Urge transformar el acceso para la atención del cáncer en México

La innovación oncológica abre nuevas posibilidades de detección temprana y terapias avanzadas

Cáncer de mama
Bienestar
Share

Ciudad de México a 7 de octubre de 2025.- La oncología vive una revolución científica sin precedentes: inmunoterapia, terapias de precisión, diagnósticos genómicos y tratamientos celulares están cambiando la manera en que se enfrenta el cáncer en todo el mundo. Sin embargo, el verdadero reto es que estas innovaciones lleguen a todos los pacientes, sin importar su condición social o su capacidad de pago.

Con esta premisa se desarrolló el panel “Innovación en oncología, nuevas fronteras para una atención personalizada y accesible”, durante la Semana de la Innovación de la Asociación Mexicana de Industrias de Investigación Farmacéutica (AMIIF), en el marco de su 75 aniversario.

La conversación, moderada por la Dra. Judith Méndez, del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP), abrió con un dato contundente: el cáncer es ya la tercera causa de muerte en México y, hacia 2045, se proyecta un aumento de más de 60% en su incidencia. Para Judith Méndez, hablar de innovación oncológica implica mucho más que referirse a terapias de vanguardia; significa también garantizar acceso, continuidad y sostenibilidad en un sistema de salud que aún enfrenta enormes limitaciones.

Detección temprana y terapias de precisión
La Dra. Valentina Gallart, directora Médica de AstraZeneca México, explicó que la innovación debe medirse en términos de valor para el paciente. Hoy, señaló, ya no se trata de aplicar el mismo tratamiento para todos, sino de personalizar cada terapia con base en biomarcadores específicos. “Estamos logrando cronificar ciertos tumores, pero no debemos perder de vista que la calidad de vida es tan importante como la sobrevida. La detección temprana, apoyada en inteligencia artificial, y la medicina de precisión son piezas clave para alcanzar este objetivo”, afirmó.

La Dra. Gallart recordó que existe un programa desarrollado para cáncer de pulmón con la colaboración de diversas compañías y del INCan, el cual permitió que más pacientes accedieran a diagnósticos moleculares avanzados y terapias dirigidas. Sin embargo, enfatizó que el desafío es hacer sostenibles estas iniciativas mediante la transferencia de tecnología a las instituciones públicas, de modo que los avances no dependan únicamente de la industria farmacéutica.

Innovación en el sector público: sostenibilidad y equidad
Por su parte, el Dr. Óscar Arrieta, director general del Instituto Nacional de Cancerología (INCan), advirtió que México debe prepararse para una mayor carga de enfermedad y para el incremento de la mortalidad si no se fortalecen las capacidades tecnológicas del sistema público. Explicó que la posibilidad de realizar pruebas genéticas en el País es determinante para seleccionar tratamientos más efectivos y menos tóxicos, y que la identificación de mutaciones hereditarias permitirá estrategias de prevención y reducción de riesgos.

“El problema no es sólo clínico, también es económico. No podemos incluir en los protocolos todo lo que recomiendan las guías internacionales porque el presupuesto nacional es limitado. Por eso es indispensable tener criterios claros de farmacoeconomía que nos permitan elegir los medicamentos con mayor impacto, evitando inequidades y asegurando que no existan pacientes de primera y de segunda”, sostuvo.

El Dr. Arrieta detalló que el INCan avanza en la creación de un laboratorio de genotipificación que reducirá la dependencia de la industria farmacéutica y permitirá que más pacientes tengan acceso a pruebas confiables y reproducibles, respaldadas por la calidad necesaria para que los médicos tomen decisiones con certeza.

Oncología pediátrica: la urgencia de innovar
En la voz del Dr. Alberto Olaya Vargas, del Instituto Nacional de Pediatría y del Centro Médico ABC, quedó clara la magnitud de la deuda que tiene el sistema de salud con la población infantil. Recordó que los niños son los más vulnerables y que, para ellos, la innovación no es un beneficio adicional sino la única posibilidad de acceder a la curación y a una vida larga y funcional.

Explicó que, en países como Estados Unidos, las terapias celulares pueden alcanzar los 400 mil dólares por paciente, un costo inaccesible para México. “Nuestro modelo busca producirlas en el País y reducir su costo hasta en un 70%. De esa forma, miles de familias tendrían acceso a tratamientos que hoy parecen inalcanzables”, señaló.

No obstante, reconoció que la innovación enfrenta un camino cuesta arriba: “En México todavía hay resistencia y sobrerregulación que frenan los proyectos. Llevamos más de una década de retraso respecto a otras naciones, y debemos acelerar el paso porque la necesidad es inminente”.

Investigación clínica: motor de progreso para México
El Dr. Leandro Aldunate, director de Asuntos Médicos y Regulatorios de Johnson & Johnson Innovative Medicine México, destacó que la verdadera innovación es aquella que cambia la trayectoria de una enfermedad. Ejemplificó cómo el diagnóstico genético, la inmunoterapia y las terapias combinadas han transformado radicalmente la calidad y expectativa de vida de los pacientes e, incluso, han permitido hablar de curas en patologías que hace pocos años eran consideradas incurables.

El Dr. Aldunate resaltó que la investigación clínica es un motor de progreso no sólo médico, sino también económico. “Es un círculo virtuoso que genera empleo, conocimiento y prestigio internacional. Países como España han convertido la investigación clínica en una de sus principales industrias. México tiene todo para ser competitivo si logramos agilizar procesos regulatorios y consolidar un ecosistema de colaboración donde academia, instituciones públicas e industria trabajen de la mano”, afirmó.

Un futuro que sólo es posible con cooperación
En la ronda de conclusiones, los especialistas coincidieron en que ningún sector, por sí solo, podrá garantizar que la innovación llegue a todos los pacientes.

La Dra. Judith Méndez cerró el panel subrayando la necesidad de mantener un diálogo constante, basado en confianza y corresponsabilidad, entre todos los actores del sistema de salud. “Colocar al paciente en el centro no es una frase retórica: es el único camino para que la innovación sea un derecho y no un privilegio”, afirmó.

Con este llamado concluyó una de las conversaciones más relevantes de la Semana de la Innovación de la AMIIF, dejando claro que el futuro de la oncología en México dependerá de la capacidad de todos los sectores para colaborar, compartir conocimiento y acelerar la llegada de terapias que cambian vidas.

×