Monterrey, Nuevo León, 17 de diciembre de 2025- En México, los tumores malignos causaron 95,108 defunciones en 2024 (cifra preliminar) y 91,562 en 2023 (11.4% del total de muertes), de acuerdo con el INEGI. El cáncer se mantiene así entre las principales causas de mortalidad en el país. En Nuevo León, las autoridades han reportado avances en la detección y control —con una tendencia reciente a la baja en mortalidad por cáncer de mama—, pero el diagnóstico oportuno aún es un reto en el país.
Frente a ello, especialistas médicos como los patólogos cumplen una función clave durante el diagnóstico de esta enfermedad. “El patólogo es el médico especialista que actúa como puente entre la sospecha clínica de cáncer —o el hallazgo de una lesión— y un diagnóstico preciso. Es un miembro clave del equipo oncológico, responsable de emitir la información necesaria para que el oncólogo pueda tomar decisiones terapéuticas”, señala la Dra. Yuridia Alvarado, jefa de patología de Doctors Hospital Auna.
Hoy, la patología integra tecnologías que permiten diagnósticos más precisos, completos y rápidos, reduciendo demoras y facilitando el inicio oportuno del tratamiento. “Utilizamos tecnologías como la inmunohistoquímica, que utiliza anticuerpos para detectar proteínas específicas en las células tumorales, así como estudios moleculares que identifican mutaciones y proporcionan un perfil preciso del tumor, lo que permite diseñar terapias personalizadas adaptadas a cada paciente”, comenta la especialista.
Este nivel de detalle permite personalizar decisiones y acortar tiempos críticos desde la biopsia hasta el inicio del plan terapéutico. "Por ejemplo, en nuestra red Auna México, los tiempos de respuesta de informes como el histopatológico oscilan entre 4 y 7 días, según el tipo de tumor evaluado”, añade.
Para pacientes, el impacto es tangible, pues un informe patológico no solo confirma o descarta el cáncer, sino que especifica el subtipo y su agresividad, orientando así el tratamiento a seguir. En términos cotidianos, los minutos y días que se ganan se traducen en un inicio terapéutico más rápido y una experiencia más humana y clara.
“En patología, los indicadores fundamentales son la eficiencia (tiempos y oportunidad), la precisión diagnóstica (concordancia), la seguridad y trazabilidad de la muestra, y la calidad técnica. Estos indicadores permiten mantener altos estándares de atención, mejorar la confianza clínica y optimizar el uso de los recursos”, puntualiza la Dra. Alvarado.
El “minuto cero” visto en un caso real
Una paciente de aproximadamente 40 años ingresó a uno de los hospitales Auna por un problema pulmonar severo. Los síntomas apuntaban a una enfermedad inflamatoria; sin embargo, la revisión oportuna de la biopsia por parte del patólogo reveló un cáncer de pulmón en etapa temprana con una mutación específica que explica el crecimiento tumoral. Esta precisión diagnóstica, lograda a tiempo, permitió indicar un tratamiento dirigido (inmunoterapia) sin demoras innecesarias. Un mes después, la paciente mostró respuesta clínica favorable y hoy se encuentra en remisión completa.
¿Por qué importa el “minuto cero”? En oncología, el estadio al diagnóstico es el mejor predictor de sobrevida. Detectar antes cambia la historia: habilita terapias más efectivas, reduce la necesidad de intervenciones más agresivas y mejora el pronóstico. Por eso, un informe histopatológico claro y rápido no solo confirma o descarta la enfermedad; acorta tiempos críticos y adelanta el inicio del tratamiento, con impacto directo en la evolución de cada persona.
En Auna, ecosistema líder en la transformación de la salud en Latinoamérica, se fortalece continuamente la cadena diagnóstica mediante estándares internacionales y el trabajo coordinado de equipos multidisciplinarios, poniendo siempre al paciente en el centro. “Nuestro objetivo es que el diagnóstico oportuno sea la norma; y no, la excepción. Este es un paso esencial para seguir logrando tratamientos con excelentes resultados y salvando más vidas”, concluye la jefa de patología de Doctors Hospital Auna.