En el mundo existen cerca de 1.7 millones de virus que viven en aves y mamíferos, de los cuales 850 mil podrían tener la capacidad de infectar a los seres humanos: con las actividades productivas, económicas e industriales que de alguna forma impulsan el cambio climático y la pérdida de biodiversidad, también se genera un riesgo de nuevas pandemias.
La de Covid-19 es al menos la sexta pandemia desde la de influenza en 1918 y, de acuerdo con científicos de la Organización de Naciones Unidas (ONU) y la Plataforma Intergubernamental de Ciencia y Política sobre Biodiversidad y Servicios de los Ecosistemas (IPBES), existe el peligro de que se presenten otras pandemias, puesto que cada año surgen más de cinco nuevas enfermedades con el potencial de propagarse y llegar a todos los rincones del planeta.
De ahí la importancia de conocer e investigar a los virus, su comportamiento y afectaciones en el organismo humano, al tiempo de diseñar novedosas terapias y vacunas que liberen de enfermedad y muerte a la población.
Retrocesos pospandemia
Por lo pronto, en la Cumbre en Virología México 2022, a la que asistieron cerca de 500 especialistas en infectología, hepatología, internistas, así como secretarios de Salud de Guerrero, Guanajuato, Oaxaca, Colima y Yucatán, el presidente de la Sociedad Mexicana de Salud Pública, Jesús Felipe González Roldán, expresó que en cualquier momento puede surgir una variante más agresiva de Covid-19 por lo que no se debe bajar la guardia y es necesario mantener las medidas sanitarias de forma adecuada.
“Estamos aprendiendo de la pandemia de Covid-19 sobre la forma de hacer el abordaje de las enfermedades respiratorias. Antes se tenía la sintomatología de una gripe y se iba al trabajo enfermo o se mandaba a los hijos con síntomas a la escuela. Ahora sabemos que debemos romper con la cadena de transmisión y quedarnos en casa. Y en esta temporada invernal debemos protegernos con las vacunas contra la influenza estacional, Covid-19, neumococo y en niños contra el Virus Sincicial Respiratorio”.
Pero también existen otras enfermedades causadas por virus como dengue, zika, chikungunya, ébola, sarampión o varicela, para las cuales existe una vacuna, al igual que para protegerse contra los virus de hepatitis A y B.
Sin embargo, el tema pendiente es el desarrollo de una vacuna exitosa para el Virus de Inmunodeficiencia Adquirida (VIH) y para el Virus de Hepatitis C (VHC), aunque las personas infectadas ahora cuentan con tratamientos que les permiten mejorar su calidad de vida y aumentar su esperanza de vida de manera considerable.
El presidente de la Sociedad Mexicana de Salud Pública destacó que las autoridades sanitarias federal, estatal y las organizaciones de la sociedad civil del país no pueden trabajar de manera individual, sino que se tienen que sumar los esfuerzos.
Por ejemplo, recalcó que en el caso de las personas con VIH o VHC se ha hecho énfasis en la aplicación de pruebas diagnósticas porque entre más pronto se identifique a las personas afectadas y se les brinde el tratamiento podrán tener una vida normal.
“Uno de los grandes logros actuales es el Programa Nacional para la Eliminación de la Hepatitis C, único en su tipo y pionero en América Latina, con una campaña de detección oportuna, vinculación a tratamiento y el despliegue de una serie de centros de atención para las personas, con el fin de prevenir y disminuir los casos de VHC en el país”, dijo.
En el caso de personas con VIH, con diagnóstico y tratamiento oportuno pueden lograr presentar una carga viral indetectable e intransmisible, es decir que ya no pueden contagiar a otra persona. Y en el caso de personas con Hepatitis C, con terapia temprana pueden superar la infección por completo, puesto que ya es curable, compartió.
González Roldán, por otra parte, advirtió que la población heterosexual es la que está en mayor riesgo de adquirir una infección por virus de VIH o VHC. “En las parejas formales no se tiene el cuidado de usar protección porque se confía en que la otra parte no tiene vida sexual con otras parejas, pero por desgracia muchas veces no es así. De ahí el incremento de infecciones de transmisión sexual (ITS). Por eso es importante exhortar a este sector a que se realicen también una prueba diagnóstica, incluso las mujeres embarazadas, porque si resultan positivas y reciben tratamiento oportuno su bebé puede nacer sano por completo”, detalló el especialista en salud pública.
Carencia de servicios
“La oferta de pruebas de detección de VIH cayó más de 50% en los dos años de pandemia. Al no poder detectar oportunamente, tampoco se pudo dar tratamiento a tiempo, por lo que el virus siguió avanzando y el sistema inmune de las personas afectadas se vio comprometido. Volvimos a los niveles de 2017”, refirió Rodrigo Moheno, secretario de la Fundación México Vivo.
El también presidente de la Federación Mexicana de Educación Sexual y Sexología recordó que los mejores infectólogos que había en el mundo fueron los encargados de estudiar el VIH y por lo tanto al aparecer un nuevo virus del SARS-CoV-2 todos se enfocaron en estudiar la nueva enfermedad y gracias a ello tuvimos ocho vacunas contra el Covid-19 en tiempo récord. Aunque para el VIH y el VHC aún no se ha logrado diseñar una vacuna efectiva.
De acuerdo con datos de Censida, en México en el periodo de 2011 a 2021 se han registrado 150 mil 051 nuevos casos; ocho de cada diez involucran a hombres. Las edades de las personas con VIH van de los 20 a los 29 años principalmente. Las entidades con mayor número de casos son Ciudad de México, Estado de México y Veracruz. Las principales formas de transmisión de este virus han sido la sexual (95%), por el uso de drogas inyectables (1%) y vía perinatal (1%).
Rodrigo Moheno dijo que la parte positiva es que en los últimos años los esquemas de tratamientos de nueva generación cambiaron para las personas con VIH, puesto que pasaron de tomar hasta 24 pastillas diferentes a solo una o dos, con lo que hay un mayor apego al tratamiento, menos efectos secundarios y menor malestar.
“Casi 30% de las personas con VIH desconoce su condición, por lo que no tiene acceso a pruebas diagnósticas ni a tratamientos. En México al año se registran alrededor de cinco mil casos en estado tardío”, resaltó.
En el caso del VHC, explicó que se trata de un virus que puede atacar y dañar el hígado. En sus etapas avanzadas provoca cirrosis e incluso cáncer hepático y la muerte del paciente. Pero esta condición empieza a quedar en el pasado porque ya se cuenta con tratamientos nuevos que hacen que el virus sea manejable y en la mayoría de los casos la hepatitis C, si se diagnostica a tiempo, es curable. De ahí la importancia de la realización de pruebas diagnósticas en los grupos vulnerables o de alto riesgo.
Finalmente, Carlos Antonio Cabrera May, director ejecutivo de la Fundación Brazos Abiertos Yucatán (BAI), exhortó a la población en general a superar la discriminación y el estigma hacia las personas con alguna enfermedad vírica. “La población afectada por VIH-sida es altamente discriminada y estigmatizada, parece que en cuatro décadas no hemos aprendido mucho como sociedad. Necesitamos avanzar con más información y educación”, concluyó.