En México solo 27.7% de los adultos elegibles para tamizaje se realizó una prueba en el último año.
La diabetes es un conjunto de enfermedades que afectan la regulación de glucosa en la sangre debido a una insuficiente acción de la insulina. En México esta condición afecta a 14.6 millones de personas, de las que 50% desconoce que tiene la enfermedad.
Hoy siete de cada diez adultos con diabetes se encuentran en edad productiva, lo que convierte a los centros de trabajo en un factor fundamental para mejorar la calidad de vida de millones de personas.
La diabetes es la principal causa de muerte en el país y una de las mayores causas de discapacidad, ceguera, amputaciones e insuficiencia renal, según datos del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP 2024).
En 2023 más de la mitad de las personas con diabetes en el país permanecían descontroladas, a pesar de que 93% de los diagnosticados sigue algún tratamiento: las dificultades en el diagnóstico temprano y la falta de adherencia al tratamiento contribuyen a que la diabetes siga avanzando.
La herencia poligénica de la diabetes mellitus, sumada a factores ambientales como el sedentarismo y la obesidad, incrementa el riesgo. Este fenómeno, conocido como “genoma ahorrativo”, se refiere a la capacidad heredada de almacenar energía eficientemente, lo que antes era ventajoso, pero que en la actualidad, con una mayor disponibilidad de alimentos, contribuye al aumento de casos de obesidad y diabetes.
Para la Federación Mexicana de Diabetes (FMD) es fundamental reconocer estos desafíos para construir entornos que favorezcan el autocuidado, la salud emocional y el pleno desarrollo de quienes viven con esta condición.
“La diabetes no debe ser motivo de limitación ni de estigma. Cuando comprendemos los desafíos reales que enfrentan las personas podemos crear entornos más humanos, accesibles e incluyentes, comenzando por los espacios donde convivimos todos los días: el trabajo, la escuela y la familia”, destaca Gisela Ayala, directora ejecutiva de la Federación Mexicana de Diabetes AC.
Esta enfermedad es uno de los mayores retos de salud pública en México y el mundo. Según la Federación Internacional de Diabetes (IDF) 589 millones de personas viven con esta condición y 43% no lo sabe, lo que aumenta el riesgo de complicaciones como enfermedad cardiovascular, daño renal o discapacidad visual.
Desafíos
De acuerdo con la IDF existen diversos retos que pueden enfrentar las personas que viven con diabetes en el ámbito laboral. Al respecto, la gerente académica de la FMD, Mónica Hurtado, explica que en el contexto mexicano existe la idea de que “la diabetes no afecta el desempeño laboral”, pero la realidad es que la enfermedad crónica puede generar desafíos en el trabajo.
Según la IDF 83% de las personas con diabetes teme desarrollar complicaciones y tres de cada cuatro son afectadas por el agotamiento causado por la condición y admiten haber interrumpido su tratamiento de la diabetes debido al estrés o a sentirse abrumados.
En México, donde la Población Económicamente Activa (PEA) asciende a 61.1 millones de personas (INEGI 2025), millones de trabajadores enfrentan ansiedad o depresión debido a la diabetes, afectando su productividad y bienestar.
Otro reto es que se considera que “no es necesario adaptar el entorno laboral para personas con diabetes”, cuando la realidad es que las personas con esta enfermedad enfrentan dificultades como acoso, falta de pausas para monitorear su glucosa o barreras para acudir a citas médicas.
En México 54.6% de los trabajadores labora en condiciones de informalidad (INEGI 2025), lo que limita el acceso a políticas laborales que apoyen el manejo de la diabetes.
La idea de que “el diagnóstico y manejo de la diabetes no requieren tecnología avanzada” es falsa: por el contrario, la tecnología es clave para mejorar el diagnóstico y tratamiento. En México solo 27.7% de los adultos elegibles para tamizaje se realizó una prueba en el último año (ENSANUT 2023).
Herramientas como monitores continuos de glucosa, plataformas digitales y pruebas diagnósticas avanzadas pueden mejorar la detección temprana y el manejo de la glucosa, que actualmente alcanza solo 25.8% de las personas diagnosticadas.
Y, finalmente, piensan que “la diabetes es un problema personal, no laboral”, cuando la realidad es que hay una carencia de políticas laborales inclusivas, lo cual limita las oportunidades de desarrollo profesional. En México, donde 24.6 millones de mujeres y 34.7 millones de hombres conforman la población ocupada (INEGI 2025), es crucial promover entornos laborales libres de estigma, con pausas adecuadas y acceso a atención médica.
“Visibilizar los desafíos que enfrentan las personas con diabetes en el ámbito laboral nos permite impulsar políticas y acciones más humanas. La educación y la sensibilización son herramientas fundamentales para construir espacios laborales más justos y saludables para todos”, concluye Mónica Hurtado, gerente académica de la FMD.
Con este llamado la FMD reafirma la necesidad de que el sector salud, empresas, trabajadores y tomadores de decisión colaboren para garantizar entornos laborales que protejan la salud y los derechos de quienes viven con diabetes: la creación de espacios informados, empáticos y libres de estigma es clave para mejorar la calidad de vida y el desarrollo profesional de millones de personas con diabetes en México.

