Ciudad de México, a 8 de septiembre de 2025. México está buscando contar con un sistema de salud equitativo, universal y de gran calidad para responder a las necesidades de una población heterogénea, numerosa y con múltiples necesidades. Sin embargo, la inversión pública en salud es de solamente 2.5% del Producto Interno Bruto (PIB), mientras que la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda una inversión de 6% del PIB. Los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), a la que México pertenece, gastan en salud un promedio del 12.8% del PIB.
Este hecho llama a una conversación impostergable entre diversos sectores, con el fin de encontrar los mejores caminos hacia un sistema de salud que cuente con los recursos suficientes para asegurar su sostenibilidad.
Durante la Semana de la Innovación 2025 de la Asociación Mexicana de Industrias de Investigación Farmacéutica (AMIIF) representantes de los sectores público, privado y la academia discutieron sobre las barreras que existen para lograr un sistema de salud que responda de manera eficiente a las necesidades de la población, empezando por un presupuesto reducido, y plantearon soluciones que marcarían una transición en el sistema de salud pública mexicano.
En su intervención, Héctor Villarreal, Catedrático de la Escuela de Gobierno y Transformación Pública del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM), expuso que México es un país enorme en territorio y población, que históricamente ha vivido con un sistema de salud fragmentado. “Existe una competencia por recursos en muchos rubros del presupuesto, debido a una transición demográfica acelerada.”
“Lo que nuestro sector público gasta en salud es similar al gasto de países muy pobres en África. Un país de América Latina como Argentina gasta en salud 8% del PIB, Brasil alrededor del 7% y Colombia más arriba de 5 por ciento. Tenemos una población enferma y un gasto de bolsillo empobrecedor para la economía familiar. Esto tiene consecuencias negativas en la productividad y economía del país”, advirtió el catedrático del ITESM.
Hacia un sistema de salud sostenible
Ante esta problemática, el Diputado Juan Guillermo Rendón, secretario de la Comisión de Salud de la Cámara de Diputados, propuso una coordinación entre legisladores e iniciativa privada para proponer las soluciones adecuadas. “El presupuesto asignado es insuficiente. Resolver esta situación requiere de un proceso largo, en el que deberemos seguir trabajando de manera conjunta con la industria farmacéutica para lograr una administración pública ágil y más progresiva, y apoyemos a la investigación clínica.”
El legislador añadió que la prevención de enfermedades puede generar ahorros notables en el presupuesto. “Es necesario poner nuestra atención en políticas de prevención, porque un paciente con una enfermedad grave genera más costos al sistema de salud. Prevenir desde la consulta básica es el fundamento para una economía de la salud más sana.”
Por su parte, Héctor Villarreal propuso una serie de soluciones prácticas para llegar al 6% de inversión pública en salud que recomienda la OMS.
“Lo primero es aprovechar las cuotas de la seguridad social, que han aumentado de manera importante debido a los programas de formalización que se llevan a cabo desde el sexenio anterior. Tenemos que apoyar estos programas porque son una buena oportunidad para contar con más presupuesto en salud. También debemos hablar de las pensiones; si éstas se siguen comiendo fracciones de presupuesto, como lo están haciendo, vamos a tener carestías cada vez más presentes en rubros importantes”, indicó.
Asimismo, Héctor Villarreal planteó la urgente necesidad de que los Gobiernos Estatales y de la Ciudad de México destinen más recursos al sistema de salud. “Podemos hacer un programa a 10 años para incrementar el presupuesto en salud del 2.5 al 6% del PIB, y si tenemos además otro 2% por parte del sector privado, estaremos hablando de un sistema de salud moderno, el que todo mundo espera”, puntualizó.
El Diputado Juan Guillermo Rendón propuso la realización de mesas de trabajo donde exista una comunicación abierta entre industria, academia, gobierno y legisladores, para compartir todos los puntos de vista y encontrar propuestas viables. “Tenemos que sentarnos para ver el presupuesto para el próximo año y decidir hacia dónde lo vamos a llevar.”
“Hablando de financiamiento, deberíamos estar pensando en desarrollar instrumentos nuevos y creativos. Posiblemente tengamos que revisar la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria; ponernos a trabajar a 10 años en financiamiento y cobertura, y aprovechar todas las herramientas digitales nuevas. Necesitamos que los componentes del sistema se hablen; contar con expedientes clínicos electrónicos de los pacientes, que puedan compartirse entre instituciones; asignar responsables, poner metas de mediano plazo y métricas intermedias para ir midiendo los avances”, puntualizó Héctor Villarreal.
Entre sus propuestas, el secretario de la Comisión de Salud de la Cámara de Diputados planteó la elaboración de leyes y reglamentos que se implementen a través de programas de apoyo a la industria farmacéutica e instituciones académicas como el Instituto Politécnico Nacional (IPN) y la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Finalmente, el moderador del panel Juan Luis Morell, director general de Pfizer y Consejero de la AMIIF, señaló que desde la industria se buscará la forma de incrementar la inversión en investigación en el País y poder participar más y mejor en mesas de trabajo que sean conectoras e impulsoras para que las cosas sucedan.
“Es evidente que el diálogo entre gobierno, iniciativa privada y academia construye mucho. Sí se puede, pero se requieren cambios fundamentales y que los diferentes actores que participamos en el sistema de salud trabajemos juntos para que estas propuestas sean factibles”, concluyó.

