NUEVA OPORTUNIDAD PARA EL JAGUAR EN VIDA LIBRE

“Símbolo sagrado de fuerza y poder para culturas como la maya”.

Martha Mejía
Bienestar
JAGUAR

Área de Crianza Salvaje es una zona donde crías nacidas en cautiverio pueden crecer libres de contacto humano y desarrollar las habilidades necesarias para integrarse a la vida silvestre.

Conocido como ocelotl en náhuatl y balam en maya, el jaguar es el carnívoro más grande de América Latina, con distribución en 18 países. Sin embargo, 50% del rango original de la especie se ha perdido y sus poblaciones disminuyen debido a la caza ilegal, el conflicto humano-jaguar y la pérdida y fragmentación de su hábitat.

Dada esta disminución, Centro de Conservación de Reino Animal en alianza con Ferrero de México anunciaron la inauguración del Área de Crianza Salvaje dentro del Refugio Jaguar: se trata de una zona diseñada para que las crías nacidas dentro del recinto crezcan libres de contacto humano y puedan desarrollar las habilidades necesarias para integrarse de forma positiva a la vida silvestre.

Causas

La actualización de la Lista Roja de la UICN, presentada en la COP28 de Dubái, incluye ahora 157 mil 190 especies, de las que 44 mil 16 están amenazadas de extinción.

Respecto del jaguar se estima que esta especie ha perdido alrededor de 50% de su hábitat en el continente americano. “En México se ha devastado alrededor de 40% su territorio o un poco más; es decir, la pérdida del hábitat es el principal problema”, dice Gerardo Ceballos, investigador del Instituto de Ecología de la UNAM.

“Por ejemplo, en Brasil, con todo este asunto de los incendios forestales en la Amazonia, varios jaguares no murieron por el fuego, pero sí intoxicados por el humo. Afortunadamente esta especie puede correr, brincar ríos y salvarse; y aun así hubo muchos ejemplares que se perdieron”.

La importancia del jaguar radica en que es una especie tope: “Si disminuye, o incluso si desaparece, no hay quien regule la cadena trófica en la parte de arriba; empieza a aumentar la cantidad de herbívoros y esto hace que la vegetación disminuya”, explica en entrevista Ithiel Berrum, director del Centro de Conservación de Reino Animal.

Todo esto ya sucedió en parques nacionales con otras especies, puntualiza Berrum. Por ejemplo, en el caso del lobo en Yellowstone, hasta que reintrodujeron al lobo nuevamente se logró restablecer el equilibrio ecológico, pero ese parque se estaba acabando por no tener un controlador tope.

Así, cada vez que perdamos un gran predador estaremos provocando que el ecosistema ya no funcione a 100% y, entonces, el ecosistema se desbarata.

Tráfico ilegal

El jaguar puede llegar a medir 1.80 metros de largo y alcanzar un peso de hasta 150 kilogramos, por lo que se le considera el felino más robusto de su especie, por encima del leopardo y el guepardo.

Desde la antigüedad ha sido relacionado en diversas culturas con la valentía, el poder, la noche, el inframundo, la fertilidad y la muerte.

Por las propiedades fantásticas que se le atribuyen, sus colmillos, huesos y piel suelen valuarse dentro del comercio ilegal chino hasta en 15 mil dólares.

De acuerdo con el especialista del Instituto de Ecología de la UNAM el uso de estas piezas es para medicina tradicional china. “Esto no tiene ningún sustento científico, ni real. En este sentido recordemos que el tráfico de especies y la destrucción del hábitat básicamente es la causa del Covid-19. Lo que hemos hecho es destruir las selvas, los bosques. Nos adentramos cada vez más en esos lugares donde hay animales que tienen otro tipo de virus que no conocemos, a los que nunca habíamos estado expuestos. Se rompe esa barrera ecológica que nos y los protegía. Esto sin contar la proliferación de mercados húmedos en gran parte de Asia”, señala.

Caza por ganado

Otra de las principales amenazas es la cacería por conflicto; es decir, los jaguares depredan ganado de las comunidades y, por ende, estas se ven forzadas a cazar al ejemplar a pesar de que saben que está prohibido y que en México es un delito federal.

“Al cambiar el uso del suelo de área natural por un área de agricultura o ganadería extensiva, el jaguar que vive en esos ecosistemas, al no tener más presas naturales disponibles como el venado cola blanca y el pecarí de collar, busca satisfacer sus necesidades básicas depredando ganado”, indica Ceballos.

Agrega que esta situación provoca que los pequeños grupos de felinos que aún sobreviven sean sometidos a una persecución y finalmente a la muerte.

En este sentido, Berrum señala que “la experiencia que tenemos con el lobo mexicano (especie que solo vive en espacios controlados como las reservas) tiene que ser una lección de cómo poder coexistir con el jaguar. Desafortunadamente, la sociedad todavía no está lista para que liberemos lobos, que son de los animales más estigmatizados del mundo, no solo de México. En este sentido, tenemos que aprovechar esa experiencia que se dio con él para que con el jaguar nos anticipemos, lo cuidemos en sus hábitats donde todavía vive en libertad y reforcemos donde ya no está o está descendiendo”.

Refugio

Reino Animal, ubicado a unos cuantos kilómetros del centro arqueológico de Teotihuacán, trabaja desde hace varios años por preservar a esta especie. Su albergue por ahora da refugio a ocho jaguares rescatados, decomisados de condiciones ilegales por la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa).

Además, acaba de recibir el Premio a Mejor Albergue 2023, entregado por la Asociación de Zoológicos, Criaderos y Acuarios de México (AZCARM) en reconocimiento por las excelentes condiciones en las que se manejan todos los animales y el propósito educativo de las instalaciones.

La nueva Área de Crianza Salvaje cuenta con una superficie de mil metros cuadrados. Tiene una zona de manejo especial de los felinos y está equipada con un sistema de cámaras para monitorear de forma continua el comportamiento y conducta de los ejemplares. Cuenta con capacidad para alojar a dos crías y un adulto.

La información recabada sobre la conducta de los jaguares será trabajada por especialistas tanto en el Centro de Estudio y Comportamiento del Jaguar como en la Clínica que se encuentran dentro del Refugio Jaguar. Ahí se llevan a cabo estudios de identificación genética, análisis médicos, así como de comportamiento y cultura del jaguar.

De acuerdo con su director general, una vez que una cría se incorpora al Área de Crianza Salvaje se estima un proceso de tres años para que pueda desarrollar el instinto y las habilidades necesarias para ser liberada de forma exitosa en su hábitat natural.

“El plan es, con los jaguares que tenemos, identificar a los cachorros genéticamente puros para que se entrenen en instalaciones como las nuestras, a fin de ligarse a los programas de gobierno que tienen que ver con la restauración donde se requiera el jaguar. Estamos desarrollando un plan para ir poco a poco en esos sitios junto con la autoridad, que en este caso es la Conanp. La idea es regresar a esta especie a la vida silvestre con ayuda también de las comunidades aledañas”, finaliza Berrum.