Garantizar el acceso universal al agua potable y al saneamiento desde un enfoque de derechos es fundamental ante emergencias y crisis sanitarias, como parte de una política integrada de salud pública que contribuya a consolidar la promoción, la prevención y la educación para la salud pública, señala la Conferencia Interamericana de Seguridad Social (CISS).
En el documento: Infraestructura y servicios de agua potable y saneamiento. Pensando nuevas directrices regionales ante la crisis sanitaria del Covid-19, de dicho organismo, se reconoce la urgencia de garantizar el acceso al agua potable y al saneamiento, ya que esto contribuiría a la prevención y mitigación de brotes de enfermedades infecciosas, incluida la pandemia por COVID-19.
El documento también señala que las Américas es la segunda región más propensa en lo que respecta a desastres por amenazas de origen natural y un 70 % de éstas son hidrometeorológicas, además, algunos países de la región presentan riesgo latente por terremotos, lo que obliga a atender la infraestructura hidráulica y coadyuvar en el riesgo que representa el no contar con el acceso universal a este recurso.
Es por esto que la CISS recomienda algunas medidas para afrontar esta carencia, tales como: realizar un análisis de riesgo sobre las amenazas durante la planificación, construcción y operación de este servicio; prevención que permita seguir operando durante una crisis; focalización y mitigación de los efectos adversos en los desastres; resiliencia por medio del desarrollo de las capacidades locales; y asegurar la inocuidad del agua para consumo.
Tanto en el Marco de Sendai para la Reducción del Riesgo de Desastres 2015-2030, como la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenido, reconocen que la infraestructura del sector hídrico es vital y los servicios correspondientes son básicos para la sociedad y para la continuidad de otros como la salud y los centros educativos, por lo cual este derecho debe ser garantizado.
La investigación de la CISS señala que si bien los servicios de abastecimiento de agua y saneamiento son complementarios a las estrategias de salud pública, es a través de estos que se facilitan las medidas de higiene básicas en el hogar, las escuelas, los mercados y los establecimientos de salud.