de los casos. En etapas iniciales, el cáncer de pulmón puede diagnosticarse a través de una tomografía de tórax para identificar irregularidades en los pulmones y para establecer un tratamiento óptimo, también son recomendables las pruebas de biomarcadores.

“Si la persona en su prueba de biomarcadores presenta expresión del gen KRAS G12C – mutación que por cuatro décadas se consideró intratable –, es posible que sea tratado bajo un esquema de terapia blanco, como es el caso del inhibidor de la proteína KRAS G12C, el cual ha mostrado resultados alentadores y está diseñado para tratar a adultos con CPCNP metastásico y que hayan recibido un tratamiento previo”, señaló el Dr. Max Saráchaga, director médico de Amgen México.

En CEMA Oncología 2025, otro tema relevante que se abordó durante las sesiones fue la importancia de las terapias de soporte que son indicadas para el abordaje de complicaciones relacionadas o derivadas del tratamiento contra el cáncer, como lo son: la anemia, neutropenia y complicaciones óseas, ya que si éstas no son tratadas de manera adecuada pueden afectar la calidad de vida de la persona, así como retrasar o suspender su tratamiento contra el cáncer.

La anemia provocada por tratamientos oncológicos, como la quimioterapia, la radioterapia y los cánceres que afectan la médula ósea, afecta en la producción de glóbulos rojos y puede impactar en la supervivencia del paciente. Algunos de los tratamientos más comunes de la anemia en pacientes con cáncer incluyen la terapia de hierro, transfusión de glóbulos rojos (transfusión de sangre) y agentes estimulantes de la eritropoyesis (ESA, por sus siglas en inglés), los cuales actúan como la eritropoyetina, una hormona que los riñones producen para ayudar al cuerpo a producir sus propios glóbulos rojos nuevos.

Por otro lado, la quimioterapia citotóxica usada comúnmente en el tratamiento de tumores malignos causa mielosupresión, además de neutropenia y neutropenia febril (NF) 18 lo que puede aumentar el riesgo de que la persona contraiga infecciones 19 y que, por ende, el tratamiento contra el cáncer deba suspenderse o retrasarse.

El tratamiento en los casos de neutropenia febril (NF), puede incluir uno o una combinación de factores mieloides de crecimiento o factores estimulantes de colonias 20 , que son proteínas que estimulan la médula ósea para que produzca más glóbulos blancos y así ayudar al cuerpo a combatir infecciones.

Las complicaciones óseas también son comunes en pacientes con cáncer ya sean por metástasis óseas o debido a los tratamientos que reciben como glucocorticoides, terapias de deprivación androgénica en el cáncer de próstata o los inhibidores de la aromatasa en el cáncer de mama; los cuales disminuyen la densidad ósea.

Las metástasis óseas son comunes en los cánceres de mama, próstata y pulmón, y suelen afectar principalmente a la columna vertebral, las costillas, la pelvis y los huesos largos. Estas metástasis pueden generar complicaciones como fracturas patológicas, compresión medular y dolor óseo, lo que impacta significativamente la calidad de vida de los pacientes.

Cerca del 80% de las personas en estado avanzado de cáncer de mama desarrollarán metástasis óseas, mientras que el 50% de las personas con cáncer de próstata experimentarán metástasis antes del segundo año de la enfermedad.
Los bifosfonatos, que forman parte de las terapias de soporte, son un tratamiento fundamental para las enfermedades de resorción ósea, incluyendo la osteoporosis y el cáncer con metástasis ósea, y son la primera opción de tratamiento para muchas de estas condiciones.

“Las terapias de soporte son esenciales en el tratamiento del cáncer, pues permiten mejorar la tolerancia a los tratamientos oncológicos, reducir las complicaciones relacionadas a éste y ayudar a preservar la calidad de vida del paciente. Abordarlas de manera oportuna permite no sólo continuar con los protocolos terapéuticos establecidos, si no también optimizar los resultados clínicos”, apuntó el Dr. Max Saráchaga, director médico de Amgen México.

A través de encuentros como CEMA Oncología 2025, Amgen reafirma su compromiso con la educación médica continua, la innovación científica y el fortalecimiento de la comunidad médica especializada en México. Este tipo de iniciativas buscan impulsar una mejoría en la salud y la calidad de vida de las personas con cáncer a través del intercambio de conocimientos entre expertos y favorecen la adopción de prácticas clínicas basadas en evidencia.

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