Lluvias intensas y drenajes colapsados

Estos residuos, que podrían ser reciclados, terminan provocando taponamientos que colapsan la infraestructura hidráulica

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Cortesía BioBox
Redacción
Bienestar
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Las recientes lluvias provocadas por la tormenta tropical ‘Erick’ y una nueva onda tropical han puesto en evidencia una problemática recurrente en la capital del país: las inundaciones. Aunque estos fenómenos meteorológicos son propios de la temporada, la magnitud de sus afectaciones se agrava por una causa prevenible: los drenajes obstruidos por basura, principalmente residuos plásticos como el PET.

De acuerdo con la Secretaría de Gestión Integral del Agua, los principales factores que tapan el sistema de drenaje en la Ciudad de México (CDMX) son residuos sólidos (envases, colillas de cigarro y electrodomésticos), aguas residuales, aguas pluviales contaminadas y desechos industriales. Sin embargo, lo más alarmante es el volumen de PET detectado en las coladeras, tuberías y plantas de tratamiento.

Estos residuos, que podrían ser reciclados y reincorporados a cadenas productivas, terminan provocando taponamientos que colapsan la infraestructura hidráulica, detonando en inundaciones y caos vial. Sin embargo, esta problemática técnica, se deriva de temas culturales, por desconocimiento o falta de opciones accesibles.

Es aquí donde visualizamos que la infraestructura urbana también enfrenta retos. De acuerdo con datos del Gobierno de la Ciudad de México. la CDMX genera más de doce mil toneladas de residuos al día, pero apenas recicla el 9.6 % y, su limitada red de botes públicos, en parques, plazas, transporte público y calles, agrava la acumulación de basura en vía pública. Esa carencia de contenedores disponibles impulsa a muchos ciudadanos a dejar residuos en banquetas o alcantarillas, lo que termina obstruyendo coladeras y drenajes.

De cara a dicha problemática, ¿Qué puede hacer la ciudadanía para disminuir la obstrucción del drenaje? “Existen iniciativas ciudadanas y tecnológicas que han emergido como parte de la solución”, comentó Luis Alvarado, CEO de BioBox, emprendimiento mexicano que conecta a las personas con el reciclaje a través de más de 250 máquinas inteligentes distribuidas en la CDMX, permitiendo depositar botellas de PET, latas, vidrio y demás.

“Otorgamos recompensas tangibles por el compromiso ambiental”, argumentó Alvarado, quien, de la mano de los mexicanos, ha logrado recuperar más de 1,000 toneladas de residuos reciclables, evitando que terminen en tiraderos clandestinos, ríos o drenajes.
Esta temporada de lluvias apenas comienza, el correcto manejo de residuos no es solo una acción ambiental, sino una medida preventiva ante desastres urbanos que en conjunto representa una diferencia tangible para el funcionamiento del drenaje de la ciudad.

En el drenaje profundo se han encontrado desechos que pueden llegar a ser hasta partes de automóvil, sin embargo, el PET ha sido protagonista ante estos taponamientos. “En una ocasión, tuvimos que utilizar dinamita para destapar una presa bloqueada por un metro de botellas plásticas”, comentó César Cámara, buzo profesional de aguas negras de la CDMX.

Prevenir las inundaciones no depende únicamente de obras hidráulicas o alertas climáticas, también requiere un cambio profundo en la forma en la que consumimos, desechamos y reciclamos. Ya sea depositando los residuos en los contenedores, teniendo un menor consumo de este tipo de materiales, o descargando la app BioBox, disponible en Android e iOS para contribuir con el reciclaje y obtener recompensas prácticas al hacerlo.

La CDMX necesita ciudadanos informados y comprometidos, ya que la basura no debería ser parte del paisaje urbano, “No tirar la basura a la calle, para beneficio de la ciudad”, tal como enfatizó César.

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