Innovación en resonancia magnética en diagnóstico de hígado graso con fibrosis

Conocido como “hepatograma MASLD”, este innovador protocolo ofrece una forma más rápida de identificar alto riesgo de desarrollar cirrosis

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Cortesía Flow
Bienestar
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CDMX, 4 de noviembre de 2025. En un avance que promete transformar el diagnóstico de enfermedades del hígado, el Hospital Houston Methodist presentó un nuevo protocolo de resonancia magnética (MRI, por sus siglas en inglés) de secuencia corta, capaz de diagnosticar, de 5 a 10 minutos, la enfermedad hepática grasa asociada a disfunción metabólica (MASLD, por sus siglas en inglés) con fibrosis. Esto representa una reducción drástica frente a los estudios tradicionales que toman entre 30 y 40 minutos.

Conocido como “hepatograma MASLD”, este innovador protocolo ofrece una forma más rápida y accesible de identificar a pacientes con alto riesgo de desarrollar cirrosis, una cicatrización permanente y potencialmente mortal del hígado, que suele estar relacionada con la obesidad, la diabetes tipo 2 y niveles elevados de presión arterial, colesterol y triglicéridos. “Existe un gran grupo de pacientes con fibrosis clínicamente silenciosa que no recibirán un diagnóstico hasta que ya sea demasiado tarde”, explica el Dr. David Victor, hepatólogo del Hospital Houston Methodist.

“Al hacer la prueba más rápida, sencilla y accesible, le damos a más personas la oportunidad de intervenir mientras la enfermedad todavía es reversible”.

Este enfoque simplificado de resonancia magnética llega en un momento clave, poco después de la aprobación de resmetirom (Rezdiffra), el primer tratamiento autorizado por la FDA para la esteatohepatitis metabólica asociada a fibrosis (MASH, por sus siglas en inglés), la etapa más avanzada de MASLD.

Aunque se estima que más del 25% de los adultos en Estados Unidos tienen MASLD, solo el 4% llegará a desarrollar MASH con fibrosis. La mayoría desconoce que está en riesgo.

“Por fin contamos con un tratamiento que puede ofrecer esperanza a millones de personas con cicatrización hepática avanzada, pero solo funciona si sabemos a quién administrarlo”, señala el Dr. Victor. “Ese es el verdadero desafío”.

Una prueba diseñada para un propósito específico

A diferencia de una resonancia magnética abdominal completa, que captura una amplia gama de estructuras abdominales y suele requerir el uso de medio de contraste, el hepatograma MASLD se enfoca únicamente en el contenido de grasa y la rigidez del hígado. Para ello, se apoya en dos técnicas clave: la cuantificación de grasa por resonancia magnética y la elastografía por resonancia magnética, que utiliza ondas mecánicas suaves para medir la rigidez hepática, un indicador directo de fibrosis.

“Es, esencialmente, un examen diseñado a la medida”, comenta el Dr. Nakul Gupta, radiólogo diagnóstico en el Hospital Houston Methodist, quien desarrolló el nuevo protocolo junto al Dr. Victor. “Lo redujimos a las secuencias esenciales que responden a una pregunta muy específica: ¿este paciente padece o no fibrosis hepática esteatósica?”. La prueba no requiere contraste ni acceso intravenoso y toma menos de 10 minutos dentro del equipo de resonancia magnética. Esto mejora la tolerancia en pacientes con claustrofobia o enfermedades crónicas que suelen tener dificultad para completar estudios prolongados.

“No se trata de una máquina nueva ni de una tecnología distinta”, añade el Dr. Victor. “Se trata de usar lo que ya tenemos, pero de manera más inteligente y eficiente”.

Cubriendo una brecha crítica en la detección

La enfermedad hepática grasa no alcohólica afecta a entre 1 de cada 3 y 1 de cada 2 adultos en el mundo. De ellos, solo una pequeña fracción desarrolla fibrosis hepática, la cicatrización progresiva que con el tiempo puede evolucionar a cirrosis y falla hepática. Históricamente, la detección de fibrosis ha sido poco utilizada, costosa y muchas veces tardía, aunque el impacto de ese acceso limitado se veía atenuado por la falta de un tratamiento eficaz para esa población de pacientes.

“Si un paciente no quería someterse a una resonancia completa de 30 minutos, simplemente podía saltarse el estudio”, explica el experto en radiología. “Ahora que eliminamos lo innecesario y lo redujimos a su forma más esencial, se vuelve más viable usarlo como herramienta de detección en quienes califican según los resultados de su análisis de sangre”. El Dr. Victor asegura que la resonancia corta puede mejorar de manera significativa los resultados. “Si identificamos fibrosis en etapa F2 o F3, podemos tratarla con medicamentos y cambios en el estilo de vida. Pero cuando progresa a cirrosis —fibrosis en etapa F4— lo más probable es que el daño sea irreversible”.

Posibilitar un tratamiento más temprano

Hasta ahora, había poco incentivo para diagnosticar fibrosis en etapas iniciales, porque las opciones terapéuticas eran muy limitadas. “La necesidad de identificar de manera temprana se volvió urgente apenas hace poco”, dice el Dr. Victor. “Hoy, por primera vez, contamos con una terapia que realmente puede revertir o estabilizar la fibrosis”.

Los médicos del Hospital Houston Methodist están alentando activamente a los especialistas de referencia a evaluar la presencia de fibrosis en pacientes con MASLD o con factores de riesgo como síndrome metabólico o niveles elevados de enzimas hepáticas. En particular, los pacientes con un puntaje anormal en la escala FIB-4 —un índice de detección para estimar la probabilidad de fibrosis hepática avanzada— deberían ser considerados para esta exploración única. “Esto no se trata solo de ayudar a nuestros propios pacientes”, explica el Dr. Gupta.

“Nuestro objetivo es dar el ejemplo y lograr que este enfoque diagnóstico esté más disponible de manera generalizada. Es una forma más inteligente y consciente de los recursos para brindar a los pacientes la atención que necesitan, antes de que sea demasiado tarde”.

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