Ciudad de México, 25 de noviembre de 2025. En el mundo, la violencia contra las mujeres es una de las violaciones de derechos humanos más extendidas y normalizadas. De acuerdo con estimaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y ONU Mujeres, casi un tercio de todas las mujeres ha sufrido violencia física o sexual en algún momento de su vida.
Estas formas de violencia se relacionan estrechamente con embarazos no planeados, barreras para acceder a anticonceptivos, estigma en salud reproductiva y falta de servicios de interrupción legal del embarazo.
En México, la situación refleja la gravedad del problema global. La Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (ENDIREH) 2021, elaborada por el INEGI, muestra que más del 70% de las mujeres ha experimentado algún tipo de violencia —sicológica, física, sexual, económica o patrimonial— a lo largo de su vida.
Además, estudios del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP) han documentado que la violencia sexual y la falta de acceso a servicios reproductivos oportunos incrementan el riesgo de maternidad forzada y de ILE inseguros, una causa prevenible de morbilidad y mortalidad materna.
A pesar de los avances legales en múltiples entidades federativas respecto a la despenalización o ampliación del acceso a la Interrupción Legal del Embarazo (ILE), persisten barreras significativas: desconocimiento de rutas de acceso, estigma, falta de servicios disponibles, desinformación y limitaciones económicas.
Esto afecta de forma desproporcionada a mujeres jóvenes, mujeres en situación de pobreza y mujeres que enfrentan violencia de pareja o violencia sexual.
Acceso a información y servicios seguros Organismos como la ONU, OMS, OPS y UNFPA coinciden en que garantizar el acceso a la salud sexual y reproductiva —incluyendo métodos anticonceptivos, educación integral en sexualidad e ILE seguro— es una estrategia fundamental para reducir la violencia contra las mujeres, evitar embarazos no deseados y promover la autonomía corporal.
La evidencia internacional muestra que cuando las mujeres tienen acceso a información clara, servicios confidenciales y opciones reproductivas seguras, disminuye su exposición a situaciones de control, coerción y violencia basada en género. En este contexto, la Fundación MSI, organización con más de 26 años de experiencia en salud sexual y reproductiva en México, reafirma su compromiso para apoyar a mujeres que enfrentan violencia, coerción reproductiva o embarazos no planeados.
Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer
En esta fecha, Fundación MSI llama a redoblar las alianzas interinstitucionales para asegurar que todas las mujeres tengan acceso a información verificada, educación sexual y servicios de salud reproductiva sin discriminación ni barreras.
“Hablar de eliminar la violencia contra las mujeres implica también garantizar su derecho a decidir, a vivir libres de coerción reproductiva y a acceder a servicios seguros y confidenciales. La autonomía corporal es un pilar fundamental de la libertad y la dignidad de cada mujer”, señalan especialistas de Fundación MSI.

