CDMX. 14 de diciembre de 2025. El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) atiende a personas con diagnóstico de disfagia mediante protocolos multidisciplinarios y el trabajo de más de 950 especialistas, con el objetivo de prevenir complicaciones graves como neumonía por aspiración, desnutrición y deshidratación.
El Seguro Social llamó a la población para reconocer y atender oportunamente esta condición que afecta la capacidad de tragar alimentos, líquidos o incluso saliva.
Recomienda a la población estar atenta a los signos de alerta, que incluyen dificultad o dolor al tragar, sensación de alimento atorado, tos frecuente, voz ronca o húmeda, babeo, pérdida de peso y reflujo. Ante cualquiera de estos síntomas, es fundamental acudir a la unidad médica para recibir atención especializada y evitar complicaciones potencialmente mortales.
La disfagia puede presentarse en cualquier etapa de la vida, pero es más frecuente en personas adultas mayores y en pacientes con enfermedades neurológicas. Sus complicaciones pueden poner en riesgo la vida si no se detecta a tiempo.
El Seguro Social refirió que se estima que entre 13 y 16 por ciento de los adultos mayores de 65 años sufren disfagia, siendo más común en centros geriátricos. Y en México, aunque no existen cifras poblacionales exactas, se reporta una alta prevalencia en adultos mayores.
De acuerdo con datos internacionales, entre 50 y 80 por ciento de los casos están relacionados con enfermedades neurológicas, lo que evidencia la necesidad de una atención especializada y multidisciplinaria.
El Instituto informó que aproximadamente el 4 por ciento de todas las hospitalizaciones en sus unidades médicas incluyen diagnóstico de disfagia, cifra que puede alcanzar hasta 16 por ciento en poblaciones vulnerables, como adultos mayores o pacientes frágiles.
Reportó que la edad promedio de quienes presentan esta condición se sitúa en la sexta década de la vida, entre 60 y 69 años, aunque puede aparecer antes en personas con factores de riesgo.
Para enfrentar este desafío, el IMSS cuenta con una red de especialistas integrada por 953 especialistas, distribuidos en 227 gastroenterólogos, 587 otorrinolaringólogos y 139 audiólogos, quienes trabajan en coordinación con expertos en neurología, nutrición y terapia de lenguaje.
Esta estructura del Instituto permite ofrecer atención integral, desde la detección temprana hasta el tratamiento especializado, con el objetivo de mejorar la seguridad al comer y preservar la calidad de vida de los pacientes.
Entre los principales retos que enfrenta la institución se encuentran la detección temprana insuficiente, variabilidad en el acceso a pruebas especializadas como videofluoroscopia y endoscopia de deglución, y necesidad de fortalecer la coordinación entre disciplinas para garantizar protocolos uniformes en el país.
Además, el manejo simultáneo de la seguridad en la deglución y el estado nutricional exige seguimiento estrecho y adaptación de dietas, lo que requiere recursos y capacitación continua.
El impacto de la disfagia en la calidad de vida es significativo, ya que además de las complicaciones físicas, como desnutrición y problemas respiratorios graves, los pacientes pueden experimentar ansiedad, depresión, aislamiento social y frustración, ya que comer deja de ser un acto placentero y se convierte en una experiencia temida, lo cual llega a afectar también el entorno familiar.
El IMSS reafirma su compromiso de fortalecer la atención a este padecimiento mediante la capacitación de personal, la mejora en la infraestructura diagnóstica y la implementación de protocolos multidisciplinarios.
