Frente a la pandemia por coronavirus, la adecuada atención en Parkinson se vuelve relevante porque de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) las enfermedades cerebrales ocupan el 12% de la causa de mortalidad a nivel global, ya sea por un mal diagnóstico o bien por no recibir la atención especializada.
En el caso del Parkinson, que es la segunda enfermedad neurodegenerativa más común en México, una pausa en el tratamiento puede traducirse en un gran retroceso para el paciente. Al no existir cura para este tipo de condiciones neurológicas, es indispensable que tanto los familiares como las personas que viven con esta condición tomen en cuenta el contacto constante con su médico para tomar medidas de seguridad y evitar complicaciones.
En México hay una prevalencia de Parkinson de casi 50 casos por cada 100 mil habitantes, en un país donde hasta el 2018 se contaba con sólo mil 345 especialistas en neurología. “Sabemos que somos más de 350 mil personas que vivimos con Parkinson en el país, muchos, aún ni siquiera detectados.
Por eso hoy reconocemos la labor de los especialistas para la detección oportuna de esta condición neurológica, que es clave para atendernos a tiempo. Son ellos quienes nos incentivan a un mejor apego a nuestro tratamiento, y nos abren camino hacia la rehabilitación, la actividad física y otras terapias que nos ayudan a estar mejor cada día, incluso en un contexto de pandemia y confinamiento como el actual”, afirmó Salvador Falcón López, representante de la Red Mexicana de Asociaciones de Parkinson (RMAP).
En el marco del Día del Neurólogo, que se conmemora el próximo 29 de noviembre, la Red, integrada por 11 organizaciones civiles en todo el país, hacen un atento llamado a familiares y personas que viven con dicha condición para que de acuerdo a sus posibilidades, mantengan un apego al tratamiento, lo cual ayudará a evitar complicaciones que se pudieran dar por el actual entorno de pandemia, ocasionada por el Covid-19.
Por su parte, Ingrid Eloisa Estrada Bellmann, Neuróloga especialista en Parkinson y trastornos del movimiento, comentó que actualmente nos encontramos en un entorno bastante complicado, “por un lado algunos pacientes deciden no acudir con los especialistas por temor a que se confirme alguna enfermedad neurológica; y por otra parte, algunos pacientes que ya han sido diagnosticados con algún padecimiento neurológico, han optado por aislarse en su domicilio por temor a contraer COVID-19; sin embargo, abandonar o postergar el tratamiento no debería ser la opción, pues lejos de cuidarse, las personas podrían presentar cuadros de salud con mayores complicaciones”.
La especialista refirió que “si bien algunas enfermedades neurológicas no tienen cura, como es el caso de la Epilepsia y el Parkinson, existen innovaciones médicas que se han desarrollado para tratar sus síntomas; tal es el caso de la Terapia de Estimulación Cerebral Profunda, la cual disminuye significativamente los síntomas del párkinson y mejora la calidad de vida”.
Acorde a la información de la Red Mexicana de Asociaciones del Parkinson, un tratamiento integral debe contemplar diversos factores como el acompañamiento farmacológico, nutricional, psicológico, actividad física, rehabilitación y en algunos casos el uso de tecnologías médicas.