CDMX. 7 de noviembre de 2025. La fertilidad femenina no desaparece con la edad, pero se reduce progresivamente, expone el doctor Osvaldo Miranda, especialista en Ginecología, Obstetricia y Medicina Materno Fetal, quien detalla que es a partir de los 30 años, cuando la reserva ovárica disminuye, y con ella también las probabilidades de lograr un embarazo natural.
“Tener hijos después de los 30 es posible, pero cada etapa requiere información confiable y acompañamiento médico especializado”, apunta Miranda y recuerda que de acuerdo con la Sociedad Europea de Reproducción Humana (ESHRE), las mujeres menores de 30 años tienen un 25% de probabilidad de quedar embarazadas cada mes, pero esta cifra disminuye al 5% a los 40 años.
Además, la tasa de éxito con tratamientos como la fecundación in vitro (FIV) baja de un 30% antes de los 35 años a menos del 10% entre los 40 y 44 años. A partir de los 45, la probabilidad es aún más baja, incluso con tecnología reproductiva.
El médico de Red Crea Fertilidad añade que la fertilidad no se interrumpe de forma abrupta, pero sí se ve afectada con el paso del tiempo. “El cuerpo puede seguir ovulando, pero los óvulos pierden capacidad genética, lo que puede aumentar el riesgo de fallos de implantación, abortos espontáneos o alteraciones cromosómicas”.
El doctor Miranda detalla que a pesar de esos datos persisten muchos mitos alrededor del llamado “reloj biológico”. Algunas mujeres creen que si tienen menstruación regular su fertilidad está garantizada; otras suponen que mientras ovulen no habrá problema.
No obstante, la ovulación sigue, aunque los óvulos hayan perdido calidad, explica y comparte los mitos más frecuentes como “creer que si se tengo menstruación regular la fertilidad está bien, que se puede embarazar igual a los 30 que a los 39, que la edad solo afecta si ya hay enfermedades, o que mientras ovule, no hay problema”.
Existen estudios confiables para conocer el estado reproductivo, como la hormona antimülleriana (AMH) y el conteo de folículos antrales por ultrasonido, que permiten estimar la reserva ovárica. “No es necesario esperar a tener problemas para hacer una evaluación porque saber cómo estás hoy te da más herramientas para decidir tu futuro”, puntualizó.
Cada etapa de la vida trae ventajas y desafíos. A los 30, suele haber mayor cantidad y calidad ovocitaria. A los 35, se recomienda una valoración reproductiva si se desea un embarazo. A los 40, la probabilidad es más baja, pero con el acompañamiento médico adecuado y un diagnóstico oportuno, aún es posible lograrlo. “Que las mujeres conozcan su fertilidad es una forma de cuidarse y tomar decisiones con mayor seguridad”, concluyó el especialista.

