Dermatitis atópica, enfermedad que genera ausentismo escolar y laboral

Ante cualquier lesión en la piel, consultar al dermatólogo

Redacción
Bienestar
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La dermatitis atópica (DA) es una enfermedad crónica de la piel que afecta a 2 de cada 10 niños y a 1 de cada 10 adultos, la cual se caracteriza por resequedad de la piel, inflamación y comezón que aparecen de manera episódica, alertó la doctora Helena Vidaurri De la Cruz.

La especialista en dermatología pediátrica aclaró que la dermatitis atópica ocurre en personas de todas las áreas geográficas, tonos de piel y edades, padecimiento que impacta la productividad laboral y escolar. “Afecta las actividades sociales, ocasiona pérdidas económicas por el ausentismo y deteriora la calidad de vida de los pacientes y sus familias”, dijo.

Incluso y de acuerdo con un estudio llamado Productividad laboral y deterioro de la actividad de los pacientes con dermatitis atópica se precisa que 41.1% de los pacientes tienen deterioro en sus actividades laborales por las molestias que genera la enfermedad.

A pregunta expresa comentó que los síntomas son en su forma aguda: piel seca, picazón, enrojecimiento, erupciones en la piel e incluso supuración; en tanto que en su forma su forma crónica: piel seca, oscurecida y engrosada, altamente irritable y con picazón.

La mayoría de los pacientes comienza con dermatitis atópica en los primeros meses de la vida; a esta edad las lesiones aparecen en las mejillas, el pecho, la espalda, los brazos y las piernas. Más adelante en la vida, las lesiones aparecen en los pliegues de los brazos, las piernas, el cuello, o los párpados.

El objetivo del tratamiento de es que el paciente realice sus actividades normales y esté libre de lesiones en la piel. La dermatóloga pediatra precisó que el manejo varía de acuerdo con la gravedad y extensión del daño en la piel, algunas recomendaciones de cuidado de la piel para mantener controlada la DA son:

Durante el baño usar dermolimpiadores gentiles, evitar tallar la piel y aplicar cremas humectantes al salir del baño y varias veces al día en toda la piel.

Evita durante el baño el uso de jabones neutros, con perfume y con color.

No es necesario usar estropajo, esponja, trapo ni toalla para lavar la piel.

La temperatura del agua del baño deberá ser agradable: ni muy fría ni muy caliente.

Reducir exposición a los ácaros del polvo, caspa de animales y otros alérgenos del medio ambiente.

Descansar de manera efectiva. El sueño es necesario para que la piel mantenga sus funciones adecuadas

Ante cualquier lesión en la piel, consultar al dermatólogo.

Recuerda que el dermatólogo y el dermatólogo pediatra son los expertos en el cuidado y protección de la salud de tu piel.