Los documentos de identidad físicos se convierten de manera gradual en algo del pasado y los reemplaza la identificación biométrica. Esta tecnología comprende características biológicas y fisiológicas únicas que permiten establecer la identidad de una persona. Como regla general, la biometría se utiliza para identificar digitalmente a los ciudadanos.
Gracias a la tecnología biométrica se construye una economía digital más inclusiva porque dichos sistemas que apoyan la realización de trámites o transacciones de manera remota permiten a más personas o empresas ejecutar acciones relevantes protegidas por ecosistemas seguros, donde la identidad del usuario o los datos de una compañía se encuentran en total seguridad y confiabilidad.
Al respecto conversamos con Ricardo Torices, director de Productos Biométricos de Dicio, una compañía con talento 100% mexicana enfocada en ofrecer soluciones de identidad con base en tres pilares principales: Inteligencia Artificial (IA), Blockchain y biometría.
—El uso de datos biométricos para identificación crece en diversos sectores. ¿Cuáles son sus principales beneficios?
—Los casos de uso de la biometría son inmensos y aplica para todos los sectores de negocio. Por ejemplo, si hablamos de identificación en temas de viaje los documentos requeridos serían pasaporte y visa, que utilizan la biometría ya sea por huella o por rostro. Se emplea también en el tema de identificaciones nacionales. Existen gobiernos que empujan sistemas para utilizar el rostro, la huella digital y alguna otra característica para tener una base de datos de identidad de su ciudadanía.
En el caso de las empresas, puntualiza, “se utiliza para controles de asistencia. Es decir, normalmente se maneja una tarjeta para entrar o registrar la llegada a una oficina. Esto puede ser fácilmente sustituido por alguna característica biométrica. Otro caso es el tema de reconocimiento facial. Por ejemplo, en el caso del retail existen aplicaciones y sistemas que empresas aplican para identificar al cliente cuando entra a una tienda o una sucursal a través de una biometría que puede ser de reconocimiento facial. A partir de esto registran el perfil del cliente, con lo que analizan la compra y con base en esta información se le puede ofrecer una amplia gama de productos”.
—Gracias a la biometría actualmente se está logrando una economía digital más inclusiva…
—Existe una ley que es la Circular Única de Bancos, la CUB. Esta abre la oportunidad a una persona de obtener una cuenta bancaria de manera remota. Esto significa que un cliente ya no tendrá que trasladarse directamente a una sucursal bancaria para poder acceder a un servicio financiero. Al abrir este mecanismo muchas de las personas que no tienen una sucursal bancaria cerca, debido a las condiciones del área donde viven, porque les queda lejos, etcétera, y no pueden acceder a servicios financieros, comienzan a tener esta oportunidad gracias a la oferta y los beneficios del tema biométrico.
Torices añade que “contar con la CUB es sencillo. Se realiza solicitando a una persona un apoderamiento de manera remota y culmina con una videollamada con un agente bancario.
Actualmente Dicio cuenta con un producto que logra cumplir este requerimiento en la ley.
Este producto se llama Apertura de cuenta remota y cualquier persona que cuente con acceso a un teléfono inteligente puede realizar este trámite”.
—En cuanto a la realización de pagos, ¿cuál es la oferta para el cliente de la biometría?
—Es otro de los usos que se le puede dar a la biometría. Con ella se pueden autorizar transacciones mediante alguna característica física, como puede ser el cuerpo, el rostro, la huella digital, la voz, etcétera. Actualmente es muy común que cuando se hace alguna transacción o pago se cuente con un token de autenticación o token criptográfico que genera ciertos números que autorizan la transacción. También se utiliza el envío de un mensaje de texto con una password o contraseña para autentificar un pago o un cobro. Sin embargo, ahora se puede colocar el rostro frente al celular y con ello validar la identidad de la persona para autorizar la transacción, sin necesidad de teclear nada.
En este sentido ya se trabaja en un nuevo producto que se llama videotoken y funciona de la siguiente manera: “Un usuario coloca su teléfono frente a su rostro y genera de manera automática y aleatoria cuatro dígitos que aparecen en la pantalla. El cliente solo tendrá que decirlos en voz alta mientras el sistema realiza tres pasos: en primer lugar, asegura que la persona es la correcta y coincide con el registro de la base de datos; en segunda instancia, el sistema analiza el audio y certifica que los números que se dan de viva voz sean los mismos de la pantalla y si no corresponden los números se pide otro intento o se anula la transacción, con lo que se evita un posible fraude con una grabación; y, por último, con modelos de Inteligencia Artificial se valida que la persona frente al dispositivo sea real y no una impresión, un video, un maniquí o una máscara”.
—¿Este tipo de desarrollo tecnológico es entonces un plus para las Fintechs?
—Las Fintechs ya utilizan este tipo de tecnología y hay algo muy importante: la existencia de una tecnología llamada prueba de vida. Esta prueba de vida lo que hace es detener y detectar cuando alguien trata de utilizar un objeto no vivo para hacer un engaño al sistema. Por ejemplo, una persona quiere solicitar un préstamo, un servicio financiero, abrir una cuenta y tiene a la mano una fotografía de su vecino, de un amigo o de alguien cercano y trata de engañar a todo el sistema utilizando esta imagen. Si dicho sistema no está protegido o no utiliza tecnología de protección de prueba de vida podría sufrir grandes daños aceptando o abriendo cuentas con el engaño.
Por eso, indica, contar con la tecnología adecuada evita que una empresa sea engañada por este tipo de objetos. “Con esto damos certeza a la institución financiera y por supuesto a su usuario final le da tranquilidad saber que sin importar que alguien le pueda sustraer una foto de alguna red social o de alguna otra parte se encuentra protegido con esta tecnología de punta”.
Apertura de cuenta remota
Se toma una fotografía por el frente y reverso de una identificación oficial del cliente (INE) para extraer la información que corresponde, como el CURP, fecha de nacimiento, etcétera.
Al cliente se le pide colocar el rostro frente a su smartphone para realizar una comparación facial contra la imagen de la identificación.
Se valida mediante Inteligencia Artificial la identidad de la persona para evitar el uso de una fotografía, maniquí o máscara.
Cuando se comprueba la veracidad de los datos se enlaza al usuario a una videollamada desde su dispositivo celular con un agente bancario que se encuentra de manera remota y al hacer esto cumple la normatividad que solicita la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV).
Así la institución cuenta con todos los elementos para abrir una cuenta o dar al cliente acceso a algún producto financiero.
Fuente: Dicio