La robótica se abre paso en la rehabilitación del EVC en México

En México, cada año se registran aproximadamente 170 mil casos de infarto cerebrovascular (EVC), una de las principales causas de discapacidad adquirida en adultos

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Redacción
Bienestar
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Los Accidentes Cerebrovasculares (EVC), conocidos comúnmente como derrames o infartos cerebrales, son una de las principales causas de discapacidad adquirida en adultos, dejando secuelas que afectan gravemente la movilidad, el habla, el equilibrio y la autonomía personal.

En México, los EVC son la cuarta causa de muerte en personas mayores de 45 años. De acuerdo con el INEGI, en México, durante 2021 se reportaron más de 37,000 defunciones a causa de esto. Además, cada año se registran aproximadamente 170 mil casos, lo que representa un desafío importante para el sistema de salud nacional, indican especialistas de CEREBRO.

“Después de sufrir un Accidente Cerebrovascular, la mayoría de los pacientes presenta una pérdida parcial o total de la función motora. Iniciar un programa de rehabilitación lo antes posible, idealmente dentro de las primeras semanas después del evento, mejora significativamente las posibilidades de recuperar la movilidad y reduce el riesgo de complicaciones a largo plazo. Con una intervención médica oportuna y terapias avanzadas, es posible mejorar notablemente el pronóstico funcional del paciente”, comentó el Dr. Arturo Pichardo, médico cirujano especialista en rehabilitación. “Aunque la rehabilitación no revierte el daño cerebral, es clave para que los pacientes recuperen el control sobre su cuerpo y su vida cotidiana”, añade.

Frente a esta realidad, la terapia robótica ha emergido como una innovación para complementar los tratamientos de rehabilitación tradicionales. Mediante el uso de dispositivos robóticos que asisten y guían el movimiento de las extremidades afectadas, se acelera la recuperación motora y el proceso de neuroplasticidad.

Estos dispositivos permiten fortalecer las vías motoras residuales y facilitar la recuperación funcional a través de movimientos repetitivos y coordinados. El principio detrás de esta terapia es aprovechar la neuroplasticidad del cerebro, es decir, su capacidad para reorganizarse y establecer nuevas conexiones neuronales después de una lesión.

La terapia robótica permite realizar movimientos repetitivos y controlados con una precisión difícil de alcanzar manualmente. Esta intensidad terapéutica favorece una recuperación más rápida y efectiva, acelera el progreso funcional y ayuda a maximizar el potencial de recuperación motora, especialmente en las etapas iniciales, donde el entrenamiento constante es fundamental”, finalizó el especialista.

Con una visión hacia el futuro, la Clínica Cerebro continúa innovando en el campo de la neurorehabilitación, explorando nuevas tecnologías y enfoques terapéuticos para seguir ofreciendo soluciones efectivas a quienes más lo necesitan. Su compromiso con la salud neurológica y el bienestar de la comunidad la posiciona como un pilar en la atención médica especializada en México.

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