Ciudad de México, 7 de octubre de 2025.- No es novedad pensar en lo estrechamente relacionada que está la salud mental con el trabajo, es una tendencia que surgió en los últimos años y llegó para quedarse. Como resultado, las empresas han tenido que modificar sus políticas, prestaciones y cultura con el objetivo de crear espacios más seguros sin comprometer la productividad de los trabajadores.
En la actualidad, el bienestar va más allá del rendimiento, también influye en la retención del talento. Según una encuesta realizada en junio de 2025 por Indeed, el portal de empleo #1 del mundo, el 45% de los trabajadores valora las oportunidades de crecimiento y el 38% la flexibilidad laboral como las principales razones para permanecer en sus puestos de trabajo.
Esto implica que los salarios ya no son suficientes, la garantía de que las empresas velarán por su salud física y mental es clave para su “compromiso” con las actividades, sin mencionar que el 54% expresa un deseo creciente de que las empresas implementen programas específicos de salud mental y bienestar.
La creación de espacios específicos en los que los empleados se sientan seguros para hablar abiertamente sobre la salud mental fomenta una cultura de apoyo y promueve la formación de redes de apoyo entre compañeros. Esto se refuerza con una formación integral que les permite reconocer los signos de estrés y angustia, previniendo problemas a largo plazo.
Las modalidades de trabajo flexibles, como el teletrabajo y los horarios adaptables, son una prioridad para el 67 % de los empleados, ya que ayudan a mantener un equilibrio saludable entre la vida laboral y la personal, a gestionar eficazmente la carga de trabajo y a fomentar descansos esenciales para prevenir el agotamiento. Estas opciones flexibles, combinadas con recursos de salud mental accesibles, como asesoramiento, días de salud mental y programas de bienestar, crean un sólido sistema de apoyo que responde a las diversas necesidades de la plantilla.
Las oportunidades de desarrollo profesional y formación continua son factores motivadores fundamentales para el 65% de los empleados, ya que les proporcionan un sentido de propósito y crecimiento que mejora su compromiso general y su satisfacción laboral. Por último, las organizaciones deben recabar continuamente las opiniones de los empleados y adaptar de forma proactiva las políticas y prácticas de salud mental para satisfacer las necesidades cambiantes, manteniendo así una plantilla resiliente, motivada y mentalmente sana.
El liderazgo desempeña un papel crucial en la protección de la salud mental de los empleados, ya que permite reconocer los primeros signos de fatiga y sobrecarga emocional, así como proporcionar herramientas y apoyo eficaces para prevenir el agotamiento. Esto se refleja en el hecho de que el 55% de los empleados encuestados consideran que sus líderes son personas influyentes clave en este ámbito.
“Los líderes marcan la pauta al dar prioridad al bienestar mental, fomentar la comunicación abierta y demostrar empatía. Deben predicar con el ejemplo, gestionando su propia salud mental y creando un entorno psicológicamente seguro en el que los empleados se sientan apoyados para compartir sus retos sin ser juzgados. Al hacerlo, los líderes no solo ayudan a reducir el estrés y la tensión emocional, sino que también mejoran el compromiso, la productividad y la resiliencia general del lugar de trabajo,” destaca Nelson Gómez, director de Indeed en México.
Estos indicadores ponen de relieve la necesidad de que las organizaciones incorporen estrategias eficaces en materia de salud mental, respaldadas por un liderazgo atento, modalidades de trabajo flexibles y una cultura laboral libre de estigmas. Estas prácticas ya no son ventajas adicionales, sino constantes que impulsan entornos de trabajo saludables, resilientes y productivos para reducir los niveles de estrés y agotamiento, aumentando el bienestar mental general y estableciendo un nuevo estándar para los lugares de trabajo modernos.