El osteosarcoma, un tipo de cáncer óseo maligno, representa una de las principales preocupaciones oncológicas en la población más afectada: niños y adolescentes; este tipo de tumores tiene un pico de incidencia entre los 10 y 19 años.
De acuerdo con datos del Centro Nacional para la Salud de la Infancia y Adolescencia (ICCC) el osteosarcoma ocupa el segundo lugar como cáncer sólido más frecuente en menores de edad.
Este tumor afecta con mayor frecuencia al género masculino y su ubicación anatómica más común es los huesos largos: fémur, tibia y húmero. Entre los síntomas del osteosarcoma están:
- Huesos y articulaciones dolorosas e inflamadas.
- Lesiones o fracturas sin causa aparente.
- Fiebre frecuente.
- Cansancio extremo tras la práctica de ejercicio sencillo o algún deporte.
Las prótesis frente a la cirugía de disección
En el marco del mes del Sobreviviente de cáncer, las prótesis juegan un papel clave cuando la cirugía de resección es necesaria para eliminar el tumor óseo; o bien, a fin de resolver una fractura patológica que no se cura por el osteosarcoma.“Las prótesis son dispositivos que se utilizan para reemplazar total o parcialmente una extremidad faltante.
Las prótesis suelen ser utilizadas por personas que han perdido una extremidad debido a una lesión, un accidente o una enfermedad; en el caso del osteosarcoma también se utilizan cuando se amputa la lesión oncológica”, explica Mónica Guadalajara, responsable de Ottobock para México, Centroamérica y El Caribe.
Por su parte, el protesista y ortesista René Govea Hernández, egresado del Instituto Nacional de Rehabilitación, explica que un menor de edad con osteosarcoma puede ser rehabilitado con una prótesis que seguirá creciendo con él. Para ello “es esencial contar con una prótesis adaptada a su desarrollo, peso corporal y sus actividades diarias; para los menores de edad amputados es fundamental cuidar su salud física, emocional y social, ello incluye ir a la escuela, jugar con sus amigos y pasear en el parque. Es decir, mantener su independencia”, destaca Govea Hernández.
En la actualidad las prótesis de Ottobock cuentan con rodillas hidráulicas, componentes que impulsan el paso, materiales a prueba de agua e incluso piezas estéticas, cómodas y durables que se ajustan a las necesitades de cada usuario.
Ricardo Walls, sobreviviente de osteosarcoma
En 1975, Ricardo Walls tenía seis años y fue diagnosticado con osteosarcoma. Todo comenzó cuando “sufrí un golpe menor en el peroné, me llevaron al médico por el dolor y la inflamación que no se detenía; me hicieron algunos estudios y me diagnosticaron este tipo de cáncer en los huesos”.
Después, “tras la cirugía de amputación, usé una primera prótesis que, prácticamente, era un socket de yeso que se acompañaba con tubo de acero (sin rodilla) y un pie muy rígido de madera. A lo largo de mi vida he tenido aproximadamente 30 prótesis”, indica Ricardo Walls.
En la actualidad Ricardo Walls usa una prótesis con componentes robóticos que le permiten llevar una vida muy activa. “Hago todo lo que cualquier persona de mi edad realiza. A mis 56 años me siento muy afortunado de tener una prótesis que me permite una vida independiente y plena”, indica.