Con 26 huesos, 33 articulaciones y más de 100 músculos, tendones y ligamentos, el pie es increíblemente complejo y está hecho para resistir toda una vida de actividad. Pero eso no significa que sea inmune a las lesiones. De hecho, es todo lo contrario.
Bajo ciertas condiciones, cualquier parte del pie puede lesionarse, ya sea por una caída, el desgaste de los años o incluso por usar zapatos que no te quedan bien. Además, hay factores —como la edad— que pueden hacer que te lesiones con más facilidad. Pero la buena noticia es que hay cosas que puedes hacer para cuidar tus pies y tobillos, y evitar el dolor o las lesiones.
Factores que pueden contribuir al dolor de pies y tobillosEdad
“Personas de todas las edades pueden tener dolor en los pies y diferentes afecciones”, explica el Dr. Travis Hanson, cirujano de pie y tobillo del Hospital Houston Methodist. “Pero a medida que envejecemos, hay más desgaste en el cuerpo”.
“Cuando tienes 22 años, los tendones del pie y tobillo pueden estar en perfecto estado, pero cuando pasas los 45, es posible que ya haya microdesgarros, tejido cicatricial y cambios degenerativos que aumentan el riesgo de dolor”, añade.
El término “desgaste” suele asociarse con la artrosis, una enfermedad degenerativa de las articulaciones. Pero el Dr. Hanson señala que este deterioro también puede afectar a los tejidos blandos del pie, como los ligamentos, tendones y músculos que sostienen los huesos.
Rigidez articular
Un factor relacionado con la edad es la rigidez articular, que puede poner tensión extra en ciertas partes del pie y el tobillo, aumentando el riesgo de dolor, según explica el Dr. Hanson. La rigidez articular es común en enfermedades como la artritis o condiciones inflamatorias, pero también puede estar presente en casos de bursitis, tendinitis o fibromialgia.
“La rigidez articular es algo que trabajamos bastante en muchas condiciones del pie, y los estiramientos suelen ser una parte clave del tratamiento”, comenta.
Uso excesivo y lesiones
Existen dos tipos principales de lesiones: agudas y crónicas. Las lesiones agudas ocurren de forma repentina, como una torcedura. Las crónicas, en cambio, se desarrollan con el tiempo por el uso repetitivo de una zona específica del cuerpo, como pasa con la periostitis tibial en corredores.
“Las lesiones por uso excesivo son como doblar un clip metálico”, afirma el doctor. “No se rompe al instante, pero si lo sigues doblando, con el tiempo se fatiga y se rompe”. “Lo mismo pasa con nuestro cuerpo”, continúa. “Una vez que fuerzas una estructura del pie o tobillo hasta el punto de fallo, es más probable que termines con una lesión”.
Estar mucho tiempo de pie
“Permanecer de pie durante mucho tiempo, dependiendo del caso, sí puede ser un factor de riesgo para desarrollar dolor en los pies y tobillos”, señala el Dr. Hanson. “Pero no es que todos los que trabajan de pie vayan a tener dolor. Si lo haces sobre superficies duras, con zapatos inadecuados, con sobrepeso o con rigidez articular, entonces esos factores sí pueden terminar causando molestias”.
Zapatos que no te quedan bien
“Muchos pacientes vienen preguntando cuál es el mejor zapato”, cuenta el doctor. “Pero no existe un solo zapato perfecto”.
“Si tienes una condición específica en el pie, puede que ciertos tipos de calzado sean más útiles”, dice. Por ejemplo, en lugar de un zapato minimalista y flexible, las personas con artritis en el medio pie pueden beneficiarse de una suela más gruesa y curva llamada rocker bottom, que facilita el movimiento al caminar.
Pero si no tienes una condición específica, lo mejor es ir a la tienda, probar diferentes modelos y caminar un poco para ver cuál te resulta cómodo, porque cada pie es único.
Sobrepeso
Además de estar de pie por largos periodos o usar zapatos inadecuados, el sobrepeso también puede contribuir al dolor de pies, según el Dr. Hanson. Cuanto más peso cargas, más presión soportan tus articulaciones, músculos y tendones, haciéndolos más vulnerables al desgaste, uso excesivo y lesiones.
Se considera sobrepeso un IMC igual o superior a 25. La obesidad es un IMC igual o mayor a 30. El pie es complejo y el dolor puede surgir en distintas zonas
El dolor en el tobillo no es igual al de los dedos o el talón. Desde el tobillo hacia abajo, el experto del Hospital Houston Methodist, detalla las condiciones más comunes asociadas con cada parte del pie:
Tobillo Condiciones comunes: • Artritis • Inflamación de las articulaciones • Esguinces o distensiones
Parte trasera del talón
Condiciones comunes: • Tendinitis aquílea • Desgarros o ruptura del tendón de Aquiles • Espolones óseos “Cuando hay dolor en la parte trasera del talón, muchas veces está relacionado con el tendón de Aquiles”, comenta.
