OBESIDAD INFANTIL: EMERGENCIA SANITARIA

“El consumo de alimentos chatarra se inicia desde pequeños”.

Lorena Ríos
Bienestar
OBESIDAD INFANTIL

La Ensanut revela que 35% de los menores de cinco a once años tiene sobrepeso u obesidad.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró que en las últimas cuatro décadas se ha multiplicado por diez el número de niños y adolescentes con obesidad, es decir, hoy 340 millones de personas de cinco a 19 años sufre esta condición en todo el mundo.

En México la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut) señala que 35% de menores de entre cinco y once años tiene alguna condición de sobrepeso y obesidad, porcentaje que aumenta hasta 40% en niños y jóvenes de once a 19 años.

Ante este panorama, la Secretaría de Educación Pública (SEP) y el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) firmaron un convenio para promover la salud y prevenir enfermedades cardiovasculares en alumnos de educación básica y media superior de México.

Leticia Ramírez Amaya y Zoé Robledo, titulares de la SEP e IMSS, respectivamente, informaron que las escuelas de educación básica y media superior se convertirán en “lugares de prevención para combatir el sobrepeso, la obesidad y la diabetes infantil”.

Durante el acto realizado en la Sala de Banderas de la Conferencia Interamericana de Seguridad Social (CISS), Ramírez señaló que educación y salud son derechos que representan un mandato legal y un imperativo ético para el progreso y el desarrollo de las comunidades, por lo que con el nuevo plan y programas de estudio para la educación básica se favorece el conocimiento, así como la vida pacífica, inclusiva y sana.

Aseguró que el eje transversal de Vida Saludable pone atención en la alimentación de los niños; el retiro de bebidas azucaradas en los planteles escolares; la disminución del consumo de alimentos procesados e incentiva la actividad física y los diferentes recursos de prevención de las enfermedades crónico-degenerativas. También se otorgarán talleres de alimentación saludable, así como la apertura de Centros de Extensión de Conocimientos para la realización de actividades en materia de prevención.

Robledo señaló a su vez que México enfrenta desde hace 30 años una pandemia silenciosa: las enfermedades crónico-degenerativas como diabetes, hipertensión y obesidad, que son las principales causas de muerte. Afirmó que estos padecimientos se pueden prevenir en la mayoría de los casos, pero que no se curan una vez que se establecen; por ello el IMSS ha impulsado estrategias como JuvenIMSS Junior y NutrIMSS, enfocadas a la atención integral de adolescentes y jóvenes.

Atención inmediata

El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) advirtió en tanto que la obesidad infantil en México es una emergencia de salud pública que requiere cambios urgentes porque afecta el crecimiento y el desarrollo de los niños.

Aseveró que nuestro país es el mayor consumidor en América Latina de productos ultraprocesados, incluidas las bebidas azucaradas.

Las tasas más altas de este consumo se encuentran entre los niños en edad preescolar, quienes adquieren de esta manera alrededor de 40% de sus calorías. Un tercio de los niños y adolescentes mexicanos tiene sobrepeso u obesidad.

UNICEF recalcó que la falta de acceso a alimentos frescos y saludables, la comercialización agresiva de productos alimenticios dirigidos a niños y la alta exposición a alimentos ultraprocesados en hogares, escuelas y mercados conducen a un ambiente poco saludable que promueve la obesidad y afecta a millones de mexicanos.

Recordó que en 2016 México declaró una alerta epidemiológica debido a las altas tasas de diabetes y obesidad en la población.

Diabetes mellitus

Solo en la Ciudad de México viven aproximadamente 600 mil niños y adolescentes con diabetes, de los cuales 72 mil tienen diabetes tipo 2, relacionada con el sobrepeso y obesidad, de acuerdo con la Secretaría de Salud.

“Estos datos son alarmantes, ya que más de un tercio de las infancias en México sufre diabetes; solo en la capital del país sabemos que hay más de 600 mil niños y adolescentes con un tipo de diabetes. También hallamos una disminución de 15% en el número de estudios para detectarla. Esto nos preocupa porque habla de malas estrategias de prevención; los malos hábitos alimenticios, desde casa hasta escuelas, y la falta de visitas regulares al médico o exámenes clínicos afectan a este sector de la población”, comentó Juan Pablo Zepeda, cofundador y director de operaciones de Examedi.

“El consumo de alimentos chatarra entre jóvenes se inicia desde pequeños en ambientes familiares y escolares, puesto que la variedad de sitios de venta donde se encuentran estos productos resulta al alcance de la población, convirtiéndose en la opción más sencilla y llamativa. Ante esta situación el panorama es que para el año que viene ocuparemos un lugar más alto en los índices mundiales que padecen de esta enfermedad. Por ello es importante aumentar y destacar la importancia de hábitos saludables desde la infancia”, advirtió Zepeda.

Actividad física

La actividad física, definida como cualquier movimiento corporal que requiere gasto de energía, contribuye a prevenir enfermedades crónicas y degenerativas como sobrepeso, obesidad, diabetes, hipertensión, ansiedad, depresión y trastornos del sueño, señaló la Dirección General de Promoción de la Salud.

Resultados del estudio Módulo de práctica deportiva y de ejercicio físico, realizado por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), muestran que 40% de la población mayor de 18 años realiza actividad física y 60% declaró no llevarla a cabo o abandonarla por falta de tiempo, cansancio derivado del trabajo o problemas de salud.

La actividad física ayuda a la adecuada función cardiaca y capacidad respiratoria; disminuye el estreñimiento y fortalece músculos, huesos, ligamentos y articulaciones. Mejora la circulación y favorece la oxigenación para la producción suficiente de neurotransmisores, que a su vez impactan de forma positiva en capacidades cerebrales como pensamiento, razonamiento y estado de alerta. Además, estabiliza el ciclo de sueño y el estado de ánimo.

La OMS aconseja que lo ideal para mejorar la salud es realizar al menos 150 minutos de actividad física aeróbica moderada a la semana; es decir, 30 minutos diarios o 15 minutos con actividad aeróbica vigorosa, o bien una combinación de ambas.