SÍNDROME CARDIORRENAL METABÓLICO: ENEMIGO SILENCIOSO Y MORTAL

“El conjunto de condiciones crea un círculo vicioso”.

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Especialistas en cardiología lanzan un llamado urgente para ver al paciente como un todo y tratar lo que muchas veces se oculta tras síntomas dispersos.

En México cada vez más personas enfrentan el síndrome Cardiorrenal Metabólico (CRM), una condición que une tres grandes retos: la diabetes tipo 2, los problemas del corazón y la enfermedad renal crónica.

Su crecimiento en el país se acelera debido a estilos de vida poco saludables, obesidad, sedentarismo y diagnósticos tardíos.

Aunque el síndrome CRM no es una condición nueva, hoy provoca una mirada más profunda y compasiva hacia el sufrimiento silencioso que afecta a aproximadamente 25 o 30% de la población.

Esto nos permite entender cómo tres enfermedades —diabetes tipo 2, insuficiencia cardiaca y la enfermedad renal crónica— no solo coexisten, sino que se entrelazan, se potencian y deterioran poco a poco la calidad de vida, al grado que restan a la esperanza de vida de cinco a diez años.

Reconocer esta conexión no es solo un avance médico: es un llamado urgente a ver al paciente como un todo, a tratar con sensibilidad lo que muchas veces se oculta tras síntomas dispersos y silenciosos. En el arsenal terapéutico existe un fármaco que protege a los órganos principales: corazón, cerebro y riñones, aunado a un cambio en el estilo de vida.

Población en riesgo

Más de 14 millones de adultos viven con diabetes en México y se estima que la mitad podría tener algún grado de daño renal sin saberlo. A esto se suma la alta prevalencia de hipertensión arterial e insuficiencia cardiaca.

Según la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut), durante el periodo 2020–2023 aproximadamente 30% de las personas adultas vivía con hipertensión; y de ellas, 43% desconocía su diagnóstico.

Este conjunto de condiciones crea un círculo vicioso que deteriora el cuerpo de forma silenciosa, dice Diego Araiza Garaygordobil, cardiólogo del Instituto Nacional de Cardiología Ignacio Chávez.

Se estima que 60% de los fallecimientos de personas con diabetes se deben a complicaciones cardiovasculares; hasta 40% de quienes viven con diabetes también presentan insuficiencia cardíaca; y entre 30 y 60% padece enfermedad renal crónica.

Para el doctor Julio Sánchez, de Boehringer Ingelheim México, Centroamérica y el Caribe, uno de los grandes desafíos del síndrome CRM es que muchas veces no se reconoce como un problema completo. Por eso, el diagnóstico temprano es clave.

“Se sabe que más de 50% de las personas que viven con insuficiencia cardiaca tiene para los próximos cinco años mayor riesgo de mortalidad que otros pacientes. Además de que existe una necesidad insatisfecha de tratamientos de los pacientes que viven con insuficiencia cardiaca. También el consumo de tabaco, edad avanzada, dislipidemia, todos los factores genéticos que nos hablan de un historial familiar o de raza, la obesidad y la hipertensión son factores de riesgo compartidos que elevan el peligro de presentar el síndrome CRM”, menciona Sánchez.

En la actualidad contamos con medicamentos como los i-SGLT2, inhibidores de los transportadores de sodio-glucosa tipo 2, que disminuyen modestamente la presión arterial y el peso. Actualmente se comercializan cuatro principios activos de este grupo terapéutico: empagliflozina, canagliflozina, dapagliflozina y ertugliflozina.

“Este tipo de tratamientos modifican sustancialmente la vida de los pacientes con este síndrome CRM. Desde 2014 obtuvimos la indicación para diabetes mellitus tipo 2 y para riesgo cardiovascular. En 2022 para insuficiencia cardiaca. Y en 2024 para lo que es la enfermedad renal crónica. Con ello se logra evitar la progresión de la enfermedad y tratar los tres componentes de este síndrome”, explica el especialista.

Detección oportuna

Detectar a tiempo los primeros signos de daño metabólico, cardiaco o renal puede cambiar el rumbo de la enfermedad y dar al paciente una mejor oportunidad de vivir con salud y bienestar, agrega el doctor Manuel Gaxiola Macias, cardiólogo intervencionista y jefe de Urgencias Médicas del Hospital Médica Sur.

“El síndrome CRM es una enfermedad paulatina. Poco a poco aparecen síntomas como fatiga, falta de aliento o hinchazón de los tobillos. Quiero decirles que una de cada diez personas con diabetes se complica con insuficiencia cardiaca desde los primeros cinco años de diagnóstico, solo que las manifestaciones son muy sutiles. Cuando las personas ya no pueden ir al súper, visitar a los familiares o viajar, porque se cansan y se ahogan al moverse, o cambian su forma de vestir, ahí hay un tema en el que se debe poner atención”, señala el cardiólogo.

Uno de los grandes desafíos del síndrome CRM es que muchas veces no se reconoce como un problema completo. En lugar de tratarlo como un conjunto, se atiende cada enfermedad por separado, lo que puede hacer que se pierda tiempo valioso.

Estas condiciones no solo afectan la salud, sino que también cambian rutinas del paciente y de sus seres queridos, alteran proyectos y calidad de vida. El objetivo es claro: romper el ciclo que une estas enfermedades y ofrecer esperanza a quienes viven con el síndrome CRM para que puedan tener una vida más plena y con menos complicaciones.

En el marco del Día Mundial del Corazón (29 de septiembre) recordemos que detrás de cada cifra hay una vida, una historia, un latido que merece ser escuchado. Hagamos del conocimiento un puente hacia la prevención, y de la empatía el motor que nos impulse a transformar realidades. El futuro de la salud no está escrito: está en nuestras manos, en nuestras decisiones, en nuestra capacidad de actuar con compasión y compromiso, concluye el doctor Julio Sánchez.

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