El dolor intenso y repentino puede indicar una ruptura, mientras que la inflamación crónica podría ser tendinitis o un espolón que irrita el tendón. La tendinitis aquílea es bastante común —alrededor de uno de cada cuatro atletas la desarrolla—, aunque también puede afectar a personas que no practican deporte. “Es una de las condiciones que más veo”, manifiesta el especialista.
“Existen muchas opciones no quirúrgicas como estiramientos, hielo, fisioterapia e incluso medicamentos antiinflamatorios o botas ortopédicas”. “Si nada de eso funciona, entonces puede ser necesaria la cirugía”, aclara.
Planta del talón
Condiciones comunes: • Fascitis plantar • Ampollas • Pies planos • Espolones calcáneos “La fascitis plantar también es muy común”, comenta el Dr. Hanson.
“Uno de los síntomas principales es el dolor con los primeros pasos al levantarte o al ponerte de pie tras estar sentado”. Estas personas suelen tener los músculos de las pantorrillas tensos también. Por suerte, la mayoría de los casos mejoran sin fisioterapia, pero sí con estiramientos, hielo y, a veces, una almohadilla para el talón dentro del zapato.
Empeine (parte superior del pie)
Condiciones comunes: • Artritis • Esguinces o distensiones • Espolones óseos “Vemos muchos pacientes con artritis en el mediopié, que puede causar dolor al moverse”, explica el doctor. “Ciertos zapatos o inyecciones de esteroides pueden ayudar, aunque en algunos casos hay que recurrir a la cirugía para eliminar la artritis”.
Dedos del pie
Condiciones comunes: • Juanetes • Dedos en martillo • Gota Antes se pensaba que los juanetes y dedos en martillo eran causados por usar zapatos muy ajustados, sobre todo en mujeres, pero en realidad son en gran parte genéticos, y también pueden afectar a los hombres. “Normalmente los tratamos recomendando ciertos zapatos, y si eso no funciona, la cirugía es bastante común”, comenta.
¿Qué condiciones más amplias pueden manifestarse como dolor en el pie?
“Hay muchas condiciones en las que, como cirujanos de pie y tobillo, terminamos siendo los primeros en diagnosticar un problema sistémico en lugar de algo localizado”, comenta el Dr. Hanson. La gota es un ejemplo: se produce cuando hay demasiado ácido úrico en el cuerpo (hiperuricemia). Como la sal al evaporarse, el ácido úrico forma cristales, usualmente en la base del dedo gordo, provocando mucho dolor e inflamación.
Otra condición común es la mala circulación.
“Alguien puede venir por dolor en el pie, pero al evaluarlo, descubrimos que tiene un problema arterial”, explica. “A menudo notamos pulsos débiles, lo que requiere estudios vasculares o ecografías de las arterias”. También diagnostica con frecuencia compresión de nervios en la espalda o neuropatías, que pueden causar dolor, hormigueo o pérdida de sensibilidad en los pies.
¿Cómo saber si el dolor en el pie es serio? Si la lesión te impide caminar, lo mejor es buscar atención médica y hacerte una radiografía. En condiciones crónicas, tal vez no necesites tratamiento si el dolor no afecta tu vida. Pero si ese dolor empieza a limitar tus actividades o necesitas cambiar tus rutinas para adaptarte, es momento de evaluarlo para que puedas seguir al máximo sin tener que frenar por el dolor.
Consejos para mantener los pies sanos y evitar el dolor
Estiramiento
Según el Dr. Hanson, tener una rutina de estiramientos regular, sobre todo antes y después del ejercicio, es un gran beneficio —no solo para el dolor de pies y tobillos, sino para tu salud en general. Como mucho del dolor está relacionado con pantorrillas tensas, un estiramiento útil es el del corredor: apóyate sobre una mesa o escritorio, pon el pie afectado atrás, plano en el suelo, y empuja suavemente hacia adelante.
Control del peso
Como el exceso de peso añade presión a tus articulaciones y tejidos, mantener un peso saludable puede reducir esa carga y prevenir el dolor en pies y tobillos, explica el doctor.
Ejercicio
El ejercicio tiene muchos beneficios más allá del dolor en los pies. Fortalece los músculos alrededor del pie y tobillo, lo que te da más estabilidad y te ayuda a prevenir lesiones. Además, hacer fuerza y cardio mejora el metabolismo, el estado de ánimo y reduce el riesgo de muchas enfermedades.