Mitos y realidades del consumo de alcohol y la pérdida de la vista

El consumo excesivo y prolongado de alcohol, combinado con deficiencias nutricionales, puede provocar afecciones visuales graves

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Bienestar
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CDMX. 12 de noviembre de 2025.- Con motivo del Día Mundial Sin Alcohol (14 de noviembre), el Hospital de la Ceguera (APEC), hace un llamado a la reflexión sobre los efectos del consumo de bebidas alcohólicas en la salud visual, abordando mitos y realidades que rodean la relación entre el alcohol y la pérdida de la vista.
 
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud y la Organización Panamericana de la Salud, el consumo nocivo de alcohol es un factor de riesgo significativo para más de 200 enfermedades y trastornos. Diversas investigaciones han confirmado que el alcohol afecta la calidad óptica de la visión.
 
Un estudio de la Universidad de Granada reveló que, tras ingerir bebidas alcohólicas, se incrementa la percepción de halos luminosos y disminuye la capacidad visual nocturna, lo que compromete tareas como la conducción o la lectura con baja iluminación. Estos efectos, aunque temporales en algunos casos, son una señal de alerta sobre el impacto del alcohol en el sistema visual.
 
Sin embargo, los daños pueden ir mucho más allá de una visión borrosa o dificultad para enfocar. El consumo excesivo y prolongado de alcohol, especialmente cuando se combina con deficiencias nutricionales, puede provocar afecciones graves como la neuropatía óptica tóxica, una enfermedad que deteriora progresivamente el nervio óptico y puede causar pérdida irreversible de la visión.
 
De acuerdo con el Instituto Barraquer, esta condición está directamente asociada al consumo crónico de alcohol y tabaco, y suele manifestarse con disminución de la agudeza visual, alteraciones en la percepción del color y, en etapas avanzadas, ceguera bilateral.
 
En México, especialistas en salud advierten que este hábito contribuye significativamente al deterioro del sistema nervioso y al déficit de vitaminas esenciales para la función ocular, como la B1, B12 y el ácido fólico Estos nutrientes son indispensables para mantener el metabolismo del nervio óptico y su carencia puede acelerar el daño visual en personas que beben con frecuencia.
  
Además, el consumo de alcohol está estrechamente relacionado con los casos de trauma ocular, tanto abierto como cerrado. Diversos estudios han mostrado que muchas de las lesiones oculares graves ocurren bajo los efectos del alcohol, ya sea por accidentes automovilísticos, caídas o conflictos físicos, lo que refuerza la importancia de la prevención y la moderación.
 
El Dr. Luis Álvarez, especialista en oftalmología del Hospital de la Ceguera (APEC), subraya que “la visión es uno de los sentidos más sensibles al consumo de sustancias tóxicas. El alcohol afecta directamente los vasos sanguíneos y las células del nervio óptico, deteriorando su capacidad de transmitir imágenes al cerebro. Evitar su consumo excesivo y mantener revisiones oftalmológicas regulares son pasos fundamentales para prevenir complicaciones irreversibles”.
 
Entre las recomendaciones más importantes para proteger la salud visual se encuentran moderar el consumo de alcohol, mantener una dieta rica en vitaminas del complejo B, acudir periódicamente al oftalmólogo y prestar atención a signos tempranos como visión borrosa, cambios en los colores o aparición de halos. Ante cualquiera de estos síntomas, es vital acudir de inmediato con un especialista.
 

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