Los probióticos Bifidobacterium Lactis BPL1 reducen la grasa abdominal

Además disminuyen la producción de la hormona del apetito

Lorena Ríos
Bienestar
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Estudios señalan como responsables del sobrepeso y obesidad, además de la vida sedentaria y una dieta rica en azúcares y carbohidratos, a una alteración de la microbiota intestinal, derivado del abuso de antibóticos.

Al presentarse la disbiosis en el sistema digestivo, las hormonas encargadas de regular el apetito como la Grelina y la Adiponectina (regula el metabolismo energético, estimula la oxidación de los ácidos grasos y mejora el metabolismo de la glucosa) las personas presentan ganancia de peso y acumulación de grasa abdominal.

Para coadyuvar a que la microbiota intestinal recupere su equilibrio, además de promover la quema de grasa visceral, la cual es considerada la más peligrosa, pues aumenta el riesgo de presentar diabetes mellitus, la empresa farmacéutica Columbia, presentó Microbiot Fit (Bifidobacterium lactis BPL1), un probiótico que ha demostrado que ayuda a reducir la grasa abdominal, la circunferencia de cintura, el apetito y el riesgo cardiovascular.

“Induce a la saciedad, tiene actividad antioxidante y antinflamatorio, por lo que es eficaz en el tratamiento y prevención del sobrepeso y obesidad, combinado con una dieta balanceada y actividad física”, señaló Ricardo Guzmán Rodríguez, gerente médico de Columbia.

Explicó que el probiótico cuenta con todos los estándares de seguridad de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y de la Food and Drug Administration (FDA) agente regulador de Estados Unidos. “La forma de usarlo es durante tres meses y después un mes de descanso, de preferencia por las mañanas junto con el desayuno. Lo pueden utilizar en el tratamiento de sobrepeso y obesidad en personas desde los cinco años de edad, es decir, en la población pediátrica, hasta los adultos mayores”, expuso el médico.

Mencionó que la microbiota, antes conocida como flora intestinal, hace referencia al grupo de microorganismos vivos que habitan en una determinada área del cuerpo humano. “Tenemos microbiota en todo el cuerpo, siendo la más poblada la que se encuentra en el intestino, que está directamente relacionada con la salud, de hecho se le llama el segundo cerebro”, añadió Guzmán Rodríguez.

Cuando se altera la microbiota, es decir hay más bacterias malas que buenas, se habla de una disbiosis y los probióticos han demostrado que ayudan a restablecer la microbiota normal.

Existen numerosas enfermedades que se han asociado a cambios en la microbiota intestinal, generalmente digestivas, como diferentes tipos de diarrea, obesidad, enfermedad inflamatoria intestinal, estreñimiento, así como del sistema inmune, finalizó.