Ciudad de México, 11 de septiembre de 2025.- El miedo y la ansiedad por el ruido causado por la pirotecnia en las fiestas patrias son uno de los problemas emocionales más comunes en perros y, al mismo tiempo, uno de los menos comprendidos por sus dueños. De acuerdo con la Facultad de Medicina Veterinaria y Ciencias Biomédicas de Texas A&M University, 49.9% de los perros muestran signos de miedo y ansiedad general; si a esto se le suman estimulantes adicionales, el número de mascotas con ansiedad incrementa.
La pirotecnia típica de las fiestas patrias en México provoca picos de miedo y ansiedad en miles de perros. Antes del inicio de las celebraciones, la Dra. Andrea Bernal, veterinaria de Maka Recetas, comparte una serie de consejos para que los tutores reduzcan riesgos de fuga, lesiones y crisis de pánico.
“Cuando un perro tiembla, jadea o busca esconderse ante un estallido, no se está portando mal, está asustado y esto puede derivar en ansiedad. Por ello, es importante tratarlo con seriedad, ya que no es una conducta de desobediencia”, comentó la Dra. Bernal.
Cómo reconocer ansiedad por ruido
- Es una reacción inmediata ante el sonido de la pirotecnia.
- Signos típicos: jadeo, temblores, pupilas dilatadas, búsqueda de refugio, intentos de escape, micción o defecación en casa, lamido compulsivo, pérdida de apetito, vómito o diarrea por estrés.
- Si el perro no acepta premios ni juego durante los estallidos, está en crisis: la prioridad es disminuir estímulos y aumentar la sensación de seguridad.
Si se ha detectado con anterioridad que la mascota sufre de estrés y ansiedad por la pirotecnia, es importante prepararse implementando las siguientes acciones:
- Cuarto seguro: elegir una habitación interior; bajar la intensidad de la luz, cerrar cortinas y amortiguar el sonido a través de música relajante o ruido blanco con volumen bajo. Colocar su cama o kennel semioculto, agua y juguetes de olfato.
- Asociación positiva: previo a los festejos, se puede usar ese cuarto a diario entre 10 y 15 minutos con premios o rompecabezas, para que el perro lo elija voluntariamente para resguardarse ahí cuando escuche cohetes.
- Identificación y seguridad: es importante que en todo momento el perro cuente con el collar con placa actualizada con los datos del tutor, ya que, en caso de escape, será más fácil localizarlo; verificar que las cerraduras y ventanas se mantengan cerradas durante la noche mexicana, además de supervisar azoteas y patios.
Alimento para mascotas: adelantar la comida principal unas horas el día del evento, para minimizar el malestar gástrico en caso de que haya estrés.
Es importante que, durante la noche del 15 de septiembre, que es cuando más cohetes se escucharán, se implemente lo siguiente:
- Trasladar al perro a su cuarto seguro antes del pico de ruido.
- Una vez que comience el ruido, se debe mantener una actitud calmada y voz neutra; reforzar solo conductas que den tranquilidad, con caricias breves o premios si los acepta.
- Aplicar distracciones de olfato con lickmats, kong o rompecabezas; asimismo, música/ruido blanco constante.
Si el perro tolera la presión suave, se recomienda usar chaleco o manta de compresión previa a la hora con mayor ruido.
“Entre los errores principales que cometen los tutores están regañarlo o reprenderlo por conductas de miedo, como ladridos, temblores o intentos de escape; esto solo aumenta el estrés y la confusión del animal. Forzar al perro a permanecer en un lugar para ver los fuegos artificiales o meterlo en un espacio sin acondicionar previamente, también genera mayor ansiedad, porque el perro no se siente protegido, ni en control”, aseguró la Dra. Andrea.
En casas con varios perros, lo más conveniente es ofrecer espacios individuales y distracciones por separado. En caso de que el perro sea senior o tenga alguna enfermedad, se debe adaptar el entorno: accesos sin obstáculos, superficies antideslizantes, cama ortopédica y una anticipación constante de los picos de ruido.
“La ansiedad por cohetes no es un detalle menor, es sufrimiento real. Preparar la casa y la rutina con tiempo puede ser la diferencia entre una noche caótica y una noche controlada”, concluyó la Dra. Andrea Bernal.