LA REVOLUCIÓN TECNOLÓGICA DE LOS TEXTILES INTELIGENTES

“Ropa que se producirá gracias a su funcionalidad y no a su diseño”.

Arturo Moncada
Ciencia
22779042_l-tomjac1980.jpg
Thomas Graf

Hasta hace unos años se pensaba que no había más por inventar en la industria textil pero ahora sorprende a la sociedad la aparición de nuevos productos de textiles y ropa inteligente que sitúan a esta industria entre las pioneras en desarrollo tecnológico.

Si bien antes se presentaban como productos futuristas e irreales, y con un mercado poco competitivo, hoy se proyectan con un alto valor añadido, alejándose de lo convencional y aportando aspectos que pueden satisfacer las necesidades del consumidor más osado y vanguardista.

Los textiles inteligentes son definidos como aquellos materiales textiles que piensan por sí mismos, lo cual se logra por medio de la incorporación de dispositivos electrónicos o productos químicos de tecnología avanzada.

Algunos de ellos ya se emplean en ciertos tipos de ropa, sea para deporte, ocio, seguridad, protección, etcétera.

Este tipo de textil inteligente se constituye como la próxima generación de tejidos y prendas que se producirán gracias a su funcionalidad y no a su diseño. Y por el avance del Covid-19 en el mundo se espera que el área crezca en los próximos años.

Evolución

En 1986 la marca alemana Puma hizo historia con el lanzamiento de sus zapatillas RS-Computer: fue la primera firma de indumentaria y calzado deportivo en insertar tecnología a uno de sus productos.

Su modelo permitía medir velocidad, ritmo y uso calórico por parte de los usuarios. En aquel entonces, en un mundo sin teléfonos inteligentes ni computadoras en todas las casas, los datos podían ser leídos únicamente por una Apple IIe o una consola Commodore 64. La empresa, sin duda, fue visionaria y la tendencia hoy solamente va al alza.

Así, el mundo de la smart clothes o ropa inteligente se instaló en el mercado.

Diversas marcas han mantenido contacto con las firmas tecnológicas, como la chaqueta Proyecto Jacquard que lanzó Levi’s con Google en 2019. Su diseño se orienta a ciclistas y permite realizar una serie de acciones con un brazalete interactivo, desde capturar selfies remotas con el teléfono, pasando por hablar con el asistente de Google desde el puño de la chaqueta y hasta notificaciones de mensajes a través de luces de colores, entre otras características.

Antes de eso, en 2015, Ralph Lauren había ya lanzado en colaboración con OmSignal su camiseta biométrica, que permitía medir pulsaciones cardiacas y respiración del usuario mediante un tejido inteligente con sensores integrados.

Avances

Hace unas semanas Apple registró una patente para fabricar tejidos inteligentes que permitirán transferir información a sus distintos dispositivos móviles, como a su Apple Watch, por medio de las correas del reloj.

Desde hace años esta empresa incorpora soluciones inteligentes para formar un ecosistema con la indumentaria. En 2006 lanzó su Nike+iPod, con el que se podía medir la distancia y el ritmo de avance de los usuarios según un acelerómetro que se instalaba en un tenis y que funcionaba con iPod y iPhone.

Por su lado, ingenieros de la Universidad de California en San Diego especializados en nanobioelectrónica desarrollaron una microrred que recoge y almacena energía del cuerpo humano para alimentar pequeños aparatos electrónicos. La prenda se fabrica a partir de una combinación de piezas electrónicas. Todas son flexibles, lavables y serigrafiadas en una disposición especial para optimizar la cantidad de energía que pueden acumular. Una simple camiseta puede convertirse así en una microrred portátil que recoge y almacena energía directamente del cuerpo, con la que es capaz de alimentar pequeños aparatos electrónicos.

La clave es la combinación de tres elementos: pilas de biocombustible que se recargan con el sudor, dispositivos que utilizan la fricción y el movimiento para generar energía, y supercondensadores capaces de almacenarla.

Esta microrred eléctrica forma parte de una nueva generación de tejidos flexibles e integrados que buscan revolucionar tanto la alimentación de gadgets y wearables como la forma en que se utilizan.

Lu Yin, coautor de la investigación que apareció en la revista Nature Communications, señala que “al igual que una microrred urbana integra diversas fuentes de energía local y renovable, una microrred para vestir integra dispositivos que recogen la energía de forma local en distintas partes del cuerpo”.

Aunque existen otras aplicaciones el sistema es especialmente útil para deportistas, que estarían cargando sus dispositivos con la energía de cada entrenamiento.

En tanto, en Shangai, un equipo de científicos chinos presentó un textil que sirve como pantalla. Para este nuevo diseño utilizaron como hilo fibras conductoras, fibras luminiscentes y fibras de algodón hasta crear una pantalla flexible de tela, lo que lo convierte en un material con un sinfín de usos prácticos. La pantalla se materializa gracias a las unidades electroluminiscentes que se forman en la intersección entre las fibras conductoras y las luminiscentes.

Los ingenieros apuntan varias aplicaciones potenciales para el tejido, como una herramienta de navegación que muestra un mapa interactivo o una herramienta de comunicación que puede enviar o recuperar mensajes a través de una conexión Bluetooth con un smartphone. Además de ello se puede utilizar para campos biomédicos. “Podemos hacer que emitan luz azul, que se usa para tratar algunas enfermedades como la ictericia neonatal de forma más segura y eficaz”, puntualiza Huisheng Peng, ingeniero en la Universidad Fudan de Shanghai y autor principal del desarrollo. “Además pueden usarse para viviendas inteligentes o para juguetes”, agrega.

A las smart clothes se suma el avance de las telas inteligentes, las smart textiles. Con respecto de estas cada día surgen más iniciativas. HercLéon, por ejemplo, es un proyecto que nació en 2019 a través de Kickstarter, una plataforma de recaudación en línea que busca reducir el gasto de agua por el lavado de la indumentaria y la huella de carbono en su fabricación. Con su primer artículo, la camiseta Apollo fabricada con componentes que incluyen cobre, plata, zinc, algodón, poliéster reciclado, eucalipto o bambú, que eliminan bacterias, la empresa asegura que ya no se requerirán lavados.

Por su parte The Copper Company es una empresa que trabaja en el desarrollo e investigación del cobre en el área de la industria textil. Con el avance del Covid-19 en el mundo su marca ha sido reconocida a nivel global y la Universidad de Berna comprobó que sus textiles eliminan 85% del coronavirus en su variante de Wuhan en cinco minutos; y en dos horas, 95 por ciento.

Clases de textiles inteligentes

1. Textiles que incorporan microcápsulas.

2. Cosmetotextiles: los aromas a limón o a lavanda se encuentran entre los más utilizados.

3. Textiles crómicos o camaleónicos.

4. Textiles que conducen la electricidad.

5. Materiales con memoria de forma.

6. Desarrollos que incorporan la electrónica y la informática a los textiles.

7. Nanotecnologías.

8. Otros desarrollos como: a) los textiles antimicrobianos; b) los que protegen de la radiación ultravioleta; y c) también podrían citarse determinados textiles con aplicaciones en medicina, como los que incorporan microcápsulas que dosifican medicamentos o ropas que pueden incluso regular la medicación de un usuario diabético a partir del análisis del sudor, etcétera.

Fuente: APTT