Llaman a las autoridades de la CDMX y sus alcaldías a aplicar la ley en todos los mercados públicos para erradicar el maltrato animal.
En los pasillos concurridos del Mercado de Sonora, en la alcaldía Venustiano Carranza, la vida siempre tuvo precio. En pequeñas jaulas amontonadas, perros, gatos, aves, iguanas, conejos, serpientes y algunos ejemplares exóticos eran exhibidos como mercancía. El aire espeso —sobre todo en época de calor—, el olor a encierro y los sonidos de los animales formaban parte del ambiente cotidiano.
Esa realidad finalmente comenzó a cambiar después de ocho años de lucha legal encabezada por el Frente Ciudadano Pro Derecho Animal (Frecda AC), organización que logró que el Tribunal de Justicia Administrativa de la Ciudad de México ordenara a la alcaldía Venustiano Carranza prohibir la venta de animales vivos en el Mercado de Sonora, un fallo que marca un precedente histórico en la protección de los animales en México.
Origen
La historia comenzó en 2017, durante las mesas de trabajo del entonces Congreso de la CDMX para reformar la Ley de Protección Animal.
Ahí los activistas del Frecda, liderados por José Luis Carranza, propusieron una modificación clave: prohibir la venta de animales vivos en los mercados públicos. La iniciativa se aprobó y quedó inscrita en el artículo 25, fracción XXI, de la Ley de Protección y Bienestar Animal, publicada el 27 de junio de aquel año.
Pero la reforma se quedó en papel. “Ninguna autoridad hizo nada”, señala Carranza en entrevista. “En 2018 enviamos oficios a todas las delegaciones para exigir el cumplimiento de la ley, pero nadie respondió. Por falta de recursos decidimos enfocarnos en el Mercado de Sonora, el peor de todos”.
La alcaldía sostuvo que la venta estaba permitida si se cumplían los requisitos del artículo 28. “No era así, son dos hipótesis distintas: una prohíbe la venta en mercados, la otra regula establecimientos con permiso especial”, aclara el abogado.
Así comenzó un proceso judicial de siete años, con la organización civil presentando recursos ante las autoridades.
En 2018 Frecda interpuso un juicio de nulidad (TJ/I-77403/2018) ante el Tribunal de Justicia Administrativa. La primera y segunda instancias dieron la razón a la alcaldía. Sin rendirse, narra Carranza, la organización promovió un amparo directo (472/2019) ante el Décimo Tercer Tribunal Colegiado en Materia Administrativa, que finalmente reconoció lo evidente: la ley prohíbe la venta de animales vivos en mercados públicos, sin excepción.
El caso regresó al Tribunal local, que en 2020 dictó una nueva resolución favorable. Sin embargo, la sentencia fue ignorada. “Durante cuatro años estuvimos en un ping-pong judicial: la alcaldía decía que ya había cumplido con simples avisos, pero los animales seguían ahí”, dice el activista.
Sentencia firme
Ante el incumplimiento, Frecda presentó nuevos amparos (703/2021 y 32/2023), que ganó. Y en 2024 dio un paso inédito: demandó a los magistrados del Tribunal por retardo en la impartición de justicia. El amparo 58/2024 le dio la razón, obligando al tribunal a ejecutar las sanciones.
A partir de mayo del año pasado la alcaldía comenzó a actuar. Según oficios, 31 de los 84 locales del Mercado de Sonora dejaron de vender animales —algunos por voluntad, otros por cancelación de sus cédulas de empadronamiento— y se iniciaron procedimientos administrativos contra los restantes.
Esto, afirma Carranza, “no es un acto de buena voluntad política, sino el cumplimiento forzoso de una sentencia firme. La defensa de los animales es un mandato legal que debe respetarse”.
El 14 de agosto pasado la alcaldía informó al Tribunal que ya había iniciado 53 verificaciones administrativas y cancelaciones de permisos. Dos meses después, el tema llegó a los medios cuando la alcaldesa Evelyn Parra Álvarez declaró públicamente que se acataría la resolución judicial.
“Si no cambian de giro, se les va a clausurar, van a perder todos los derechos que han tenido; y debe ser antes de que acabe el año. Lo que pedimos es que ya para enero no se vendan animales en este mercado”, dijo.
La alcaldesa subrayó que la medida forma parte del cumplimiento de la ley y que los comerciantes serán apoyados para reconvertir sus actividades económicas.
Victoria que debe replicarse
El proceso no ha sido pacífico. Los activistas han denunciado agresiones durante marchas y protestas. “Nos aventaron huevos, fruta, golpearon a dos compañeros. Han tenido ocho años para cambiar de giro, pero ahora que la ley se aplica, reaccionan con violencia”, señala Carranza.
Pese a ello, Frecda sigue vigilando. “Faltan 51 locales, y pediremos que no se otorguen más prórrogas. Si no cumplen, exigiremos la clausura definitiva y el aseguramiento de los animales con el apoyo de la Brigada de Vigilancia Animal”, dice.
Carranza advierte que la lucha no termina hasta que todos los comercios cumplan: “Es un caso de éxito, pero será total cuando ningún local con cédula venda animales. Si esto no se cumple tendremos que seguir presionando a la Secretaría de Seguridad Ciudadana para que actúe directamente”.
La victoria de Frecda marca un precedente jurídico nacional: por primera vez un tribunal obliga a una autoridad local a hacer cumplir la ley de protección animal en mercados públicos. “Ya lo logramos en el Mercado de Sonora, pero esto debe replicarse en toda la ciudad —indica Carranza—. Ni mercados ni tianguis pueden comerciar animales. Es hora de que las demás alcaldías actúen”.
El activista reitera su llamado a las autoridades capitalinas y federales —PAOT, Profepa, Cofepris y la Secretaría de Seguridad Ciudadana— para que participen en la vigilancia y sanción. “El respeto a la ley y a la vida animal es parte del desarrollo ético y social que México necesita”, subraya.
Frecda surgió el 19 de agosto de 2010 y fue clave para que el maltrato animal se tipificara como delito en 2013. Desde entonces opera sin donativos ni vínculos políticos. “No lucramos, no recibimos dinero público. Somos como Juanito contra los gigantes: ciudadanos que trabajamos desde la razón y la convicción”, concluye Carranza.

