Exfoliar la piel de manera incorrecta puede provocar ardor, picazón y brotes

Una piel sana expulsa entre 30 mil y 40 mil células muertas por minuto

Lorena Ríos
Bienestar
Exfoliación CEDAE .png
Cortesía CEDAE

Tener una piel apagada, áspera y con imperfecciones no es normal. Para mejorar su estado, es necesario exfoliarla de manera periódica. Sin embargo, hacerlo de forma incorrecta puede ocasionarle más daño del que tiene y producir molestias como ardor, picazón e, incluso, brotes.

“La exfoliación es un proceso natural de la piel. Una dermis sana expulsa, en promedio, entre 30 mil y 40 mil células muertas por minuto, pero esta función suele ralentizarse por factores como la edad, la exposición al sol, las fluctuaciones hormonales o por problemas como el acné”, dice Jatziri Chávez Bernal, directora del Centro Dermatológico de Alta Especialidad (CEDAE).

Es por ello que se debe recurrir a métodos artificiales para eliminar las escamas o células muertas, ya sea mediante una acción física o química. Gracias a estas técnicas, es posible mejorar el aspecto de la piel dañada por los rayos solares, así como disminuir las arrugas, reducir las cicatrices de acné o varicela, o desvanecer las manchas.

“La exfoliación física se refiere al acto mecánico de quitar las capas de células muertas de la piel. El ejemplo más común es lo que hacemos cotidianamente en la regadera con ayuda de una esponja o zacate. Mientras que la exfoliación química consiste en aplicar algunas sustancias específicas que eliminen esas capas de manera controlada”, explica la dermatóloga clínica y cosmética.

Respecto a la exfoliación del primer tipo, lo correcto es utilizar únicamente la fuerza de las manos para hacer la limpieza de todo el cuerpo. En el rostro, según el tipo de piel será la sustancia o producto que deberá usarse.

Las pieles sensibles, con rosácea o dermatitis no son buenas candidatas para la exfoliación, ya que pueden arder después de aplicar alguna fórmula. Por el contrario, los cutis grasos pueden someterse a este método una o dos veces a la semana de manera mecánica (con productos con gránulos) para eliminar la suciedad de los poros, mejorar el aspecto de la piel y estimular la circulación a nivel cutáneo.

“En el consultorio dermatológico realizamos diferentes tipos de exfoliaciones, desde muy suaves, como el método con agua como parte de un facial; hasta la utilización de peelings que vienen de las almendras u otros de rejuvenecimiento mucho más profundos. Los peelings consisten en aplicar una sustancia líquida sobre la piel y exfoliar sin realizar ningún tipo de arrastre, contrario a lo que hacemos con la microdermoabrasión.

“La ventaja de llevar a cabo las exfoliaciones en el consultorio es que, como médicos, elegimos la potencia del tratamiento de acuerdo con la edad y el tipo de problema que tenga el paciente o que quiera resolver. Por lo tanto, la exfoliación tiene una profundidad y una respuesta mucho mayor al procedimiento que se realiza en casa”, advierte Jatziri Chávez Bernal, directora del Centro Dermatológico de Alta Especialidad (CEDAE), con sedes en la colonia Roma y Satélite.

Exfoliar la piel de manera correcta y periódica ayuda a incrementar la eficacia de los tratamientos cosméticos posteriores, tales como cremas o sueros. “Esto se debe a que se reduce el espesor del estrato superficial de la piel, lo que facilita la penetración de los activos tratantes. Por lo tanto, la exfoliación es un método coadyuvante a todo tipo de tratamiento cosmético: antiacné, antienvejecimiento, para piel sensible, entre otros”, concluye la dermatóloga clínica Jatziri Chávez Bernal.