De acuerdo con datos de la UNAM, en México aproximadamente por cada 100 habitantes, entre 15 y 20 padecen depresión, sin embargo, hacen falta muchas personas por ser diagnosticadas ya que muchas no se dan cuenta o la confunden con otras enfermedades. Y es que la OMS estima que alrededor del mundo, existen más de 300 millones de personas padeciendo esta enfermedad.
La mayoría de la gente diagnosticada usa fármacos para tratar los síntomas, pero, ¿siempre son buenos? Respondiendo a esta pregunta, Examedi detectó algunos de los efectos secundarios más frecuentes en quienes los consumen, tales como: náuseas, incremento del apetito y aumento de peso, fatiga y somnolencia, insomnio, resequedad en la boca, estreñimiento y mareos.
“Los fármacos para la depresión siempre deben ser recetados por un especialista ya que no son para un consumo sin receta por lo fuertes que son, aunque hay varios efectos secundarios, algunos de los más recurrentes son el aumento de apetito y peso, náuseas, fatiga e insomnio. El problema de atender oportunamente este tipo de padecimiento es muy difícil, ya que muchas veces las personas no se dan cuenta sino hasta años avanzada la enfermedad, ya que muchas veces es confundida con otras enfermedades.”, comentó Juan Pablo Zepeda, director de operaciones y Cofundador de Examedi.
También es necesario mencionar que, existen 6 tipos de depresión: la depresión postparto, el trastorno depresivo persistente, trastorno afectivo estacional y, sin restarle importancia de atención a ninguno, los más graves son el trastorno depresivo grave, el cual es de larga duración y afecta las actividades cotidianas de una persona; la depresión psicótica, que presenta alucinaciones y la maníaca depresiva o trastorno bipolar, con cambios cíclicos en el estado de ánimo de la persona.
En muchas ocasiones, no nos damos cuenta de cuando una persona está deprimida, ya que muchas veces quienes la padecen no suelen externar el cómo se sienten de verdad y muestran un carácter de alguien muy feliz y sin problemas. Es por esto por lo que debemos estar atentos a lo que la gente que nos rodea expresa en sus acciones, como la falta de apetito o comenzar a no hacer actividades de las que antes disfrutaban realizar y, de esta manera, acudir a tiempo con un especialista.
“Nunca está de más preguntarle a un amigo, familiar o compañero ¿cómo se siente? o ¿cómo va su día?, con pequeñas acciones podemos ayudar a detectar a alguien que sufre depresión y poder combatirla a tiempo, sea cual sea el tipo que padezca y la gravedad de esta”, concluye Zepeda.