Urgente construir ciudades que convivan con la naturaleza

Expertos del Foro Owens Corning advierten que el futuro de las urbes dependerá de arquitecturas capaces de regenerar el entorno natural

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Foto: Parque la Mexicana
Bienestar
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Ciudad de México, 13 de noviembre de 2025.- La XI edición del Foro Owens Corning 2025, celebrada en el WTC Ciudad de México, puso en el centro del debate una pregunta contundente ¿cómo diseñar y construir ciudades que no agoten los recursos naturales, sino que los regeneren? El encuentro reunió a tres de los arquitectos mexicanos más influyentes —Mario Schjetnan, Gabriela Carrillo y Javier Senosiain— quienes brindaron soluciones concretas desde el urbanismo, el paisaje y la arquitectura orgánica.

La respuesta a esa pregunta es urgente. Hoy más de la mitad de la población mundial vive en zonas urbanas y las proyecciones indican que esa proporción crecerá hasta casi el 70% para 2050, lo que implicará alrededor de 2,500 millones de personas adicionales viviendo en ciudades. A medida que aumentan las tasas de urbanización también crece el parque inmobiliario urbano, y con ello la demanda de recursos y energía.

La construcción es responsable aproximadamente del 38% de las emisiones de CO₂ relacionadas con la energía, y más de una cuarta parte de esas emisiones se atribuye a materiales y procesos constructivos (PNUMA/GlobalABC, 2021). Además, el sector consume cerca del 12% del agua dulce, utiliza el 30% de las materias primas y genera alrededor del 20% de los efluentes y hasta el 40% de los residuos de vertedero a nivel mundial (WEF, 2016). Estas cifras proyectan no sólo un desafío ambiental sino un riesgo sanitario: edificios ineficientes y mal diseñados que afectan la salud y el bienestar de sus ocupantes.

Frente a este panorama, los expertos reunidos en el Foro Owens Corning 2025 propusieron una mirada multidisciplinaria. Para Mario Schjetnan, cuya ponencia se tituló “Nuevas Formas de Ejercer la Arquitectura: Urbanismo Ambiental, Arquitectura de Paisaje y Sustentabilidad”, la clave está en integrar el paisaje como sistema: “La arquitectura debe pensarse como infraestructura ecológica, no sólo como objeto. Cada proyecto debe aportar funciones ecológicas que reparen suelo, agua y biodiversidad en el tejido urbano.” Schjetnan destaca la capacidad regenerativa del diseño, no sólo reducir impacto, sino generar beneficio ecosistémico.

En la misma línea, Gabriela Carrillo, autora de la ponencia “Sostenible-Accesible-Social-Libre”, destacó la dimensión social de la arquitectura sustentable: “Sostenibilidad sin equidad es insuficiente; el diseño debe garantizar acceso, confort y dignidad. Las soluciones técnicas deben convivir con políticas que permitan su adopción masiva.” Para Carrillo, la arquitectura verde es también una política pública en práctica: eficiencia, inclusión y habitabilidad deben avanzar de la mano.

Por su parte, Javier Senosiain, con su ponencia “Arquitectura Orgánica”, reivindicó la relación simbiótica entre forma construida y medio natural: “Diseñar con la naturaleza es recuperar ritmos, materiales y sistemas que favorecen el confort pasivo y la salud humana. La arquitectura puede y debe ser un mediador entre la ciudad y los ecosistemas que la sostienen.”

El uso eficiente del agua y la optimización de recursos son fundamentales en las intervenciones propuestas. Estrategias como la captación y tratamiento local de agua de lluvia, paisajes que actúan como esponjas urbanas, el diseño bioclimático que reduce la demanda energética y la selección de materiales con menor huella de carbono son prácticas que, según los expertos, deben incorporarse de manera sistémica en proyectos nuevos y en procesos de rehabilitación.

El XI Foro Owens Corning 2025 propuso un diálogo con soluciones que puedan ser escalables y medibles. En palabras de los organizadores, la arquitectura verde no es una aspiración estética: es una condición necesaria para la habitabilidad futura de las ciudades.

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