CDMX., 19 de agosto de 2025. La higiene personal, más allá de ser el conjunto de hábitos que mantienen nuestro cuerpo limpio y saludable, es una práctica fundamental del autocuidado que influye directamente en nuestra salud física, mental y emocional. Además de nutrir y fortalecer el cuerpo, adoptar hábitos de higiene también ayuda a mejorar el autoestima, confianza y bienestar general. Por eso, el cuidado de la salud no debe reducirse a aspectos físicos, sino también a una visión más integral del bienestar completo.
Establecer momentos de autocuidado es fundamental y brinda múltiples beneficios como: reducir el estrés, mejorar la salud mental, gestionar mejor las emociones y evitar en síndrome del burnout, entre otros.[1] Una de las formas más cotidianas de autocuidado es la higiene personal, pues se trata de desarrollar y mantener hábitos para limpiar y cuidar el cuerpo, por eso, Bupa México, empresa de bienestar integral especializada en seguros de salud, comparte hábitos de higiene esenciales para vivir de forma saludable y cuidarse día a día:
- Higiene bucal: la higiene bucal no solo incluye cepillarse los dientes, sino también usar hilo dental y visitar al dentista; esto ayuda a prevenir caries, mal aliento, infecciones y enfermedades en las encías, así como problemas más graves. Por ejemplo, debido a las bacterias, una infección en la boca puede derivar en problemas de salud como enfermedades cardiacas y accidentes cerebrovasculares.
Higiene del cabello: lavar el cabello con la frecuencia adecuada para cada tipo de cuero cabelludo, mantenerlo limpio y desenredado, previene la acumulación de grasa, caspa y otros problemas dermatológicos. Además, la salud del cabello influye en el autoestima y confianza de una persona.
Higiene de la piel: la piel es el órgano más grande del cuerpo, por eso es importante protegerla, limpiarla y mantenerla hidratada. Bañarse diariamente, usar productos adecuados según el tipo de piel, protegerse del sol y mantener la piel hidratada son acciones importantes para evitar infecciones, alergias y mantener una piel saludable.
Higiene del hogar: es importante vivir en un ambiente limpio y libre de gérmenes. Mantener los espacios limpios y ordenados como la cocina, el baño y los dormitorios, contribuye a un ambiente saludable; además reduce el riesgo de infecciones y favorece un entorno mentalmente equilibrado.
Higiene de la ropa y objetos personales: cambiarse de ropa diariamente, lavar con regularidad sábanas, toallas y utensilios personales, ayuda a prevenir malos olores, irritaciones y contagios por bacterias u hongos. Aunque no esté directamente vinculado con el cuidado del cuerpo, estos hábitos resultan fundamentales para el bienestar físico y mental de las personas.
Otros beneficios de una buena higiene son: reducir significativamente el riesgo de contraer enfermedades infecciosas y favorecer una mejor respuesta inmunológica y un funcionamiento óptimo del cuerpo. Asimismo, también contribuye a disminuir el estrés, la ansiedad y mejora la calidad del sueño.
La higiene personal no es solo una rutina diaria, sino una forma consciente de cuidarse y respetarse a uno mismo; establecer hábitos de higiene desde una edad temprana fortalece el bienestar integral y refleja amor propio, responsabilidad y consideración hacia los demás. El cuidado personal es el primer paso para vivir de manera saludable y plena.